Salimos de Carantec con un poco de pena, iba a ser nuestra última etapa ya empezábamos a bajar y parecía que no llevábamos 10 días de viaje. Serán unos 170 Km hasta Pont-Aven.
Nuestra primera parada en la ruta fue
Brest. Nos interesaba ver la ciudad ya que, según una guiá que consultábamos sobre la Bretagne, Brest está declarada como Patrimonio de la Humanidad, pero no por su belleza si no por la reconstrucción que hicieron sus habitantes después de la II Guerra. Solamente, ironía, se salvó de los bombardeos aliados el Castillo, el edificio más antiguo de la ciudad. En pocos años la ciudad fue reconstruida, Si habéis visto alguno de nuestros barrios construidos durante las décadas de los 60 y 70 y lo multiplicáis por 5, 10, o más os podréis haceros una idea de como es Brest.
Se ha convertido en un enclave portuario donde en sus astilleros aun se construyen y reparan muchos barcos.
*** Imagen borrada ***
Nos desviamos un poco para visitar un pequeño pueblo,
Doulas, en la que el estado francés había reconvertido una Abadía que en su tiempo había sido una gran centro de estudio de plantas medicinales y había convertido el claustro en un jardín con todo tipo de ellas, se lo montan bien estos franceses, te cobran la entrada, por supuesto, y te proporcionan una pequeña guiá que te va dirigiendo según los sentidos que quieras utilizar, tacto, gusto, olfato, vista, oído,...
*** Imagen borrada ***
Al final llegamos a
Pont-Aven. Es un pequeño pueblo, cerca de la costa, Según cuentan Gouguin y algunos más se desplazaron allí para poder pintar por la luz y los paisajes, crearon una escuela propia de pintores y hoy en día se ha convertido en un pueblo eminentemente turístico donde puerta si puerta no hay una galería de arte y en la que no la hay, es una tienda de venta de las “auténticas” galletas de Pont-Aven.
*** Imagen borrada ***
*** Imagen borrada ***
*** Imagen borrada ***
En Pont-Aven habíamos reservado una habitación en un hotel, La Chaumier Roz-Aven (11, quai vTheodore Botrel) (100 €/noche), la ubicación del hotel era estupenda, junto al rió y su construcción era una reproducción de las cabañas bretonas.
*** Imagen borrada ***
Como todas las tardes salimos a pasear y conocer la ciudad y empezar a pensar en las compras que pensábamos llevar a la gente de casa. Cenamos en una pizzeria estupenda, un poco escondida fuera de la calle principal, os la recomiendo, sus productos eran magníficos, La Campagna (40, rue du Géneral de Gaulle), su carpaccio, la pizza clásica de 4 quesos y su postre pomme four fueron una delicia.
Después de callejear un poco mas, nos fuimos a la cama que, como siempre, al día siguiente madrugamos.
Primer dia. Como en el hotel no teníamos el desayuno incluido habíamos localizado el día anterior una bulangerie que por la mañana servían también desayunos a un precio mas bajo.
Nuestra idea hoy era visitar la costa y llegar hasta Punta Raz y también Punta Penmarch unos 200 km visitando también Quimper con la sexta catedral,
La ciudad de
Quimper tiene una aire señorial y su catedral esta dedicada a San Corentin aunque también esta dedicado al patrono de los abogados, St Ivens. Estuvimos callejeando un poco y después nos fuimos hasta
Punta Raz.
*** Imagen borrada ***
*** Imagen borrada ***
*** Imagen borrada ***
En Punta Raz, como todas las zonas turísticas los franceses han convertido la zona en un complejo turístico/ocio completo, tiendas, restaurantes, bares. Mira por donde, me compré a un precio más bajo que en otros sitios, un chaquetón marinero que me hacia mucha ilusión, lástima que no fuera amarillo (me conformé con el rojo).
El lugar es impresionante, os lo recomiendo a pesar de que nosotros no tuvimos mucha suerte por el tiempo, había una niebla que solo nos permitía ver los faros a intervalos y no muy bien pero el paseo de unos 45 minutos valió la pena.
*** Imagen borrada ***
*** Imagen borrada ***
*** Imagen borrada ***
Después de Viasitar la punta Penmarch regresamos a Pont-Aven
Hoy es el último día, por lo que decidimos hacer pocos kilómetros para estar descansados, mañana visitaremos Vannes y Carnac que nos viene de paso hacia La Rochelle que será nuestro último día en Francia, pero eso es mañana.
Después de desayunar en otra Bulangerie nos vamos a visitar Concarnau y Quimperle.En
Concarnau hay que visitar su ciudadela, parece St Malo en pequeño, la ciudadela esta llena de callejuelas con tiendas de regalos y otras de ropa de calidad (!y de precio!).
*** Imagen borrada ***
*** Imagen borrada ***
De allí bajamos a
Quimperle. Sus calles estrechas y Su iglesia gótica eran una buena despedida no os la perdáis originalmente del siglo XIII y tras su derrumbe parcial fue reconstruida en parte en estilo gótico flamígero en el siglo XV.
*** Imagen borrada ***
Paseando por una des sus callejuelas nos encontramos con un restaurante pequeño e ideal, L'Assiette de l'Isole (2, rue isole) que también os recomiendo aunque por lo que habéis comprobado casi todos los restaurantes en los que hemos comido, y muy bien por cierto, han sido encontrados al azar por lo que, mi lista os sirva de guiá orientativa.
Cuando regresamos a Pont-Aven vimos que ya habían empezado las fiestas. Son unas fiestas en las que la gente se viste con trajes típicos y por la noche hay verbena con degustación de productos de la zona, buen final. Aprovechamos para callejear y realizar algunas de las compras que teníamos previstas
*** Imagen borrada ***
*** Imagen borrada ***
*** Imagen borrada ***