Despues de prepararnos para salir, nos despedimos de la vivienda sin mucha pena y salimos a meter el equipaje en el coche.
Era muy temprano, por lo que decidimos parar en algun pueblo a mitad de camino para conocerlo. ¡Que mejor pueblo que Siena!
Despues de subir unas cuantas colinas, aparcamos el coche en las afueras de la ciudad, desde donde había una buena vista:

A medida que nos ibamos acercando a las murallas, empezamos a apreciar el encanto de este pueblo.
Todas las calles son empedradas, y la estrechez de sus travesías, unida a los edificios medievales que las componen, hacen de Siena una ciudad deliciosa para visitar.

Según llegabamos al centro, nos encontramos con un desfile de banderas amarillas llevadas por una especie de soldados medievales que iban recorriendo el pueblo.

Continuamos andando hasta la Catedral de Siena, ya que mi madre tenía mucho interes en visitarla. ¡No nos lo podíamos creer!...Otra vez!!. Todo lleno de andamios y telas cubriendo la fachada!! Nos comentaron que la restauracion era solamente por fuera, manteniendo su interior intacto, así que decidimos entrar.
Nada mas acceder a su interior, te sientes sobrecogido por su belleza. Todo el pavimento esta cubierto de mosaicos de marmol que representan diferentes figuras. Los techos góticos son tan altos que no puedes apreciar la decoracion de sus bóvedas.
Absolutamente toda la catedral esta decorada con rayas horizontales que hacen que la sensación gótica de estrechez desaparezca.

El púlpito que hay en su interior es verdaderamente una obra de arte.
Pero, cuando crees que ya lo has visto todo, accedes a una pequeña sala completamente decorada de mosaicos y diferentes libros expuestos en vitrinas, con una copia de la escultura de las Tres Gracias en el centro.
La catedral de Siena, nos dejó realmente impresionados.
Volvimos a salir al exterior para continuar caminando por el pueblo, hasta que llegamos a la Piazza del Campo, donde se encuentra el Palacio Publico o Ayuntamiento con su famoso Campanile. La plaza es enorme y tiene forma de abanico. En determinadas fechas (2 de julio y 16 de agosto) la plaza se anima mas si cabe con Il Palio, una carrera de caballos alrededor de la misma que constituye la fiesta mas popular y famosa de Siena.

Optamos por sentarnos a degustar un capuccino en la plaza y, cuando terminamos, volvimos a coger el coche para continuar nuestro recorrido.
Paramos en un restaurante de carretera, nos pedimos unas porciones de pizza y estuvimos curioseando por la tienda del restaurante.
Llegamos a Roma aproximadamente a las 16.30 y nos pusimos en contacto con el encargado de Interhome.
Cuando llegó, ya pudimos comprobar que Tito Mauro (así se llamaba) iba a ser un personaje relevante en nuestro viaje, por lo agradable y simpático que es. Ya de momento, no quiso aceptar la fianza de la casa, comentando que si pasaba algo, él se fiaría de nosotros. Un personaje curioso, pero encantador.
Llegué completamente exhausta al piso, supongo que por las palizas que nos pegamos durante todo el viaje. Tenía las piernas con bastantes agujetas y los pies hechos polvo.
Al poco tiempo de llegar, optamos por salir a conocer el Coliseo, ya que estabamos al lado.
Según salimos del piso y comenzamos a bajar las escaleras, resbalé en uno de los peldaños y me precipité al suelo. En ese momento, y viendo como me dolía el tobillo, la certeza de que mi viaje a Italia había concluido me cayó encima como una losa.
En seguida, y cómo pudieron, entre mi novio y mi padre consiguieron llevarme a la cama del piso, desde donde llamamos a Tito para que viniera a socorrernos. Cuando llegó, fuimos todos en el coche a urgencias de un hospital cercano (allí le dicen Pronto Socorso). Menos mal que llevaba hecha la tarjeta sanitaria europea (nunca se sabe)
Tito me acompañó en todo momento, porque hablaba un español perfecto, y así pude comunicarme con los médicos para explicarles lo que había pasado. Me hicieron una radiografía y mis peores temores se vieron confirmados: me había roto el maleolo externo del tobillo. Solución: escayola hasta la rodilla. Tiempo: por lo menos 2 meses de recuperación.
¡¡Genial!! Estaba en Roma, una de las ciudades que mas deseaba conocer y me rompo una pierna... ¡¡¡es que solo me pasa a mí!!!.
Ahora me lo tomo a cachondeo, pero os aseguro que, en ese momento, se me caian unos lagrimones como puños.

Optamos por quedarnos en Roma los 5 días que teniamos reservada la casa, ya que el médico me había comentado que debía tener la pierna en alto durante todo ese tiempo. Mis padres aprovecharon para ver algo de la ciudad y mi novio tambien hizo alguna escapada.
Tito venía a verme todos los días, y me traía comida hecha por su mujer. Fue encantador en todo momento y aprovecho estas lineas para agradecerle todo lo que hizo.
Al cabo de los 5 días, llamamos al aeropuerto de Fiumicino y Barajas para que tuvieran preparada una silla de ruedas, y llegamos sin ningun problema a Madrid.
He de decir, por último, que nuestro viaje a Italia, a pesar de las circunstancias que lo acompañaron al final, ha sido uno de los mas maravillosos que he hecho.
PD: Ya hemos reservado nuestra escapada a Roma, asignatura pendiente de Italia. Salimos para allá el próximo 27 de Septiembre de 2008. Aprovechamos tambien para ver la Costa Amalfitana, asi que, no hay mal que por bien no venga.
Besos!!!!!