Una maleta con ropa de verano y ganas de pasar una semana conociendo un lugar nuevo, fueron nuestras compañeras de viaje en un plácido vuelo que nos llevó en poco menos de una hora y media a Palermo. Nada más llegar un calor mediterráneo nos dio la bienvenida y supimos desde el primero momento que nos iba acompañar todos los días. Nuestro primer objetivo fue coger el coche de alquiler. Esta vez lo teníamos con la empresa ADVANTAGE, que no tiene oficina en le mismo aeropuerto. Eso no fue un problema porque con un minibús nos llevaron a sus oficinas que están a poco más de 10 minutos, justo en el pueblo de CINISI. Allí cogimos el coche y lo primero que nos dijeron es que estaba un poco rayado. Para nosotros mejor porque la verdad era imposible hacerle algo más y que se pudiera ver, así que salimos de allí con el parte de salida lleno de cruces que nos eximia de cualquier cosa que le hiciéramos durante nuestra ruta. Nada, pues con nuestro PUNTO nos fuimos a PALERMO que está a pocos kilómetros y rápidamente aprendimos que los carriles y las marcas viarias son meros dibujos que decoran la carretera porque lo que delimita la cantidad de coches que pueden pasar por un sitio es simplemente la anchura, así que por donde pueden pasar tres coches, pasan tres. Después de ver unas 50 infracciones de tráfico por minuto, nuestra mente de adaptó a es tipo de circulación y en menos de 15 minutos ya éramos unos conductores más de la isla.
Decidimos ir primero a MONREALE que está pegado a Palermo y desde allí poder contemplar las vista de la ciudad, ya que este pueblo esta en una colina. Allí nos dimos una vuelta visitamos la catedral y como el hambre ya nos atacaba comimos.
Con nuestro buche lleno pusimos rumbo a nuestro alojamiento situado cerca de la Via CAVOUR. Un B&B nuevo y muy tranquilo nos recibió. Cogimos parking, dado que en el centro de Palermo es difícil aparcar de esta manera el coche se quedó dentro del B&B bien aparcado y custodiado.
Así que establecidos en Palermo nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad y como no, empezamos a callejear por los mercados del CAPO y VUCCIRIA. Allí merendamos fruta fresca envuelta en papel de periódico y claro empezamos nuestra dieta de capuccinos.
Teníamos el objetivo de visitar las catacumbas de los capuchinos, pero como cerraban pronto y están fuera del centro las descartamos. Optamos por pasear por la ciudad, acabando nuestra ruta por el paseo marítimo.
Al anochecer después de una buena ducha nos fuimos de paseo por la zona de la plaza GIUSEPPE VERDI. Como era sábado noche la vía principal estaba cortada al tráfico y se podía pasear de maravilla. Un montón de gente paseaba por las tiendas y se sentaba en el montón de terrazas que había. Como no teníamos mucha hambre comimos en una TAVOLA CALDA, que es un bar de bocadillos, pizzas… a precios imbatibles. Después de eso y para acabar nos dejamos llevar por el ambiente y nos tomamos unos vinos en una calle repleta de bares de gente, el verano dura mucho en Sicilia.
Con la cantidad justa de alcohol en sangre, nos fuimos a nuestro B&B dando por finalizado este primer día de viaje, que como los primeros días parece que tiene más de 24 horas. El resto de la isla nos espera.
Decidimos ir primero a MONREALE que está pegado a Palermo y desde allí poder contemplar las vista de la ciudad, ya que este pueblo esta en una colina. Allí nos dimos una vuelta visitamos la catedral y como el hambre ya nos atacaba comimos.
Con nuestro buche lleno pusimos rumbo a nuestro alojamiento situado cerca de la Via CAVOUR. Un B&B nuevo y muy tranquilo nos recibió. Cogimos parking, dado que en el centro de Palermo es difícil aparcar de esta manera el coche se quedó dentro del B&B bien aparcado y custodiado.
Así que establecidos en Palermo nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad y como no, empezamos a callejear por los mercados del CAPO y VUCCIRIA. Allí merendamos fruta fresca envuelta en papel de periódico y claro empezamos nuestra dieta de capuccinos.
Teníamos el objetivo de visitar las catacumbas de los capuchinos, pero como cerraban pronto y están fuera del centro las descartamos. Optamos por pasear por la ciudad, acabando nuestra ruta por el paseo marítimo.
Al anochecer después de una buena ducha nos fuimos de paseo por la zona de la plaza GIUSEPPE VERDI. Como era sábado noche la vía principal estaba cortada al tráfico y se podía pasear de maravilla. Un montón de gente paseaba por las tiendas y se sentaba en el montón de terrazas que había. Como no teníamos mucha hambre comimos en una TAVOLA CALDA, que es un bar de bocadillos, pizzas… a precios imbatibles. Después de eso y para acabar nos dejamos llevar por el ambiente y nos tomamos unos vinos en una calle repleta de bares de gente, el verano dura mucho en Sicilia.
Con la cantidad justa de alcohol en sangre, nos fuimos a nuestro B&B dando por finalizado este primer día de viaje, que como los primeros días parece que tiene más de 24 horas. El resto de la isla nos espera.