Nos despertamos a sobre las 05:30 horas aproximadamente, como todos los días que permanecimos en Costa Rica. Devoramos el desayuno y pedimos un taxi en recepción para que nos llevase a la Catarata de la Fortuna. Llegamos muy pronto y no había nadie. Bajamos los 460 escalones hasta llegar a la catarata, deteniéndonos antes en los dos miradores para contemplar la misma.

Una vez abajo y estando los dos solos, nos bañamos en el agua helada de la catarata.

Cuando nos cansamos volvimos a subir los agotadores escalones y arriba nos esperaba el taxista que nos había llevado y con el que habíamos quedado. Nos llevó al pueblo y buscamos un lugar donde comer, el cual nos habían recomendado y que por cierto no nos gustó mucho, por no decir nada. Estuvimos allí bastante tiempo conociendo el pueblo.

Después regresamos al hotel, donde tras bañarnos en la piscina, nos dormimos para al día siguiente trasladarnos a Monteverde.
LA CATARATA DE LA FORTUNA ES MUY BONITA. SE VE PERFECTAMETE EN DOS O TRES HORAS MÁXIMO. MI OPINIÓN ES QUE VALE LA PENA IR EN TAXI Y NO PAGAR EXCURSIÓN PARA IR. SI TUVIESE QUE ELEGIR GASTAR EL DÍA ENTRE CATARATA LA FORTUNA O RÍO CELESTE ME QUEDO SIN DUDA ALGUNA CON RÍO CELESTE, AUNQUE LO IDEAL ES PODER VER LAS DOS.