![]() ![]() El paraíso en la tierra, Polinesia Francesa ✏️ Blogs de Polinesia Francesa
Un paraíso digno de admirar tanto dentro del agua como en tierraAutor: Kira78 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (26 Votos) Índice del Diario: El paraíso en la tierra, Polinesia Francesa
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Etapas 10 a 12, total 12
Bajamos a desayunar pronto, ni siquiera estaba preparado. No es buffet, pero la verdad es que está muy bien, te dan bollería, mermeladas, pan, jamón y queso, fruta, yogures, café y chocolate. La verdad es que para no ser buffet, estuvo muy bien, y la mujer que lo servía, polinesia, muy simpática. Nos preparamos para ir al pontón a las 9 nos recogen para la excursión de Tahaa. Cuesta 7500 francos por persona. La verdad es que el día no comenzó muy bien, estaba muy nublado y apuntaba lluvia y para remate, la barca se retrasa, ya me veía sin conocer la isla de la vainilla. Pero al final llegaron, con una hora de retraso, pero llegaron. En el hotel nos prestaron las toallas y aletas, aunque al final no las usamos, lo que sí no nos quitamos fueron las chanclas de goma, no se os olviden porque las echaréis de menos un montón. Según ibamos hacia Tahaa, se acercaba un nubarrón enorme hasta que al final nos pilló. Empezó a caer agua a mantas, y yo pensé que se nos estropeaba el día. De los diez días solo nos llovió este día y contando con que aquí llueve casi todos los días, tuvimos mucha suerte. Además el día de hoy, cuando más sol necesitábamos, para el snorkel en el jardín de Tahaa, al lado del Le Tahaa Private Island, que hotel!
Tras casi una hora, volvemos a la barca y nos dirigimos a una granja de perlas donde nos explicaron como se recogen y se forman las perlas y tienes oportunidad de comprar. Al final tienen productos para comprar. Pero caros, caros, una bolsa de ni 400 gramos de vainilla, 100 euros. También te dan un poquito de fruta, plátanos, piña, coco… desde allí, acabaríamos en un motu a comer. La comida estaba muy rica, sobre todo el pollo y teníamos un montón de comida para repetir si querías. Después teníamos tiempo para bañarnos, pero aquí se estropeó el día, se puso negro y empezó a llover. Eso ensombreció un poco más el día. Además al final lo pasamos un poco mal, nuestro vuelo hacia Tahiti salía a las 17:45 y a las 15:30, vamos a buscar al guía, y no le encontramos. Unos polinesios nos dijeron que se había marchado porque tenía un problema con la barca pero que volvería a tiempo, que no me preocupase. ¡qué no me preocupe! No me pareció nada responsable que se marchase sin decirnos nada, además llevaba todo el día con problemas en la barca y no lo arregló hasta última hora. No sé como se llama la agencia, la contraté directamente con el hotel, pero os recomiendo que lo hagáis con otro, hacerlo con tiempo para hacerla con Bruno Fabre, yo quise hacerlo con él pero el día que yo quería el estaba ocupado. Tras llegar casi corriendo al hotel, nos dejaron una habitación para podernos asear antes de irnos. Como y a le habíamos pagado por la mañana nada más recoger nuestras maletas, Olivier nos acercó al aeropuerto que está a unos 5 minutos. Olivier se portó genial, al llegar al hotel nos dimos cuenta que nos habían roto la cerradura de una de las maletas, y mientras estábamos en la excursión nos la arreglaron para no volver a cortarnos, porque yo me pegué un tajo! Cuando nos dejó en el aeropuerto, nos dio las gracias y nos dio un beso de despedida, cuando al nada aparece corriendo para darnos a mi marido una camisa y a mi unas sandalias, disculpándose por la tardanza del día anterior y por la tardanza de la excursión, cuando ni siquiera era culpa suya. Fue muy agradable, y tuvo un precioso detalle. A las 17:45 despegamos rumbo Tahiti y a las 18:30 aterrizamos. Nos recoge el mismo chico que el primer día preguntándonos que tal por sus islas. ¿cómo se va a estar en el paraíso? Llegamos al hotel, el mismo que el primer día, el Manava, y tras instalarnos decidimos dar una vuelta, el conductor nos había dicho que muy cerca había roulottes. Llegamos enseguida, pero al llegar había un olor a fritanga y una humareda que al final no pasamos. Nos pusimos a andar y andar y al final llegamos a un super, a unos 20 minutos. Compramos algo para cenar y para desayunar y nos costó 40 euros, no compramos prácticamente nada y nos costó carísimo. Volvemos al hotel y tras cenar nos acostamos. Mañana Tahiti y su valle. Etapas 10 a 12, total 12
Después de desayunar, hacer el check out y guardar nuestro equipaje, a las 9 nos recoge Claude, de Ciaotahiti. Contraté la excursión en Internet, me costó 4500 por persona. Cuando nos recogió nos sorprendimos viendo que éramos los únicos, íbamos solos. Claude es italiano y habla bastante bien el español, aunque a veces tiraba al italiano y madre mía que lío de palabras. Llevábamos una botella de agua que nos guardó en su nevera. Mientras nos iba explicando cosas sin parar, nuestra primera visita, el faro de Punta De Venus,
la primera playa de arena negra que veíamos. Cascadas increíbles donde Claude nos hizo unas fotos chulísimas Un antiguo marae Y nos contó un montón de curiosidades Incluso se animó con mi marido a hacerse una foto volando por los aires Nos invitó a plátanos y a unas frambuesas silvestres que cogió él mismo. No os olvidéis del spray para los mosquitos, porque en el valle hay un montón. La excursión acababa a las 13h, y nos dejaba en el mercado de Papeete bajo mi petición a las 14:30. pasamos a ver el mercado, todavía quedaba algo de pescado y fruta, y tras dar una vuelta por la planta de abajo y comprar mermelada de tiare, unos 600 francos, subimos al piso de arriba donde están casi todos los souvenirs. Compramos unos tikis, unos pendientes echos con las conchas de las ostras y un collar y como soy adicta otros dos pareos, me costaron los dos 3800 francos. Aquí son más baratos, aunque en Moorea los había más bonitos. Tras salir de ahí, decidimos ir a mirar las perlas en el Tahiti Pearl Shop. En principio no pensaba comprar, pero tras probármelas, quién decía que no! Mi marido dijo que de perdidos al río, así que 200 euros tuvieron la culpa, pero como estar en Tahiti y no llevarte unas perlas negras. Vimos la catedral y alrededores Y ya sobre las 18h, cogimos un taxi para volver al hotel. Tienen una tarifa fija dependiendo del sitio. Hasta el Manava me costó 2300 francos. Cuando llegamos al hotel nos dejaron media hora para ducharos una habitación. Y ya frescos, nos sentamos a esperar a nuestro coche para el aeropuerto. A las 20:45 puntuales como siempre, nos recogían y nos ponían nuestro último collar de conchitas. Después de facturar el equipaje, y pasar por el control, entregué en la aduana los papeles que me habían dado en la joyería para darlos, ya que la compra es libre de impuestos. Hecho esto, sólo nos quedaba esperar al avión que nos alejaría del paraíso. Etapas 10 a 12, total 12
Fueron días muy intensos, llenos de ilusiones forjadas durante muchos años esperando llegar allí, y por fin se había cumplido mi sueño. Una forma fantástica de celebrar los 10 años de casados. No sé si volveré a hacer un viaje como éste, pero será difícil superarle. Todavía ahora en casa recuerdo momentos que me hacen poner el vello de punta, cuando llegamos a Moorea, isla que nos encantó, tanto o más que Bora Bora, cuando aterrizábamos en Bora Bora sin poder evitar llorar como una tonta, cuando abría la puerta del overwater… un montón de recuerdos y experiencias que no se nos olvidarán jamás. Solo espero que quién decidáis viajar hasta aquí, que tengáis tan buen viaje como nosotros y disfrutéis tanto como nosotros. Si necesitáis cualquier cosa, saber algo, hacer alguna pregunta o lo que queráis, aquí estoy para lo que os pueda ayudar.
Creo que la foto que mejor puede explicaros como me sentí en polinesia es ésta. Etapas 10 a 12, total 12
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