DIA 29 DE AGOSTO
Al día siguiente fuimos a la otra zona de la isla. Fuimos al yacimiento de Kameiros, nos decepciono muchísimo. Las ruinas están súper deterioradas y no fuimos capaces de ver nada. Además el día estaba nublado y no se podía ni siquiera apreciar unas buenas vistas.
Desde allí fuimos hasta Prassonissi por la costa y la montaña…De camino a Prassonissi paramos en un pequeño museo.
Nos gusto ver la lengua de arena que une las dos partes de la isla. La gente hace surf y Kitsurf y se puede ver como lo practican. También queríamos bañarnos pero el agua estaba súper agitada y no era un día agradable para bañarse.
Comimos en Monolithos, y vimos el castillo. Comimos en un restaurante llamado Cristo, que esta cerca de la carretera. El hombre nos llevó a la nevera para que eligiéramos lo que queríamos comer. Mi chico pidió unos pinchos y yo una especie de butifarra que estaba buenísima... Esto acompañado de ensalada, queso feta y vino.... Comimos muy bien por unos 25 euros. De postre nos regalaron fruta.
Desde allí fuimos por el interior a Siena donde compramos miel y una botellita de licor. Por último acabamos esta excursión por el interior en el valle de las mariposas. Es un sitio precioso con un entorno maravilloso, lleno de vegetación y con un riachuelo con múltiples cascadas. Al principio veíamos pocas mariposas pero finalmente empezamos a ver muchas, muchas, muchas…
Hicimos las dos zonas y volvíamos a por el coche cuando empezaban a cerrar, Nos dio tiempo a entrar en la zona que llevaba a nuestro coche pero cuando llegamos a la puerta esta estaba cerrada. Ya me veía encerrada dentro del valle y pasando la noche allí. Pero finalmente gracias a la ayuda de unos españoles que estaban al otro lado y querían entrar pudimos saltar la valla y conseguir salir, eso si a costa de un agujero en mis pantalones.
Desde allí fuimos a Kremasti donde vimos el arte de alfombrar con piedras.
Volvimos al hotel, y después de un día de tanto coche y curva sólo nos apetecía descansar. Antonio quería ver un partido y se fue a un bar a verlo donde conoció a un argentino con el que estuvo hablando de España. Yo me quedé en el hotel leyendo. Cuando vi que se hacía tarde y no volvía fui al bar y me lo encontré charlando con este chico. Nos comentaba que casi no hay españoles en Rodas, sólo los de los cruceros y es una lastima porque es una isla preciosa llena de contrastes. Charlamos mientras yo disfrutaba de un helado.
Finalmente nos fuimos a la cama.