Pekín día 4 ✏️ Diarios de Viajes de China

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Día algo cargado de visitas. A primera hora cogimos un taxi desde nuestro hotel para dirigirnos al barrio donde se encuentran el Templo de los Lamas y el Templo de Confucio. El entorno nos pareció muy animado, lleno de pequeños puestos vendiendo incienso, figuritas de buda, souvenirs diversos... Nos acercamos a uno y compramos un paquete con varios palitos de incienso, tras un interesante y divertido regateo. La gente de la tienda era muy agradable y respetuosa, por lo que además del incienso ampliamos un poquito más nuestra compra, y todos contentos.
El Templo de los Lamas estaba muy concurrido, aún así es una visita interesante. Nunca habíamos estado en un templo busdista así que no lo podemos comparar con otros. Nos pareció bastante grande, con ese olor a incienso que impregna todo el entorno.
Una vez terminada la visita cruzamos la calle y nos dirigimos al Templo de Confucio. Y pasamos de la multitud a la soledad casi absoluta. En el templo estábamos nosotros dos y otras 3 personas como mucho. Un sitio silencioso, con jardines amplios, relajantes. En realidad lo que más me gustó del templo fue el entorno, entraban ganas de coger un libro y pasar horas allí.
De vuelta al taxi y a pasar la tarde al Palacio de Verano. Comimos en uno de los chiringuitos de la entrada y nos dispusimos a entrar al recinto con miles y miles de chinos, ¡había una cantidad ingente de personas!
El Palacio de verano tiene una extensión enorme y una vez superado el embudo de la entrada, se disfruta del lugar. En este caso también cogimos una lancha para recorrer el lago pero ¡craso error! la cogimos a pedales. Y el lago es muyyyyy grande. Y hacía un calor insoportable. Y el lago es muyyyy grande....
disfrutamos de la visita durante toda la tarde, aunque nos quedó mucho por ver. Podrías pasarte el día entero.

Fín del día!

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