ESte viaje casi de imprevisto, con muchas improvisaciones y siempre siguien el instito y la filosofia de ¿Y por que No?, me llevo por 10 países de Europa, durante 36 días, por auto, en tren, en autobus y un par de aviones pase por España, Italia, Austria, Republica Checa, Alemania, Holanda, Belgica, Francia, Suiza, Inglaterra y Escocia.
Antecedentes:
Este viaje que había anhelado por al menos cinco años se cristalizo en una borrachera que le prometi a una de mis mejores amigas que iría a visitarla a Barcelona, a donde se iba de intercambio de Erasmus, esto fue en Febrero de 2010, y la visita seria en el verano, durante los cuatro meses restantes desestime la idea por considerarla poca ajustada a mi realidad, aunque si bienm, había posibilidades de ir, nunca me lo había tomado enserio y tras varias insistencias y con menos de dos meses de anticipación empecé a tramar todo, cabe destacar que mis boletos me los entregaron casi un mes antes (o menos) y mi pasaporte lo tramité hasta el 7 junio, siendo que mi vuelo salia el 17 de ese mismo mes.
También, a pesar de que había ya visto montones de lugares y países que quería visitar nunca le había puesto mucho énfasis a ciertos lugares por lo que realmente no había un plan, después de varios intentos trazamos un itinerario que en la realidad quedo plasmado muy diferente por muchas circunstancias que nos fueron sucediendo.
El inicio
Sali el 17 de Junio de 2010 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, fiel a mi desorganizada costumbre había apenas terminado las maletas un par de horas antes empacando todo de rapido, había tenido trabajo en la mañana lo que me había limitado el tiempo y todavía no tenia muy claro que me llevaría, encima me perdí el partido de México-Francia.
Salí cerca de las 9 de la noche, en un vuelo de 11 horas con conexión a Amsterdam por KML, de ahí abordaría otro para llegar a Barcelona el viernes a las 11 de la noche tiempo local.
Odio los aviones y los vuelos, pero este se paso de la raya, me toco en medio, entre dos holandeses que se durmieron a placer todo el rato, nunca pude encontrar una posición cómoda en las más de 10 horas de vuelo por lo que debi de haber dormido a los mucho 3 horas. Eso si, bebí de más para tratar de pasar el rato aunque no fue mucho.
Después de horas eternas de mirar el posicionamiento global del avión por las pantallas llegamos al Aeropuerto de Schipol, era de día, como las 3 de la tarde cuando llegamos, fue lo más impresionante que me ha sucedido hasta este momento, ver la autopista, el tipo de autos, todo tan ordenado era increíble, juro que por un momento pensé que me había secuestrado los aliens, a pesar de ver montones de películas europeas no hay nada como la realidad.
Después del papeleo rutinario llegue muy cansado y me esperaban 3 o 4 horas de espera para el siguiente vuelo, así que me decidí marcharme a la ciudad antes que dormir en alguna banca del aeropuerto, tenia hambre y aun no tenia muy claro que hora era, si las 3 de la tarde para mi, o las 9 de la mañana de la Ciudad de México.
Después de preguntar con el personal del aeropuerto, para mi sopresa varios hablaban español, me dirigí a la estación de trenes que esta ahi mismo en el aeropuerto, llevaba unos minutos con el ingles, el cual por falta de practica estaba en un nivel que daba pena, pero como podia me hacia entender. Lo curioso aquí fue empezar a familiazarme con el sistema de billetes europeos. Pedi a la ventanilla uno para Amsterdam central, que es donde esta el centro de la ciudad, la chica que me a tendio me dijo "One way", pero yo entendi "One Day", y dije genial, a quí venden boletos por dias!!, si quiero uno.
Lo compre y me fui a los andenes con mi primer error.
Cuando aborde el tren note que tenia una especie de segundo piso, unas escalaras llevaban a un compartimento en la parte superior donde había mas asientos, como la parte en donde me había subido estaba llena, se me hizo facil subir las escalaras abrir la puerta de cristal y acomodarme en un lugar. Todo bien y sin problemas.
Ya en la ciudad, la calles me recordaron mucho a una ciudad mexicana llamada Guanajuato, muchos callejones, calles pequeñas y empedradas, solo que estan con un estilo diferentem, muy rectas sin subidas ni bajadas, y sobre todo el rio, que después me acostumbraria en las ciudades europas, era fantastico, el clima era algo seminublado, no había sol, pero tampoco frió. Lo que más recuerdo de este momento es que llegue escuchando en mi Ipod a los Cardenales de Nuevo León, un grupo mexicano bastante folclorico y muy nacional que contrastaban por demás con el panorama que en ese momento estaba mirando, por lo cual, como buen mexicano me hizo reafirmarme como tal y sentirme patriota en tierra ajena jajaja.
Es increible la cantidad de bicicletas que hay en la ciudad, en México, concretamente en la capital a penas estan lazando programas para incentivar su uso, pero no pasa de ser un medio "fashion" para los chicos alternativos,, más que una via de transporte real, por lo que no es muy tomada en serio. PEro aquí cielos biciletasp or tods lados, como buen turista era imposible no saber que estaba en medio de su camino, continuamente escuchando los timbres de la bici, deciendote "haste aun lado", y modelos tan diversos, así como la gente que las usa. Tras contemplar esta peculiar escena me decidi ir a comer, queria empezar de uan vez con las famosas cervezas holandesas, alemana, alguna extraordinaria bebida fuera de lo comun, pero lo único que obtuve fue una insipeda Heinken, no me di cuenta y cuando ya estaba en el local no pude dar marcha atrás asi que deguste mi pasta con esa cerveza.
PAra el momento de la cuenta vino otro asunto importante, mi amiga que ya estaba desde hacia seis meses en Barcelona para ese momento, me habpia comentado, segun ella, que no se deja propina, que esta mal visto, supuestamente ella alega que como ganan más por la hora que trabajan no la necesitan, aun así no le creí pues se que siempre se les deja, pero también medite un poco eso, así que cuando llego mi cuenta de 15 euros, dude en cuanto dejarle, como aun no tenia la visión del euro como tal, por que realmente pagar 15 euros es algo muy barato para mi, y esto en el sentido de que solo son quince monedas de un 1 por una comida, cuando en mexico tienes que sacar muchos billetes para pagar algo que probablemente con la conversión sea mas caro pero uno ya esta familiarizado con su dinero sabe que hacer, aquí pensaba si 1 euro era mucho, después pense en cinco, pero al convertilos a pesos, dije "que soy el jeque arabe acaso, eso es mucho!". Un euro y cincuenta centavos fue lo que deje en el plato y me salí.
Todavía recorri un poco más la ciudad antes de regresarme, y claro con mi mismo boleto, si según yo era de "un dia", entonces tome el tren de regreso, y de nuevo me subí al segundo compartimento, donde yo sabia que era más cómodo y había lugares, que para ese momento me vino a revelar la verdad la siguiente escena:
Estaba yo descansado en el asiento, esperando que se moviera el tren, cuando entro una chica mirando a todos lados, le pregunto a un chico que estaba unos asientos más aun lado, si ese era la sección de Primera Clase, por ella tenia de Segunda. El tipo, algo simpático le dijo algo así como "Pues no se ve muy diferente, que más da... primera, segunda en todos los trenes es igual", la chica no muy convencida se regreso y entonces salto ante mi esa interrogante. "Los trenes tienen clases?" le pregunte. "mmm pues no hay mucha diferencia entre una y toda todos están igual de feos", me respondió y me señaló que hay un numero en cada vagón, el de ahí decía 1, y abajo era 2, que era la segunda clase, en eso empezó a arrancar el tren, y le dije, mmm pues yo no estoy muy seguro de cual tenga. Me dijo "como sea ya estas aquí". Me quede ahí y por suerte ningún inspector paso en ese momento, pero después me explicaron que corrí con mucha suerte, porque además de no haber comprado boleto de regreso, me había ido en una clase que no era para mi por lo que era multa segura.
Algunas fotos de ese momento:


