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A la mañana siguiente el precio del desayuno del hotel era prohibitido pero yo había leido que al lado había un bar que se llamaba Waterspoons y era baratísimo y así fue. Que ricas mis tostadas, mi cafe y mi superzumo y más rico le pareció a Mike su enorme desayuno inglés que creo que costo ¡¡como unas 4 libras!! jeje...
Con la tripa llena fuimos a ver otro de los sitios que increiblemente no habíamos visto nunca: el mercadillo de Candem (no se la verdad muy bien porqué pero nunca habíamos ido).
En la estación de Canary Wharf nos hemos comprado otra vez el pase para el día entero (la travelcard) ya que vamos a coger el metro bastante y tras varias paradas nos bajamos en Candem town.
Anduvimos por Candem High Street con sus tiendas raras y divertidas (me encantaron las fachadas) y llegaos hasta la zona de los canales y vimos los puestos de comida en los que a medida que pasa el día bajan los precios para venderlo todo pero como no era todavía la hora de comer no probamos nada.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Estuvimos bastante tiempo paseando por Candem Stables Market, un antigo establo que se ha convertido en un mercado laberíntico donde cada tienda vende ropa, carteles y objetos antiguos que nos parecieron muy originales y muy curiosas y que está después de la zona de los canales.
Estuvimos bastante entretenidos por aquí y aunque había mucha gente tampoco es que hubiera aglomeraciones, se ve que la gente no madruga tanto como nosotros..jeje...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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No compramos mucho porque yo tampoco soy muy de comprar pero alguna cosilla de recuerdo si que cayó.
Sobre las 13 h (cuando empezaba a llegar la gentecilla) la parada de metro de Candem estaba cerrada y sólo se podía salir, no entrar a si que tuvimos que andar hasta Mornington Crescent un poco más adelante con lo que aprovechamos a comprar unas cosas en un supermercado para comer (no queríamos comer mucho porque teníamos reserva en un restaurante a las 19 h, hora muy británica)
Nos paramos en Goodge Street y anduvimos por una bonita zona residencial por detrás de la Universadad de Londres hasta el Museo Británico (no os lo vais a creer pero era otro de los sitios que no había visto más que por fuera y era un pecado no haberlo hecho hasta ahora, mi cuarta visita a Londres).
Además como sabreis casi todos los museos en Londres son gratis y era increible que yo no hubiera estado todavía aquí....
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Dimos una vuelta por las distintas salas, una exposición temporal dedicada a los caballos y anduvimos por el magnífico hall que es precioso. Tiene muchísima luz y es una pasada, no se no me lo imaginaba tan moderno... Como era de esperar, me encantó haberlo visto por fin.
Cuando salimos volvimos a ir hacia Shaflesbury Avenue por donde habíamos pasado el día anterior porque había mucho movimiento de gente debido a los bares y los teatros y en Piccadilly Circus bajamos por Haymarket a Trafalgar Square.
Ya que estabamos al lado, no podíamos irnos sin ver un poquito de esta zona que tanto me gusta: Trafalgar Square con la National Gallery.
En este museo si que había estado varias veces, y os lo recomiendo encarecidamente tambien ya que está chulísimo. Yo, por desgracia, no entiendo mucho de arte pero ya que encima son gratis creo que merecen una visita aunque sea corta sí o sí.
En esta gran plaza además se estaba celebrando un festival de cultura india y había miles de personas en la plaza con puestecillos vendiendo comida típica y habían hecho unas esculturas como con unos carros con flores enormes y estaban cantando y bailando y era precioso.
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Estabamos cansadísimos pero pensamos que podíamos con un poquito más a si que cogimos la gran avenida Whitehall en dirección al famoso Big Ben y las casas del Parlamento que tanto nos gustan (creo que eso ya lo he dicho veinte veces pero es que de Londres me gusta todo todo y todo) pasando por Downing Street donde vive el primer ministro británico.
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Me hubiera encantado seguir en dirección al río para seguir viendo cosas pero aquí si que ya no podíamos más, cogimos el metro en Westminster y como era la Jubilee line (parece mentira pero va a ser verdad que al final el hotel está bien situado y todo) en unos 20 minutos estabamos en el hotel descansando.
Nos arreglamos y sobre las 19 h estabamos en marcha para ir a cenar al restaurante de Gordom Ramsey "The Maze".
Como era pronto nos paramos una parada más adelante, en Bond Street, y bueno, nos liamos tanto por Oxford Street y Regent Street y luego nos perdimos por Myfair que me dolían los pies horrores de andar y casi llegamos tarde pero en fin, paseamos otro ratito por Londres que nunca viene mal.
Del restaurante os puedo decir que es caro pero nos queríamos dar un capricho y mi chico que es cocinero se volvió loco y yo reconozco que también disfruté.
Eso sí, por si a alguno se le ocurre ir: era un menu degustación para compartir con porciones pequeñas con diferentes sabores y texturas a si que abstenerse los que prefieren grandes chuletones porque se quedarán con hambre.
Terminamos sobre las 11 y no hicimos nada más: ir al metro y volver al hotel a hacer la maleta porque al día siguiente dejabamos el hotel a las 7 de la mañana y a las 9 salíamos en tren desde Paddington para ver a la familia.
Madre mía, fue un infierno y es que casi perdemos el tren. Yo me imaginé que al ser lunes habría mucha gente pero no tanta. Tooodas las líneas de metro estaban saturadas con los pasillos llenos, sin poder cambairte de línea, bueno un caos. Fue muy estresante pero al final lo conseguimos, mi super fin de semana se había terminado y a pesar de tener sólo dos días habíamos hecho todo lo que había planeado y más.
Esta vez no había visto Harrod's, el maravilloso Museo de ciencias y el de Historia que tanto me gustan, Hyde Park, St James Park, The London Eye y las vistas del río Támesis, Buckingham Palace, La Torre de Londres o mi precioso Puente Azul más de cerca pero había visto todo lo quería, paseado con más calma que otras veces sin el estrés de tener que verlo todo y había cumplido uno de mis sueños: ver un musical y cenado muy bien en un restarante chulo de Londres.
Creo que ahora me puedo morir tranquila... jejeje es broma ¡que tengo viajar más!
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