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Nos levantamos muy temprano, para desayunar a primera hora, porque por delante nos quedaba un día con muchas cosas que hacer. Tras el buenísimo desayuno, nos dirigimos hacia el pequeño pueblo de Schiltach donde llegamos en una media hora, típico de la zona, la mala suerte que tuvimos es que empezó a llover con fuerza y tuvimos que perder un rato, pero el día seguía un poco negro.
Todas y cada una de sus pequeñas casas están construidas con entramado de madera.
Sus tejados en pico se alzan hacia el cielo al igual que los bosques tapizados con millones de abetos que pueblan la Selva Negra.
Al ser domingo y por la mañana temprano estaba muy tranquilo además se puede ver en poco tiempo, destacan la zona del río y la plaza del ayuntamiento, nos gusto mucho este pueblo.
La siguiente parada era Alpirsbach a unos diez minutos, este pueblo es muy famoso porque en el monasterio del pueblo fabrican una cerveza muy conocida en la zona de Alemania, dimos un paseo por la zona del monasterio y un parque muy tranquilo que había en la zona.
Al poco rato partimos hacia nuestra siguiente parada del día Freudenstadt, llegamos tras unos veinte minutos, aparcamos en un parking junto a la plaza principal. Freudenstadt es muy famosa por su Plaza del Mercado: es la más grande de Alemania y tiene una forma casi cuadrada; está rodeada por destacados edificios históricos y, sobre todo, por las hermosas casas con sus galerías de arcos en las que docenas de pequeñas tiendas esperan a su respetada clientela.
Las cincuenta fuentes de agua que proporcionan un microclima muy agradable en verano dan a la plaza un ambiente distinto. Nos detuvimos un rato jugando entre los muchos chorros de sus fuentes. Un lugar rápido de visitar y distinto a los pueblos típicos.
Más tarde partimos hacia el Mummelsee, donde cogimos parte de la famosa B – 500, una carretera con unos paisajes preciosos donde no te cansas de conducir, yo disfrute el camino como un enano.
Al lago llegamos en una media hora, el sitio es para enmarcar lastima que el día no acompañara, este lago con una profundidad de 17 m es el lago glacial situado a mayor altura (1036 m.) de la Selva Negra, en Alemania. La Schwarzwaldhochstrasse (carretera de la Selva Negra) bordea el lago siendo esta la causa de que sea el lago más visitado de la región. La circunferencia del lago es pequeña, pudiéndose bordear a pie en 15 minutos.
Nosotros nos hicimos bastantes fotos para el recuerdo y si el día lo hubiera permitido nos hubiéramos quedado mucho más tiempo en este maravilloso lugar. Con lastima continuamos la ruta del día hasta las Cascadas y la Abadía de Allerheiligen, dejamos el coche en un parking gratuito muy cercano a las ruinas de la Abadía.
Nos cambiamos de ropa y nos pusimos el chubasquero para llegar andando hasta las cascadas, decidimos que ante la lluvia había que poner buena cara. Comenzamos el paseo y lo primero que ves son las ruinas de la Abadía, la verdad es que son bonitas, pero se ven en un momento. Tras ver las ruinas continuamos en un agradable paseo por un sendero junto a un pequeño río
hasta las cascadas donde a pesar de la lluvia hicimos bonitas fotos.
La caminata hasta las cascadas de ida y vuelta al coche nos llevo alrededor de una hora, otro sitio que nos gusto, como prácticamente todo lo que hicimos en este viaje. Después nos dirigimos hacia Estrasburgo, pero antes hicimos otra pequeña parada en Oppenau otro pueblo lleno de bonitas casas de madera dividido por un río, hicimos unas fotos y continuamos.
Tras casi una hora desde las ruinas llegamos a la ciudad donde se encuentra el parlamento europeo y otras muchas cosas. Aparcamos en un parking de pago cercano al centro histórico, lo primero que vimos fue la catedral con su impresionante aguja, sus vidrieras, su color rojizo, la catedral llama la atención y nos encanto.
En su interior destacan sus vidrieras y el reloj astronómico,
se puede subir a la aguja para ver las vistas, que dicen son espectaculares, pero nosotros no subimos porque estaba muy nublado. El ambiente cerca de la catedral te remonta a otra época, con exhibiciones medievales, junto a la catedral se encuentra la casa Kammerzell, con una fachada digna de admirar.
En la calle que baja desde la catedral hay una tienda de galletas llamada La Cure Gourmande, muy curiosa y que merece una visita. Después y aunque la expectativa era alta la realidad nos supero en la pequeña Francia una zona pequeña pero que es preciosa, la zona esta cuidada con balcones llenos de flores flanqueando el río.
De esta zona fue una lastima que los puentes cubiertos y el Vauban estuvieran en obras. Hay muchas mas cosas que ver en esta ciudad como sus iglesias el barrio de la Krutenau, dimos un paseo por la zona y luego nos fuimos hasta la zona del parlamento europeo, donde hicimos algunas fotos,
para ir luego hacia nuestra última parada del día Baden Baden. Nos fuimos directos a las termas de Caracalla donde llegamos alrededor de las seis de la tarde, el parking es gratuito durante 2 horas y el resto es barato, además de enorme. En principio teníamos tres horas pero nos dijeron que podíamos salir a las 10 cuando cerraban. Era nuestra primera experiencia en este tipo de termas, nos dieron la pulsera para la taquilla y para entrar a las instalaciones, como eran las primeras que visitamos nos impresionaron. Las disfrutamos en sus múltiples piscinas, incluida la exterior al aire libre. Después de un rato nos fuimos a la planta de arriba solo para adultos, donde no esta permitido el bañador y la verdad nos gusto la experiencia en las saunas de la parte superior. Las cuatro horas se nos pasaron volando, nos faltó tiempo pero fue una experiencia que nos marcó, aunque luego la superamos, en otras termas, más adelante.
Al salir vimos en un bar los últimos minutos de la final de la Eurocopa, y celebramos la victoria de España junto a los alemanes que iban con España porque Italia eliminó a su equipo, el ambiente fue muy bueno. Aunque nos perdimos el partido, nos mereció la pena con creces ya que era nuestra única oportunidad de disfrutar de esta experiencia, aunque me encanta el futbol.
Tras la cena nos fuimos hacia el hotel, donde llegamos bastante tarde, esa noche dormimos poco, pero el día mereció la pena y España campeona.
Todas y cada una de sus pequeñas casas están construidas con entramado de madera.
Sus tejados en pico se alzan hacia el cielo al igual que los bosques tapizados con millones de abetos que pueblan la Selva Negra.
Al ser domingo y por la mañana temprano estaba muy tranquilo además se puede ver en poco tiempo, destacan la zona del río y la plaza del ayuntamiento, nos gusto mucho este pueblo.
La siguiente parada era Alpirsbach a unos diez minutos, este pueblo es muy famoso porque en el monasterio del pueblo fabrican una cerveza muy conocida en la zona de Alemania, dimos un paseo por la zona del monasterio y un parque muy tranquilo que había en la zona.
Al poco rato partimos hacia nuestra siguiente parada del día Freudenstadt, llegamos tras unos veinte minutos, aparcamos en un parking junto a la plaza principal. Freudenstadt es muy famosa por su Plaza del Mercado: es la más grande de Alemania y tiene una forma casi cuadrada; está rodeada por destacados edificios históricos y, sobre todo, por las hermosas casas con sus galerías de arcos en las que docenas de pequeñas tiendas esperan a su respetada clientela.
Las cincuenta fuentes de agua que proporcionan un microclima muy agradable en verano dan a la plaza un ambiente distinto. Nos detuvimos un rato jugando entre los muchos chorros de sus fuentes. Un lugar rápido de visitar y distinto a los pueblos típicos.
Más tarde partimos hacia el Mummelsee, donde cogimos parte de la famosa B – 500, una carretera con unos paisajes preciosos donde no te cansas de conducir, yo disfrute el camino como un enano.
Al lago llegamos en una media hora, el sitio es para enmarcar lastima que el día no acompañara, este lago con una profundidad de 17 m es el lago glacial situado a mayor altura (1036 m.) de la Selva Negra, en Alemania. La Schwarzwaldhochstrasse (carretera de la Selva Negra) bordea el lago siendo esta la causa de que sea el lago más visitado de la región. La circunferencia del lago es pequeña, pudiéndose bordear a pie en 15 minutos.
Nosotros nos hicimos bastantes fotos para el recuerdo y si el día lo hubiera permitido nos hubiéramos quedado mucho más tiempo en este maravilloso lugar. Con lastima continuamos la ruta del día hasta las Cascadas y la Abadía de Allerheiligen, dejamos el coche en un parking gratuito muy cercano a las ruinas de la Abadía.
Nos cambiamos de ropa y nos pusimos el chubasquero para llegar andando hasta las cascadas, decidimos que ante la lluvia había que poner buena cara. Comenzamos el paseo y lo primero que ves son las ruinas de la Abadía, la verdad es que son bonitas, pero se ven en un momento. Tras ver las ruinas continuamos en un agradable paseo por un sendero junto a un pequeño río
hasta las cascadas donde a pesar de la lluvia hicimos bonitas fotos.
La caminata hasta las cascadas de ida y vuelta al coche nos llevo alrededor de una hora, otro sitio que nos gusto, como prácticamente todo lo que hicimos en este viaje. Después nos dirigimos hacia Estrasburgo, pero antes hicimos otra pequeña parada en Oppenau otro pueblo lleno de bonitas casas de madera dividido por un río, hicimos unas fotos y continuamos.
Tras casi una hora desde las ruinas llegamos a la ciudad donde se encuentra el parlamento europeo y otras muchas cosas. Aparcamos en un parking de pago cercano al centro histórico, lo primero que vimos fue la catedral con su impresionante aguja, sus vidrieras, su color rojizo, la catedral llama la atención y nos encanto.
En su interior destacan sus vidrieras y el reloj astronómico,
se puede subir a la aguja para ver las vistas, que dicen son espectaculares, pero nosotros no subimos porque estaba muy nublado. El ambiente cerca de la catedral te remonta a otra época, con exhibiciones medievales, junto a la catedral se encuentra la casa Kammerzell, con una fachada digna de admirar.
En la calle que baja desde la catedral hay una tienda de galletas llamada La Cure Gourmande, muy curiosa y que merece una visita. Después y aunque la expectativa era alta la realidad nos supero en la pequeña Francia una zona pequeña pero que es preciosa, la zona esta cuidada con balcones llenos de flores flanqueando el río.
De esta zona fue una lastima que los puentes cubiertos y el Vauban estuvieran en obras. Hay muchas mas cosas que ver en esta ciudad como sus iglesias el barrio de la Krutenau, dimos un paseo por la zona y luego nos fuimos hasta la zona del parlamento europeo, donde hicimos algunas fotos,
para ir luego hacia nuestra última parada del día Baden Baden. Nos fuimos directos a las termas de Caracalla donde llegamos alrededor de las seis de la tarde, el parking es gratuito durante 2 horas y el resto es barato, además de enorme. En principio teníamos tres horas pero nos dijeron que podíamos salir a las 10 cuando cerraban. Era nuestra primera experiencia en este tipo de termas, nos dieron la pulsera para la taquilla y para entrar a las instalaciones, como eran las primeras que visitamos nos impresionaron. Las disfrutamos en sus múltiples piscinas, incluida la exterior al aire libre. Después de un rato nos fuimos a la planta de arriba solo para adultos, donde no esta permitido el bañador y la verdad nos gusto la experiencia en las saunas de la parte superior. Las cuatro horas se nos pasaron volando, nos faltó tiempo pero fue una experiencia que nos marcó, aunque luego la superamos, en otras termas, más adelante.
Al salir vimos en un bar los últimos minutos de la final de la Eurocopa, y celebramos la victoria de España junto a los alemanes que iban con España porque Italia eliminó a su equipo, el ambiente fue muy bueno. Aunque nos perdimos el partido, nos mereció la pena con creces ya que era nuestra única oportunidad de disfrutar de esta experiencia, aunque me encanta el futbol.
Tras la cena nos fuimos hacia el hotel, donde llegamos bastante tarde, esa noche dormimos poco, pero el día mereció la pena y España campeona.
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