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No se si fueron la casualidad o el destino, los que casi, casi, me obligaron a comprar dos billetes de avión Madrid-Copenhague, con la compañía Spanair, por el precio de 92 euros, ida y vuelta por persona, a comienzos del mes de febrero. Dinamarca se convertiría en mi país número 21.
En principio el destino no es que llamara mucho mi atención, y más cuando apenas 10 días antes había visitado Oslo, pero bueno, para ser un vuelo regular, coincidiendo con puente en Castilla y León, no era demasiado caro.
Tenía más de dos meses para preparar el viaje, así que había tiempo de sobra.
Me gusta leer mucho sobre el sitio que voy a visitar, además de empaparme de todas las opiniones de los viajeros que han estado con anterioridad, y a medida que me fui informando, más pensaba que el país elegido era el adecuado.
Una semana antes de nuestra partida, comenzaron los problemas con la nube volcánica, siendo Dinamarca una de las zonas más afectadas, así que me pasé todos esos días con los dedos cruzados, leyendo todos los periódicos de tirada nacional e internacional (jamás en mi vida había leído tanto en inglés), viendo las noticias de cada canal, entrando en las páginas web de los aeropuertos, de las compañías aéreas. A medida que se acercaban los días el panorama se iba ennegreciendo. De hecho, dos días antes, incluso anulé el hotel que teníamos reservado, porque la no presentación, suponía que me cargasen la totalidad de la estancia.
En fin, si el destino había querido que comprase esos billetes, es que tenía que ir, no?
Pues gracias al respiro del querido volcán islandés, el aeropuerto de Copenhague se reabrió la noche antes de nuestro vuelo...
Así que esa misma noche, buscando hotel a la carrera por internet. Como ya los tenía todos ojeados no fué demasiado complicado.
Hay que decir, que Copenhague es una ciudad un poco cara, y mi objetivo era encontrar un hotel al mismo precio que el que había anulado. El primero era el Cabinn City, el enlace es el siguiente:
www.cabinn.com/ ...-city.html
Situado a unos 10 minutos de la estación central de trenes. La habitación reservada era como el camarote de un barco, con literas y cuarto de baño. El desayuno no estaba incluido, y el precio 1100 DKK, dos noches, dos personas (unos 150 euros).
El hotel escogido fué el Selandia.
www.hotel-selandia.dk/ ...e_239.aspx
Realicé la reserva a través de la misma página del hotel. El precio 1090 DKK, las dos noches, en habitación doble, con desayuno incluído. La situación inmejorable, a dos minutos caminando de la estación de tren y a 5 minutos del parque Tívoli. El único problema es que nuestra habitación no tenía baño dentro de la habitación (nunca nos habíamos alojado en una habitación sin baño), pero la verdad, es que ni lo echamos en falta, puesto que estábamos al lado, y nunca tuvimos que esperar para utilizarlo. Además teníamos un lavabo dentro de la habitación. Los desayunos eran maravillosos. La verdad es que creo que el cambio obligado de última hora, fué todo un acierto...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Siguiendo con la historia...Nuestro vuelo era a las 11 de la mañana, así que como somos de Zamora, y llevamos coche propio, pués salimos a las 6.15. Sólo llevabamos equipaje de mano, así que no teníamos que hacer cola para facturar. Tiempo suficiente, ¿verdad?. Si, si, pillamos toda la hora punta de entrada en Madrid, en la A6, retención, y retención, y retención...no avanzabamos, cuando entramos en la M40, más de lo mismo...Me estaba poniendo mala...Llegamos al pueblo de Barajas (que es dónde normalmente dejamos el coche) a las 10 de la mañana! y todavía teniamos que aparcar, coger el metro, llegar a la terminal, cambiar euros en coronas danesas, e imprimir el billete (hay unas maquinitas que metiendo el número de tu localizador te lo hace en un momento, y gratuíto por supuesto)...Pués no sé como lo hicimos, pero nos dió tiempo, y eso que el vuelo salió puntual...Eso sí, como no encontrábamos sitio para aparcar, dejamos el coche abandonado en un descampado...(no le pasó nada de nada, y eso que a la puerta de mi casa me lo han "firmado" de atrás a delante y por los dos lados... qué mala que es la envidia!)
El vuelo se nos pasó bastante rápido, y en un plis plas llegamos al aeropuerto de Copenhague.
Lo que nos llamó muchísimo la atención, es que a pesar de haber muchísima gente, no se oía un ruido, menuda diferencia con España, con lo escandalosos que somos nosotros!
En el puesto de información del aeropuerto compré dos Copenhagen Card de 24 horas.
online.citybreak.com/ ...culture=en
Sirven para entrar gratis en casi todos los sitios, para el transporte público dentro y fuera (un área muy extensa) de Copenhague, y para descuentos. También vale para el transporte a y desde el aeropuerto.
Nos costaron 229 DKK (unos 31 euros), no existe descuento con carnet de estudiante. Y ahora el truco del almendruco: Las tarjetas son plastificadas, unos cuadraditos en blanco, para poner la fecha y la hora en el momento en que la empiezas a utilizar...Hay unos rotuladores muy majos de la marca pilot que tienen una gomita especial en la punta, para poder borrar lo que escribes. No deja ni rastro...Nosotros estuvimos utilizando la tarjeta los tres días que estuvimos en Copenhague!!! Quedaron por lo tanto más que amortizadas, además las revendí por internet, por el módico precio de 35 euros las dos, que descontando los gastos de envío se quedaron en 30 euros.
Pues con nuestras tarjetitas en la mano, y con la fecha y hora recién puesta con mi boli mágico, nos dirigimos a coger el tren que nos llevaría a Copenhague. Los trenes allí, como la mayoría en las ciudades europeas, son una maravilla, puntuales, nuevos, limpios, cómodos...me encantan los trenes!!!
Todo está muy bien señalizado, así que es casi imposible confundirse de tren o de andén, y pasan con una frecuencia de unos 10 minutos.
A nosotros nos interesaba más coger el tren de cercanías que el metro, ya que el hotel como he explicado antes, estaba al lado de la estación principal "Kobenhavn H", y el metro no pasa cerca de allí.
Desde el aeropuerto "Kastrup" a "Kobenhavn H" son tres paradas, no llega a 15 minutos.
La estación de trenes es preciosa, si tenéis oportunidad de pasar por allí fijaros en las maravillosas cerchas de madera que forman toda la estructura de la cubierta (lo siento, es deformación profesional).
En 3 minutitos justos estábamos en nuestro hotel, hicimos el check in, dejamos nuestras maletas en la habitación, nos preparamos unos bocadillos "made in mercadona" y nos fuimos a patear Copenhague, sobre las 15.00 ó 15.30h, no sin antes coger un plano gratuíto de la ciudad en la recepción del hotel. Tengo que decir que solicité que me enviaran un plano a mi casa en la página:
visitcopenhagen.dk/
Y me lo enviaron...mes y medio más tarde desde su solicitud! Tenédlo en cuenta por si tenéis previsto viajar allí. Creo que me hubiese sido de gran utilidad tenerlo antes, para haber planeado sobre el papel una rutita...
Hacía un poco de frío y bastante aire, pero eso no nos impidió comenzar a conocer la ciudad. Al principio estaba un poco desorientada con el plano, la verdad no sé por qué razón, puesto que no me suele pasar. Caminamos en direción al centro, bordeando el parque Tívoli y dejando a un lado la plaza del ayuntamiento, nos metimos por una calle peatonal, que no era la principal, pero al final llegamos a ella, la calle Stroget, de la cual se dice que es la calle comercial peatonal más larga de Europa, larga es un rato, todo hay que decirlo...Pasamos por el museo Guinness de los récords, y llegamos a Kongens Nytorv, que es una plaza muy bonita, dónde hay varios edificios interesantes.
Pasando la plaza te das de bruces con el puerto Nyhavn, desde luego una de las zonas más bonitas y pintorescas de la ciudad, con sus casitas de colores, sus terrazas, sus barquitos, su ambiente. A mi desde luego me gustó mucho. Además es una zona dónde se pueden sacar unas fotos preciosas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Seguimos caminando hasta el final y vimos la casa de H. C. Andersen, en el número 67, es un edificio blanco, no muy destacable.
Continuamos por el puerto y divisamos en la otra orilla el edificio de la ópera, es bonito, pero no se puede comparar con el de Oslo.
Llegamos hasta el palacio de Amalienborg y a la Marmorkirken, que es la iglesia de mármol, no pudimos entrar, porque justamente eran las 18.00 h y estaban cerrando. A dos pasos de la iglesia de mármol, se puede observar una iglesia rusa, con sus tres bulbos dorados.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pasamos por el palacio de Rosenborg, que por supuesto también estaba cerrado. Hay que tener en cuenta que en Copenhague cierran los sitios de interes como muy tarde entre las 17 y 18 horas, por lo menos durante el mes en el que estuvimos nosotros, pero no creo que en verano sea muy distinto. Paseamos por sus jardines, vimos los cisnes, los patos, y comenzamos a bajar por la calle Kobmagergade, que también es peatonal. Vimos desde fuera la Roud Tower, o Torre Redonda, y volvimos por la calle comercial principal hasta la plaza del ayuntamiento.
Entramos en el parque Tívoli, con la idea de ver como empezaban a encender la iluminación, pero aún era un poco pronto, así que estuvimos dando una vuelta por allí, viendo las atracciones, los puestos, La Sirenita, si, si, habéis leído bien, La Sirenita. Resulta que la original se la han llevado a China, hasta Diciembre de este año, como motivo de la exposición universal, y han puesto una copia de la original, en el estanque del parque Tívoli, la verdad es que decepciona, es sumamente enana, pero la foto es obligada, no?
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Como estábamos ya bastante cansados de toda la paliza del día, y hacía un poco de frío, decidimos volver al hotel, sin esperar a ver el encendido de la iluminación, con la idea de descansar un poco, y volver a las 22.30, puesto que había un concierto gratuito y más tarde un espectáculo de luz y color, con las fuentes del estanque. Fué misión imposible, llegamos al hotel, nos comimos unos bocadillos, y nos metimos en la cama para entrar en calor. Ya no nos despertamos hasta el día siguiente...
En principio el destino no es que llamara mucho mi atención, y más cuando apenas 10 días antes había visitado Oslo, pero bueno, para ser un vuelo regular, coincidiendo con puente en Castilla y León, no era demasiado caro.
Tenía más de dos meses para preparar el viaje, así que había tiempo de sobra.
Me gusta leer mucho sobre el sitio que voy a visitar, además de empaparme de todas las opiniones de los viajeros que han estado con anterioridad, y a medida que me fui informando, más pensaba que el país elegido era el adecuado.
Una semana antes de nuestra partida, comenzaron los problemas con la nube volcánica, siendo Dinamarca una de las zonas más afectadas, así que me pasé todos esos días con los dedos cruzados, leyendo todos los periódicos de tirada nacional e internacional (jamás en mi vida había leído tanto en inglés), viendo las noticias de cada canal, entrando en las páginas web de los aeropuertos, de las compañías aéreas. A medida que se acercaban los días el panorama se iba ennegreciendo. De hecho, dos días antes, incluso anulé el hotel que teníamos reservado, porque la no presentación, suponía que me cargasen la totalidad de la estancia.
En fin, si el destino había querido que comprase esos billetes, es que tenía que ir, no?
Pues gracias al respiro del querido volcán islandés, el aeropuerto de Copenhague se reabrió la noche antes de nuestro vuelo...
Así que esa misma noche, buscando hotel a la carrera por internet. Como ya los tenía todos ojeados no fué demasiado complicado.
Hay que decir, que Copenhague es una ciudad un poco cara, y mi objetivo era encontrar un hotel al mismo precio que el que había anulado. El primero era el Cabinn City, el enlace es el siguiente:
www.cabinn.com/ ...-city.html
Situado a unos 10 minutos de la estación central de trenes. La habitación reservada era como el camarote de un barco, con literas y cuarto de baño. El desayuno no estaba incluido, y el precio 1100 DKK, dos noches, dos personas (unos 150 euros).
El hotel escogido fué el Selandia.
www.hotel-selandia.dk/ ...e_239.aspx
Realicé la reserva a través de la misma página del hotel. El precio 1090 DKK, las dos noches, en habitación doble, con desayuno incluído. La situación inmejorable, a dos minutos caminando de la estación de tren y a 5 minutos del parque Tívoli. El único problema es que nuestra habitación no tenía baño dentro de la habitación (nunca nos habíamos alojado en una habitación sin baño), pero la verdad, es que ni lo echamos en falta, puesto que estábamos al lado, y nunca tuvimos que esperar para utilizarlo. Además teníamos un lavabo dentro de la habitación. Los desayunos eran maravillosos. La verdad es que creo que el cambio obligado de última hora, fué todo un acierto...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Siguiendo con la historia...Nuestro vuelo era a las 11 de la mañana, así que como somos de Zamora, y llevamos coche propio, pués salimos a las 6.15. Sólo llevabamos equipaje de mano, así que no teníamos que hacer cola para facturar. Tiempo suficiente, ¿verdad?. Si, si, pillamos toda la hora punta de entrada en Madrid, en la A6, retención, y retención, y retención...no avanzabamos, cuando entramos en la M40, más de lo mismo...Me estaba poniendo mala...Llegamos al pueblo de Barajas (que es dónde normalmente dejamos el coche) a las 10 de la mañana! y todavía teniamos que aparcar, coger el metro, llegar a la terminal, cambiar euros en coronas danesas, e imprimir el billete (hay unas maquinitas que metiendo el número de tu localizador te lo hace en un momento, y gratuíto por supuesto)...Pués no sé como lo hicimos, pero nos dió tiempo, y eso que el vuelo salió puntual...Eso sí, como no encontrábamos sitio para aparcar, dejamos el coche abandonado en un descampado...(no le pasó nada de nada, y eso que a la puerta de mi casa me lo han "firmado" de atrás a delante y por los dos lados... qué mala que es la envidia!)
El vuelo se nos pasó bastante rápido, y en un plis plas llegamos al aeropuerto de Copenhague.
Lo que nos llamó muchísimo la atención, es que a pesar de haber muchísima gente, no se oía un ruido, menuda diferencia con España, con lo escandalosos que somos nosotros!
En el puesto de información del aeropuerto compré dos Copenhagen Card de 24 horas.
online.citybreak.com/ ...culture=en
Sirven para entrar gratis en casi todos los sitios, para el transporte público dentro y fuera (un área muy extensa) de Copenhague, y para descuentos. También vale para el transporte a y desde el aeropuerto.
Nos costaron 229 DKK (unos 31 euros), no existe descuento con carnet de estudiante. Y ahora el truco del almendruco: Las tarjetas son plastificadas, unos cuadraditos en blanco, para poner la fecha y la hora en el momento en que la empiezas a utilizar...Hay unos rotuladores muy majos de la marca pilot que tienen una gomita especial en la punta, para poder borrar lo que escribes. No deja ni rastro...Nosotros estuvimos utilizando la tarjeta los tres días que estuvimos en Copenhague!!! Quedaron por lo tanto más que amortizadas, además las revendí por internet, por el módico precio de 35 euros las dos, que descontando los gastos de envío se quedaron en 30 euros.
Pues con nuestras tarjetitas en la mano, y con la fecha y hora recién puesta con mi boli mágico, nos dirigimos a coger el tren que nos llevaría a Copenhague. Los trenes allí, como la mayoría en las ciudades europeas, son una maravilla, puntuales, nuevos, limpios, cómodos...me encantan los trenes!!!
Todo está muy bien señalizado, así que es casi imposible confundirse de tren o de andén, y pasan con una frecuencia de unos 10 minutos.
A nosotros nos interesaba más coger el tren de cercanías que el metro, ya que el hotel como he explicado antes, estaba al lado de la estación principal "Kobenhavn H", y el metro no pasa cerca de allí.
Desde el aeropuerto "Kastrup" a "Kobenhavn H" son tres paradas, no llega a 15 minutos.
La estación de trenes es preciosa, si tenéis oportunidad de pasar por allí fijaros en las maravillosas cerchas de madera que forman toda la estructura de la cubierta (lo siento, es deformación profesional).
En 3 minutitos justos estábamos en nuestro hotel, hicimos el check in, dejamos nuestras maletas en la habitación, nos preparamos unos bocadillos "made in mercadona" y nos fuimos a patear Copenhague, sobre las 15.00 ó 15.30h, no sin antes coger un plano gratuíto de la ciudad en la recepción del hotel. Tengo que decir que solicité que me enviaran un plano a mi casa en la página:
visitcopenhagen.dk/
Y me lo enviaron...mes y medio más tarde desde su solicitud! Tenédlo en cuenta por si tenéis previsto viajar allí. Creo que me hubiese sido de gran utilidad tenerlo antes, para haber planeado sobre el papel una rutita...
Hacía un poco de frío y bastante aire, pero eso no nos impidió comenzar a conocer la ciudad. Al principio estaba un poco desorientada con el plano, la verdad no sé por qué razón, puesto que no me suele pasar. Caminamos en direción al centro, bordeando el parque Tívoli y dejando a un lado la plaza del ayuntamiento, nos metimos por una calle peatonal, que no era la principal, pero al final llegamos a ella, la calle Stroget, de la cual se dice que es la calle comercial peatonal más larga de Europa, larga es un rato, todo hay que decirlo...Pasamos por el museo Guinness de los récords, y llegamos a Kongens Nytorv, que es una plaza muy bonita, dónde hay varios edificios interesantes.
Pasando la plaza te das de bruces con el puerto Nyhavn, desde luego una de las zonas más bonitas y pintorescas de la ciudad, con sus casitas de colores, sus terrazas, sus barquitos, su ambiente. A mi desde luego me gustó mucho. Además es una zona dónde se pueden sacar unas fotos preciosas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Seguimos caminando hasta el final y vimos la casa de H. C. Andersen, en el número 67, es un edificio blanco, no muy destacable.
Continuamos por el puerto y divisamos en la otra orilla el edificio de la ópera, es bonito, pero no se puede comparar con el de Oslo.
Llegamos hasta el palacio de Amalienborg y a la Marmorkirken, que es la iglesia de mármol, no pudimos entrar, porque justamente eran las 18.00 h y estaban cerrando. A dos pasos de la iglesia de mármol, se puede observar una iglesia rusa, con sus tres bulbos dorados.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pasamos por el palacio de Rosenborg, que por supuesto también estaba cerrado. Hay que tener en cuenta que en Copenhague cierran los sitios de interes como muy tarde entre las 17 y 18 horas, por lo menos durante el mes en el que estuvimos nosotros, pero no creo que en verano sea muy distinto. Paseamos por sus jardines, vimos los cisnes, los patos, y comenzamos a bajar por la calle Kobmagergade, que también es peatonal. Vimos desde fuera la Roud Tower, o Torre Redonda, y volvimos por la calle comercial principal hasta la plaza del ayuntamiento.
Entramos en el parque Tívoli, con la idea de ver como empezaban a encender la iluminación, pero aún era un poco pronto, así que estuvimos dando una vuelta por allí, viendo las atracciones, los puestos, La Sirenita, si, si, habéis leído bien, La Sirenita. Resulta que la original se la han llevado a China, hasta Diciembre de este año, como motivo de la exposición universal, y han puesto una copia de la original, en el estanque del parque Tívoli, la verdad es que decepciona, es sumamente enana, pero la foto es obligada, no?
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Como estábamos ya bastante cansados de toda la paliza del día, y hacía un poco de frío, decidimos volver al hotel, sin esperar a ver el encendido de la iluminación, con la idea de descansar un poco, y volver a las 22.30, puesto que había un concierto gratuito y más tarde un espectáculo de luz y color, con las fuentes del estanque. Fué misión imposible, llegamos al hotel, nos comimos unos bocadillos, y nos metimos en la cama para entrar en calor. Ya no nos despertamos hasta el día siguiente...
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