Este diario será de tipo práctico, pues los sitios céntricos para visitar se pueden encontrar en cualquier guía o en los foros abiertos, por lo que prescindo de nombrar cada uno de los sitios/edificios turísticos que visité. En cualquier caso, son ciudades fáciles de conocer y de encontrar todo lo que hay que ver y en las que uno se puede mover sin problemas, casi sin necesidad de mapa.
Mi viaje se realizó del 3o de julio al 7 de agosto, 9 días – 8 noches.
El vuelo de ida fue Madrid-Vilnius (haciendo escala en Frankfurt) y el vuelo de vuelta fue Riga-Madrid (con escala en Frankfurth). Estos vuelos fueron con Lufthansa, compañía que recomiendo por puntualidad y porque dan comida en todos los vuelos, y su precio rondó los 225 €/persona. Los compré con casi 6 meses de antelación. El viaje se inició y se terminó en esas ciudades porque era la mejor combinación posible de precios que tenía.
Con AirBaltic contraté dos vuelos, Vilnius-Tallín y Tallín-Riga. Esos vuelos salieron por 50 €/personal (más o menos) cada trayecto con una maleta de 20kgs. Incluida como equipaje (cada maleta de 20kgs. vale 20 € por trayecto, éramos dos personas con una maleta para ambos). Estos vuelos también los compré con unos 6 meses de antelación.
La verdad es que se ve que poca gente se mueve entre estas ciudades en avión pero es algo que yo recomiendo por la comodidad y rapidez. En el vuelo Vilnius-Tallín íbamos 13 personas, en el Tallín-Riga iríamos unas 30; así las cosas, no había colas ni para facturar, ni embarcar, una pasada. AirBaltic también fue muy puntual y era muy escrupulosa con el peso del equipaje facturado y el de mano (pesaron todo y el de mano creo recordar que no puede pasar los 8 kgs.).
Vilnius
Llegamos a esta ciudad un sábado sobre las 12 de la noche; en el aeropuerto estaban todas las casas de cambio cerradas, así que tuvimos que negociar el precio del taxi al hotel en euros. Creo que nos timaron porque en los foros leí que el precio sería mucho menor y el hotel me había ofrecido transporte desde el aeropuerto por 11 € (transporte que no contraté) y conseguimos el taxi pagando 20 € (el primer taxista con el que hablamos nos pidió 25 €). A esas horas había muchos taxis, pero lo que te apetece es llegar cuanto antes así que cerramos el precio en 20 €. Ahora recomendaría contratar el transporte con el hotel por 11 €. Igual, si hubiésemos llegado más temprano la cosa hubiera cambiado.
El hotel era el Hotel Congress, pagamos 65 €/noche con desayuno incluido. Recomendaría el hotel porque está bastante bien situado, a unos 5 min. Andando del centro y a 3 min. de la parada de autobús al aeropuerto (en el hotel te explican dónde está esa parada). El bus al aeropuerto tardará unos 20-30 min. y vale 2,5 lits (importante llevar el importe exacto a la hora de pagar).
Las habitaciones son relativamente espaciosas, la nuestra daba al exterior y tenía wifi gratis; el desayuno bastante bien y muy tranquilo y el horario amplio (fin de semana hasta las 11.00 am y por la semana hasta las 10.30 am).
Vilnius me pareció una ciudad pequeña, pero con su encanto. Los precios, más baratos que en España. Tiene unas terrazas encantadoras donde además de beber puedes pedir comida o aperitivos.
Para el cambio del dinero, todas las casas de cambio dan el mismo tipo de cambio y cobran una comisión fija que creo recordar era 1 €, más o menos. Nos dijeron, pero no fuimos, que sólo en la estación de tren hay una casa de cambio que no cobra esa comisión.
La ciudad se recorre andando en una mañana. La calle Pilies es la más transitada con cientos de negocios de souvenirs. En esa calle está el restaurate FORTO DE VARA, creo recordar que por unos 25 € cominos un primero, dos segundos y un postre. Comida típica lituana.
Por la noche recomiendo la terraza del Hotel Radison, estaba cerca de nuestro hotel. Tiene muy buenas vistas de la ciudad y copas a precios similares a España.
De Vilnius fuimos al Castillo de Trakai en bus, hay muchos a varias horas. El trayecto dura 45 minutos. De la estación de bus al castillo habrá unos 3 kms. Andando, un buen paseo. He decir que Trakai nos decepcionó, está en una zona bonita, pero tampoco es para tanto. Si sobra el tiempo se puede ver, pero nunca dejaría de ver la ciudad por ir allí. En Trakai vendían una especie de empanadillas en todos los sitios, que deben ser típicas de la zona; está buenas pero tampoco nada del otro mundo.
Tallín - Helsiki
Llegamos en avión sobre las 21 horas y ya sabíamos que el bus paraba muy cerca del hotel, así que fuimos en autobus público. Iba a tope pero en unos 15 min. Ya estábamos en la ciudad y al lado del hotel. El precio creo que era 1,60 €/persona.
Nos alojamos en el Hotel Park Inn Central Tallin, unos 50€/noche, con desayuno. Lo único bueno del hotel, que está a 5 min. Andando del centro de la ciudad y que el wifi funcionaba y era gratis. Por esa zona hay muchos hoteles que tienen de positivo cercanía a la ciudad y al puerto.La habitación grande pero mala. La cama era la peor que he usado en mi vida con un colchón malísimo. El baño tampoco era nada bueno, una ducha cuyo suelo era prolongación de la baldosa del baño y a la que le faltaba limpieza.
El desayuno era una romería, no había sitio para toda la gente alojada y había que esperar unos 10 minutos en la cola para poder desayunar y luego sentarte en la mesa sucia (porque no les había dado tiempo de limpiar). Luego les pedías leche caliente y te la daban fría. Muy mal.
Es la ciudad que más me gustó, su casco histórico es precioso y en un día se recorre bien. Nosotros estuvimos 3 noches.
Para comer recomendaría el OLDE HANSA, aunque la comida es típica letona y te ponen cosas “raras” mezclando dulce y salado. El precio, como en España o algo más. El restaurante está en pleno centro y se ve fácilmente.
Por recomendaciones del foro conocimos el restaurante VAPIANO, que además estaba cerca del hotel. Nos gustó tanto que comimos allí dos días. Es una especie de autoservicio italiano decorado con estilo moderno y con unas pizzas y pastas que están de rechupete, además el precio está muy bien, por unos 20 € tomamos una pizza, dos platos de pasta, cerveza y coca-cola.
Lo más bonito para mi, los alrededores de la Plaza del Ayuntamiento.
Compramos chococaltes Kalev, hay una tienda en el centro, pero los puedes conseguir en cualquier supermercado más baratos (aunque tampoco son muy caros). Es un buen recuerdo/regalo porque hay cajas con fotos de la ciudad.
Un día lo aprovechamos para ir a Helsinki. El hotel estaba a unos 10 minutos andando del puerto. Compré con antelación el billete de ferry, salimos a las 11.00 de Tallín y llegamos a las 13.00 a Helsinki; la vuelta fue a las 21.30 horas. Los billetes los compré en España por internet, me salieron en 40 €/persona ida y vuelta. El ferry puntualísimo (hay que estar 30 minutos antes en el embarque y salió unos 10-15 minutos antes de lo previsto). En el ferry te sientas donde quieras y tienen bares, tiendas y supermercados. Es un buen supermercado de alcohol, los finlandeses se ponen hasta las trancas allí.
Al salir del ferry en Helsinki teníamos previsto coger un bus a la ciudad; llevaba mal los números y no tenía mapa así que hicimos el trayecto andando, serían unos 2-3 kms.
Para moverse por la ciudad compramos un bono de bus de un día, que vale 7 € que te permite uso ilimitado de los transportes por la ciudad. El bono se puede comprar en el mismo autobús o en la oficina de turismo.
Nosotros casi paseamos toda la ciudad andando y luego cogimos el tranvía 3, que creo que es el turístico, pero nos decepcionó un poco pues te mete por muchos sitios que no tienen mucho que ver.
Helsinki es una ciudad cara, que está bien conocerla pero no tiene mucha cosa. Lo mismo que comíamos en Tallín por 20 € en Helsinki valía 35 € (también fuiamos al Vapiano).
El último día en Tallín compramos el bono para el bus turístico, sólo merece la pena cogerlo si sobra tiempo pues te lleva por los alrededores, el centro sólo se puede recorrer a pie. En ese bus vimos todo lo que nos quedaba de la ciudad. El precio creo que son 16 €/día pero en el hotel nos dieron un par de bonos gracias a los que el bus nos salía por 10 €/día, por eso preferimos cogerlo en vez de ir a los sitios de las afueras en bus/tren.
Riga
Llegamos en avión sobre las 22 horas y nada más salir del aeropuerto una azafata de AirBaltic ofrecía un transporte a diferentes hoteles de la ciudad (entre los que estaba el nuestro) que se podía pagar en euros o en lats (precio, 3 LATS o 5 €). Creo que por poco más (por unos 10 LATS se podía ir en taxi, pero tampoco nos apetecía negociar así que fuimos en el bus, que nos dejó en el hotel en unos 30-40 minutos.
El hotel se llamaba HOTEL ALBERT y valía unos 60 €/noche.
Fue el mejor hotel de todos los que estuvimos, y lo notamos mejor al volver del hotel tan malo de Tallín. Era bastante moderno, camas muy cómodas, muy buen aire acondicionado y buen wifi. La única pega, por ponerle alguna, es que la ducha no tenía mampara por lo que dejabas algo mojado el baño. El desayuno abundante (quizá faltaba algo de dulce, pues habían muchos platos salados, pero eso debe ser por el estilo de desayuno en esos países), muy cómodo y espacioso el comedor y con horario amplio de desayuno (hasta las 11 am los fines de semana y las 10 am por la semana). Hotel muy recomendable.
De la ciudad está a unos 10-15 min andando, atravesando un parque; los hay más céntricos, pero si no te importa andar, está muy bien.
Para comer, recomiendo la cadena Lido. En turismo hay un plano con los restuarantes LIDO de la ciudad; un día fuimos al que está en el centro, Alus Seta (creo recordar que se llama), éste está bien porque está en pleno centro de bullicio de Riga pero tiene menos variedad de platos que otro Lido al que fuimos que estaba en la calle Elizabeth (o algo parecido).
Es un self service con mucha variedad de platos y con precios muy buenos. Por unos 20 € comen dos personas. Recomiendo probar la cerveza del mismo restaurante, mi marido dice que es de las mejores que ha probado.
Por la ciudad hay múltiples terrazas con precios algo más caros que en España.
También tienen su propia marca de chocolates, Layma, creo que se llama. Hay cajas con las fotos de la ciudad en tiendas y supermercados.
Una noche cenamos en el Friday´s, como en España y con precio igual.
Cuidado con el cambio, nosotros cambiamos 50 € al llegar en el aeropuerto, nos daban un cambio relativamente bueno. En la ciudad entramos a una casa de cambio y, cambiando otros 50 € nos dieron 5 € menos que en el aeropuerto. Desde ese momento decidimos pagar todo con tarjeta, cosa que es muy usual en esos países. Hasta las cervezas de las terrazas se podían pagar con tarjeta.
Riga es una ciudad preciosa, más grande que Tallín y que cuando más ambiente hay es a partir de las 19/20 horas; la gente sale mucho y hay un montón de terrazas con música en vivo y por la noche muchos pubs. Hay cientos de despedidas, sobre todo de chicas. Y en los chicos se ve mucho desfase.
No fui, pero me tenía buena pinta, la terraza del Radison, que también debe tener buenas vistas a la ciudad y ambiente de discoteca.
De las tres ciudades es la que más policía tiene, o al menos más policía se ve.
De Riga nos acercamos un día a Jurmala, es la zona de costa, donde veraneaba Boris Yeltsin. Se va en tren o en bus, nosotros fuimos en tren (hay muchos cada 20 minutos, más o menos) y el billete vale poco menos de 2 €. Jurmala no me gustó, tiene un paseo con chiringuitos que se ve algo decadente y una playa muy grande que, comparada con las de España, no vale mucho. No recomendaría ir allí salvo que sobre tiempo, por decir que viste la zona.
Para volver al aeropuerto preguntamos en recepción por los buses de AirBaltic; ya tienen horarios para pasar por el hotel y esperamos la hora y así fuimos.
Frankfurth
Ya de vuelta a España hicimos escala en Frankfurth y como teníamos 5 horas de espera nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad. Cogimos el tren al centro por 3,90 €/trayecto y en 15 minutos estábamos en el centro. Más o menos vimos toda la ciudad y pudimos comer salchichas porque había multitud de puestos con comida y bebida. El equipaje de mano (ordenador) lo dejamos en las taquillas de la estación de tren (las pequeñas valían 3 €, y según el tamaño va subiendo el precio).