Porta Palazzo, Quadrilatero Romano y más ✏️ Diarios de Viajes de Italia

Domingo, día 14 de abril, aprovechamos para hacer más calle que el día anterior y la zona que recorremos, más o menos, está enmarcada por el recuadro naranja.

Este día nos habíamos hecho el propósito de tomar el tranvía 16CS, cercano a nuestro alojamiento; pero, leímos en la propia parada que la frecuencia estaba afectada por un acontecimiento en la ciudad (la media maratón). Así que pedimos un taxi que se presentó a los pocos minutos y nos llevó sorteando el recorrido de la carrera hasta la Piazza della Repubblica.

Entre los siglos XVIII y XX, antes de la existencia de congeladores, el hielo que se empleaba para conservar los alimentos se acumulaba en estas estructuras cónicas excavadas en el terreno y cubiertas de ladrillo.

Luego salimos y por la parte trasera nos metemos en el Gran Balón, aprovechando que es segundo domingo de mes y que el mercadillo Balón se convierte en Gran Balón. Mercadillo de incontables puestos de todo tipo: rarezas, ropa, antigüedades, objetos de arte, ...

La Galería Umberto I es una de las tres galerías comerciales históricas actuales de Turín (las otras dos son la Galería de la Industria Subalpina y la Galería San Federico). Atraviesa el bloque de Santa Croce, en el Cuadrilátero Romano. Conecta Piazza della Repubblica y Via della Basílica.

Con la unión de la Orden de San Lázaro y la Sagrada Religión de Mauricio dio lugar a la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro y se estableció en el bloque de Santa Croce. El área, entre Piazza della Repubblica, Via Milano, Via della Basílica y Via Egidi, albergó el Palazzo dei Cavalieri desde 1480. De 1575 a 1887 fue la primera sede del Hospital Mayor de la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, primer hospital de la ciudad. Se convirtió en el más importante de la ciudad con sus ampliaciones y reconstrucciones. Bajo el dominio francés, se cerró el Hospital Mauriziano. Tras el regreso de los Saboya, el Consejo reconstituido de la Orden de Mauricio decidió reabrir el hospital histórico y en 1884 el hospital fue trasladado a la nueva ubicación en Corso Stupinigi (actual Corso F. Turati), hoy Hospital Mauriziano. En 1888, el antiguo edificio del hospital fue adquirido por la sociedad bancaria Fratelli Marsaglia implicando la recuperación del edificio transformándolo en una galería comercial que lleva el nombre del nuevo soberano Umberto. I Fue inaugurado en 1890 y desde entonces ha acogido numerosas actividades comerciales entre ellas la histórica Farmacia Mauriziana que mantiene allí su sede desde 1575.

Terminada en 1889, la galería se desarrolla en planta cruciforme, aprovechando los volúmenes que una vez constituyeron las salas del hospital. Detrás conecta la Via della Basílica con la Piazza della Repubblica y su mercado histórico: en el interior se puede admirar el valioso techo de cristal y metal, así como la histórica farmacia de la Orden de Mauricio.

La Casa del Pingone (en piamontese: Cà 'd Monsù Pingon) es un edificio histórico en Turín que toma su nombre de Filiberto Pingone, historiador de la corte del duque Emanuele Filiberto de Saboya. Data del siglo XV y fue la casa de Emanuele Filiberto Pingone. Él, originario de Chambéry, estudió Derecho en la Universidad de Padua y desarrolló su carrera al servicio de la corte de Saboya, trasladándose a esta casa. Tras convertirse en embajador en Niza a instancias del duque Emanuele Filiberto de Saboya, se convirtió en uno de los principales genealogistas de la corte. Remodelada varias veces entre los siglos XVII y XVIII, la Casa del Pingone fue ampliada incorporando una torre medieval preexistente. Después de siglos de decadencia, fue restaurado en el año 2000.

El edificio, distribuido en cuatro plantas sobre rasante, se encuentra cerca de la Piazza IV Marzo, a poca distancia de los edificios medievales más famosos de la ciudad y frente a la Catedral y la Puerta Palatina. De apariencia modesta, conserva la única torre medieval aún visible en Turín, aunque ahora completamente camuflada y rematada por la techumbre posterior; De él aún se pueden distinguir las almenas gibelinas incorporadas a la estructura de la muralla. En la fachada que da a Via Porta Palatina todavía se pueden encontrar restos de ventanas cruzadas del siglo XVI. El piso superior se caracteriza por una larga logia salpicada de arcos de medio punto, mientras que los interiores aún conservan techos de madera densamente decorados y pinturas murales con grotescos. La restauración del año 2000 recuperó el color original de las fachadas.

Se trata de una de las puertas de acceso de la antigua ciudad romana Iulia Augusta Taurinorum (Turín). La ciudad romana de Iulia Augusta Taurinorum, que presentaba la típica forma cuadrangular, tenía probablemente cuatro puertas, una por cada lado. De las cuatro puertas se conservan solo dos: la Porta Decumana, situada bajo el Palacio Madama de Turín, y la Porta Palatina. Las otras dos puertas que actualmente no existen eran: la Porta Pretoria (puerta occidental) y la Porta Principalis Sinistra (llamada Porta Marmorea durante el Edad Media). El nombre Porta Palatina seguramente es posterior a la época romana: en antigüedad venía llamada “Porta Principalis Dextera”. Existen dos hipótesis para el nombre Porta Palatina: la primera se puede conectar con la cercanía del antiguo palacio Longobardo, mientras que la segunda se puede conectar con la presencia cercana del anfiteatro (aunque todavía no se sabe dónde estaba).

La puerta probablemente fue construida durante la edad augustea o edad Flavia, antes de la construcción de las murallas. La vía que salía desde la puerta llegaba hasta Ticinum (Pavia) y Mediolanum (actual Milán). La Porta permitía el acceso al cardus maximus (actualmente identificable en la Via Porta Palatina e Via San Tommaso), la calle principal junto al decumanus maximus. La tipología de la puerta es la puerta ad cavedium, una puerta con un espacio interior donde se controlaban a las personas y las mercancías que querían entrar en Iulia Augusta Taurinorum. La estructura presenta dos torres de 16 lados, de unos 30 m, y un cuerpo central largo de unos 20 m. Sin embargo, solamente la torre derecha y el interturrio central son de la época romana. El interturrio mide de largo unos 20 m, presenta ventanas monoforada en el primer nivel y ventanas cuadradas en el segundo. La puerta tiene en total cuatro aberturas: dos en los laterales que consentían la entrada de los peatones y dos en el centro que permitían el tránsito de los caballos. Los signos del pasaje de los carros de caballos se pueden ver en las piedras de la pavimentación.
Las dos estatuas de César Augusto y de Julio César, que están en frente a la puerta, no son originales romanos sino copias hechas en el 1934 durante el periodo fascista.

Ahora retrocedemos por donde hemos venido, Via della Basilica, y giramos a la izquierda por Via Milano y luego, en via San Domenico a la derecha, hasta dar con la Chiesa di San Domenico

Es una iglesia situada en la esquina de la calle del mismo nombre en el cruce con via Milano. La fachada de la iglesia se abre a un pequeño espacio insertado en el eje viario de via San Domenico; sin embargo, el cuerpo de la iglesia se extiende a lo largo de Via Milano. La pequeña plaza frente a la iglesia fue dedicada con motivo de la beatificación al beato Giuseppe Girotti, fraile del convento deportado a Dachau, donde murió el domingo de Pascua, el 1 de abril de 1945. Fue beatificado en 2014.
Se trata de los principales restos arqueológicos medievales de Turín. Sufrió numerosas restauraciones antes de recuperar sus características góticas originales. La construcción comenzó en 1227 y luego se amplió después de la segunda mitad del siglo. En su interior se pueden contemplar fragmentos de frescos de finales del siglo XIV.
Tiene la particularidad de ser la única iglesia de estilo gótico medieval de la ciudad que ha llegado hasta nuestros días y puede considerarse uno de los lugares de culto más antiguos de la ciudad.
Construida entre 1227 y 1280, la iglesia representaba el edificio religioso de la comunidad de dominicos de Turín. Sin embargo, permaneció durante mucho tiempo sin fachada (no se añadió hasta 1334) y sin campanario (añadido en 1451). A pesar de estas deficiencias, la iglesia representó uno de los polos de la cultura turinesa en la Edad Media. En los siglos siguientes, la iglesia de San Domenico, gestionada por los dominicos, fue el centro de la Inquisición de Turín.
Amada por la familia Saboya, la iglesia de San Domenico fue a menudo objeto de donaciones de la casa gobernante: fue por su voluntad que el interior de la iglesia fue decorado en estilo barroco, y se construyeron algunas capillas laterales, como la que, para complacer a Vittorio Amadeo III de Saboya, se inauguró en 1780 y representa al beato Amadeo IX. El altar de esta capilla, ya existente en 1612, fue remodelado a partir de 1779 y actualmente está significativamente modificado por la restauración de toda la iglesia realizada a principios del siglo XX. Cuando, en 1762, un violento incendio destruyó la capilla del Rosario y parte del edificio, la Casa Real ordenó reconstruir todo; en 1776 los dominicos construyeron el nuevo altar mayor.
En la fachada, un alto hastial enmarca el portal.
Al entrar se nota inmediatamente la planta de tres naves, con altares laterales en ambas naves, y con dos capillas flanqueando el coro y el altar mayor. La de la izquierda, llamada Capilla de las Gracias, fue pintada con frescos a mediados del siglo XIV por un artista conocido como el Maestro de San Domenico. En las dos paredes laterales y en la central, en el registro inferior, se representan los doce apóstoles mientras que, en los lunetos, de izquierda a derecha, se representan: las Majestas Domini, la Anunciación y Santo Tomás presenta a tres devotos de la Virgen. En el centro de la capilla hay un icono del siglo XVI que representa a la Virgen con el Niño y a los santos Juan Bautista y Gabriel. La capilla de la derecha se llama Capilla del Rosario, obra del siglo XVIII diseñada por Luigi Michele Barberis, y tiene al frente el retablo de Guercino, que representa a la Virgen del Rosario con los santos Domingo y Catalina de Siena y alrededor donde se encuentran los Quince Misterios del Rosario, obra de talla en madera de Stefano Maria Clemente, quien también creó el púlpito de la nave central, alrededor de uno de los pilares que la separa de la izquierda. Detrás del púlpito, el fresco de la limosna de Sant'Antonino Pierozzi (1389-1459). La Virgen con San Domenico en la sacristía, en cambio, es de Michele Milocco (1737); el episodio de la peste de 1630 es de Domenico Corvi, mientras que la sillería del coro es obra de Pietro Botto.En las columnas que separan la nave central de las dos laterales se pueden ver los escudos de las familias nobles y notables que contribuyeron con donaciones a la restauración realizada entre 1906 y 1911 bajo la dirección de Riccardo Brayda y Alfredo D. 'Andrade. En el pasillo que conduce a la sacristía y al claustro hay una placa que recuerda el hecho.

Si seguimos unos metros por via San Domenico y giramos a la derecha por via delle Orfane hasta su número 20 pasamos por un de esas curiosidades llamativas de la ciudad, me refiero a Il Toro que esce del muro (El toro que sale del muro)

En una de las calles del Cuadrilátero romano es posible encontrar un toro con cuernos dorados. Se trata de una obra de arte contemporánea del artista Richi Ferrero colocada en la pared del antiguo convento de Sant'Agostino.

La obra se titula T'ORO y representa un toro, símbolo de la ciudad de Turín, rodeado de ladrillos. El animal, representado en el acto de atravesar el muro, parece salir en cualquier momento para conquistar la Piazzetta Visitazione delante del edificio. Según he leído "la obra del toro saliendo de la muralla es una representación disruptiva de la historia de Turín que mira hacia el futuro. Este Toro de cuernos de oro es una visión de la ciudad, de lo que ha sido y de lo que será. El cuadro que congela el momento del avance es el cambio de Turín en el presente cada vez que la mirada de quienes pasan capta su presencia", declaró el artista.

Luego, por via delle Orfane giramos a la izquierda por via Santa Chiara y poco después, a la derecha por vicolo della Consolta para salir a la Piazza della Consolata donde se encuentra el café más antiguo de la ciudad, Al Bicerin

Enfrente de la entrada al Santuario della Consolota, el café Al Bicerin abierto desde 1763 tiene un encanto muy especial. En su interior caben 5 mesas pequeñas y en la terraza también tienen mesas. Hasta aquí no llegamos muchos turistas (o al menos en estas fecha de abril) y disfrutamos de un descanso en este histórico local. Aquí se inventó la bebida del mismo nombre “Il Bicerin” que se hace con café, chocolate y crema de leche y que a mí me gustó mucho. Por aquí pasaron personalidades como Puccini, Friedrich Nietzsche, Umberto Eco, entre otros.

Vinculado al culto de la Virgen, tiene orígenes muy antiguos. Originalmente dedicada a Sant'Andrea, ya existía en el siglo X. De la época medieval son el campanario y quizás la capilla subterránea de la Madonna delle Grazie. Guarino Guarini fue responsable del proyecto de ampliación (1678) y Filippo Juvarra de la adición de un presbiterio ovalado (1729). La fachada neoclásica data de 1860; Otros enriquecimientos se remontan a los años 1899-1904 bajo la dirección de Carlo Ceppi: el espacio interior está configurado de tal manera que realza el suntuoso altar mayor de Juvarra, en el que se encuentran los dos ángeles adoradores de mármol blanco de Carlo Antonio Tantardini y la Imagen taumatúrgica de la Consolata.

SALÓN DE SAN ANDRÉS
Esta sala elíptica está dedicada a San Andrés. A la izquierda desde la entrada se encuentra el altar dedicado al apóstol Andrés. El altar mayor estaba en el lado derecho, correctamente orientado hacia el este, como todas las iglesias medievales, donde ahora se encuentra la cripta.La sala es resultado de la transformación del siglo XVII. El arquitecto y religioso teatino Guarino Guarini (1624-1683) transformó la antigua iglesia románica en este entorno elíptico, abriéndola hacia la parte central del Santuario, más tarde llamado "hexágono guariniano" y actual altar de la Consolata. La orientación del santuario, por tanto, es ahora de sur-norte. Sobre la puerta de entrada se encuentra el órgano del siglo XIX de los hermanos Serassi de Bérgamo. La estupenda bóveda del siglo XVIII representa el "Triunfo de María Asunta al cielo".

Entrando a la izquierda se encuentran los altares dedicados a Sant'Anna y Sant'Andrea. Este último normalmente contiene la estatua de plata utilizada para la procesión de la fiesta patronal, cada año el 20 de junio.

A la derecha, sin embargo, junto a la entrada, se encuentra la capilla con los restos mortales de San Giuseppe Cafasso (1811-1860), formador del clero turinés, consejero espiritual de la nobleza de la época, amigo de los pobres y consolador. de los condenados a muerte, que acompañaron la ejecución con los últimos auxilios espirituales hacia el cercano Rondo della Forca.

HEXÁGONO GUARINIANO
En el centro de la entrada elíptica se encuentra una escalera coronada por una cancela de hierro forjado, regalo del marqués Tancredi Falletti de Barolo (1782-1838). Una vez que hayas subido las escaleras, te encontrarás en el centro del Santuario, en el entorno llamado "hexágono guariniano". Los frescos de la bóveda representan escenas de la vida de la Virgen María, rodeada de ángeles músicos. Las seis pinturas que rodean la primera cornisa de la bóveda muestran, en otros tantos episodios, la Historia del ciego de Briançon, cuyo protagonista es un joven que, al encontrar la antigua efigie de la Consolata, recupera la vista, transmitiendo un mensaje espiritual.
Al fondo se abre el presbiterio, con la capilla ovalada diseñada por Filippo Juvarra donde en el centro estaba colocado el Sagrario del Santísimo Sacramento y, arriba, el icono de la Madre. de Dios Consolata y Consolatrice, en un marco del siglo XVIII en madera dorada con ángeles y querubines. El 9/2/1979 el santuario que contenía la imagen fue violado por unos ladrones que robaron las coronas y algunas joyas que se encontraban engastadas en el icono. Así reapareció la escritura bajo el icono: "Sancta Maria de Populo de Urbe", escritura que hace referencia a la imagen gemela de la Iglesia de Santa María del Popolo, en Roma.

LAS CAPILLAS DE S. VALERICO Y S. GIUSEPPE
Alrededor del espacio central encontramos actualmente cuatro capillas laterales, diseñadas por el arquitecto Carlo Ceppi. Todas estas capillas están adornadas en la parte superior con 32 medallones con otras tantas representaciones de las letanías marianas, que muestran los nombres simbólicos que la devoción popular quiso atribuir a la Madre de Dios, títulos a menudo tomados del Antiguo Testamento.

Al entrar, a la izquierda, encontramos la capilla de San Valerico. Fue invocado por el pueblo de Turín como protector contra la peste en 1598. La segunda capilla está dedicada a San José.

CAPILLA DE LA GRACIA (CRIPTA)
En el lado derecho del óvalo de Sant'Andrea, frente a la capilla de las Gracias, la cripta de la antigua iglesia de Sant'Andrea. Sobre el balcón, desde donde se ve la capilla, se puede admirar el cuadro que representa el sueño del rey Arduino, de Morgari (1904).
La tradición, que basa el origen del culto mariano en el descubrimiento de la imagen de la Consolata por el ciego de Briançon (20 de junio de 1104), que había recuperado milagrosamente la vista para la ocasión, ve en este entorno uno de los lugares posibles de descubrimiento. Esta es la fecha elegida para la celebración anual de la Consolata, Patrona de la ciudad. Ahora la cripta es un lugar de intensa oración y alberga la silenciosa adoración eucarística de los fieles todas las mañanas de los días laborables.

EX-VOTO
El corredor del Crucifijo, que conduce a la Galería de los Exvotos, está ocupado por los confesionarios.
La Galería se instaló a finales del siglo XIX, cerrando uno de los cuatro lados del claustro. Objetos de exvotos (corazones de plata, placas votivas, hombreras u otros objetos militares, arcos, fotografías, etc.) o exvotos pintados se pueden encontrar en todos los lugares del Santuario. Son páginas reales de historia, sencillas y apasionantes, que narran muchas vicisitudes (incendios, guerras, desgracias, enfermedades, etc.) donde los creyentes reconocieron al Señor y a su Madre Consoladora presentes y operantes en muchas situaciones de desánimo y peligro, físico y espiritual.

LAS CAPILLAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y DE LAS ALMAS
Junto al altar mayor, con el icono de la Consolata y Consoladora Madre de Dios, nos encontramos en el coro. Junto se encuentra la capilla dedicada a las ánimas del Purgatorio. El lienzo es del pintor turinés Luigi Morgari (1857-1935) y representa a la Madre de Dios Consolata intercediendo por la salvación eterna de las almas en proceso de purificación. Junto a ésta, encontramos la Capilla del Sagrado Corazón de Jesús, devoción que se había oficializado en toda la Iglesia católica en 1856.

EL CLAUSTRO
Los peregrinos que llegan al Santuario pueden encontrar el espacio adecuado para tomar un refrigerio, ya sea deteniéndose bajo los pórticos, donde también hay una pequeña sala dedicada a los recuerdos de la visita, o reservando un almuerzo en la cantina Convitto, que se consumirá dentro de uno del antiguo refectorio de los monjes

En el corazón del Cuadrilátero Romano se encuentra un imponente obelisco creado para celebrar la aprobación de las Leyes Siccardi. Situado en Piazza Savoia, entre Via Corte d'Appello y Via della Consolata, el obelisco de granito de Baveno, de 21 m de altura, sigue intacto a pesar de los ataques que sufrió tras la II GM. En su superficie hay el lema: La Ley es la misma para todos. El monumento fue colocado en 1853 para celebrar la aprobación de las Leyes Siccardi que tuvo lugar en 1850. Las Leyes Siccardi tenían como objetivo abolir los privilegios del clero católico. Redactadas por el Ministro de Gracia, Justicia y Asuntos Eclesiásticos del Reino de Cerdeña, el Senador Conde Giuseppe Siccardi, las leyes fueron aprobadas entre abril y junio de 1850. Al año siguiente, la “Gazzetta del Popolo” propuso crear un monumento para celebrarlos. En la superficie del edificio están grabados los nombres de los 800 municipios que apoyaron con entusiasmo la obra participando financieramente en su construcción.

Inicialmente debería haber sido colocado en Piazza Carignano, pero el ayuntamiento decidió colocarlo en Piazza Savoia: cerca del Santuario de la Consolata y del Palazzo Barolo, donde residía la católica Giulia Falletti de Barolo. La posición elegida no hizo más que acentuar la ideología anticlerical de estas leyes.
El obelisco esconde un pequeño secreto que no todo el mundo conoce. Se dice que, durante la construcción, el municipio de Turín decidió enterrar una caja debajo del monumento: una caja del tiempo donde se almacenan objetos e información destinados a ser encontrados en una era futura. El antiguo cofre contendría los números 141 y 142 de la Gazzetta del Popolo impresos en 1850 con los artículos relativos a la construcción del propio obelisco; algunas monedas preciosas; un ejemplar de la ley Siccardi, un kilo de arroz, una botella de vino Barbera y unos palitos de pan de Turín.

Edificio histórico situado a pocos pasos de Via Garibaldi. Se considera de gran valor documental, porque es uno de los pocos ejemplos de palacio del siglo XVI que no sufrió modificaciones en la época barroca, manteniendo su aspecto renacentista original. Se considera uno de los dos únicos ejemplos de arquitectura renacentista de la ciudad, junto con el Duomo. Construido entre 1585 y 1604 por encargo del abad Filiberto Scaglia de Verrua, más tarde pasó a ser propiedad de Giacomo Solaro, quien realizó ampliaciones y, en 1603, encargó los frescos de la fachada y del patio interior al artista bresciano Antonio Parentani. Posteriormente se convirtió en la residencia de la noble familia San Martino della Motta. En el siglo XVIII fue adquirido por la familia Balbo Bertone de Sambuy. En el siglo XIX se convirtió en sede de algunas representaciones diplomáticas, primero la española y luego, a partir del 1 de noviembre de 1861, la del Imperio ruso.
El edificio se encuentra dentro del antiguo plan romano de la ciudad, en el bloque (Carignone) llamado "Isola di Sant'Alessio". El gran escudo de armas de los condes de Scaglia di Verrua, presente en la puerta de entrada, se inserta en otras decoraciones que representan paisajes, alegorías y divinidades, enmarcados por motivos arquitectónicos. Destaca el gran patio interior, también caracterizado por motivos arquitectónicos renacentistas y atribuible a maestros lombardos.

Es una de las residencias nobles del siglo XVII más importantes y mejor conservadas. A finales del siglo XVII Ottavio Provana di Druent encargó a Gian Francesco Baroncelli la ampliación del antiguo palacio familiar y encargó a artistas lombardos, romanos y genoveses la decoración de sus interiores. A la muerte del conde, el palacio pasó a manos de la familia Falletti de Barolo, quienes encargaron a Benedetto Alfieri actualizar la decoración de algunas habitaciones del primer piso. Los últimos propietarios fueron Carlo Tancredi y Giulia Colbert de Maulévrier. Giulia y Tancredi transformaron el Palacio en el salón turinés más famoso del Resurgimiento, pero también en un auténtico centro de caridad cristiana. En esos mismos años los marqueses, unidos por un profundo sentimiento de amistad, acogieron a Silvio Pellico, en calidad de secretario y bibliotecario. Tras la muerte de Giulia en 1864, el Palacio pasó a la Ópera Barolo, que ella creó por testamento.Gracias a la contribución de la Compagnia di San Paolo y la Fundación CRT, los apartamentos históricos ahora están abiertos al público.

Luego estuvimos dando una vuelta por la Via Garibaldi, via peatonal repleta de comercio, hasta la via Milano a la izquierda para salir a la Piazza Palazzo di Città , donde está el Ayuntamiento imponente de la ciudad.

El casco urbano sobre el que se asienta tuvo cierta importancia ya en época romana, pues se cree que su planta rectangular coincide con las dimensiones del foro de la antigua Julia Augusta Taurinorum, incluyendo también la cercana plazoleta del Corpus Domini. Se encontraba, como de costumbre, en la intersección del decumanus maximus (es decir, la actual Via Garibaldi) y el cardo maximus (la actual Via Porta Palatina).Una confirmación más fue la permanente vocación comercial de la plaza a lo largo de los siglos y, durante la época medieval, se dividió en dos espacios, todavía reconocibles hoy: Piazza delle Erbe, de hecho, y la cercana Piazza del Grano (la actual Piazza Corpus Domini)

Durante el siglo XVII, la plaza se vio afectada por el plan de transformación de la ciudad, viendo la construcción del Palacio Cívico cuya entrada está custodiada a los lados por las dos imponentes estatuas de Eugenio de Saboya y Fernando de Saboya, Duque de Génova

En 1756 se construyó el elegante pórtico que bordea la plaza, diseñado por Benedetto Alfieri, que protegió la salida de ese laberinto de callejuelas medievales creado por las casas circundantes y mantuvo eficazmente las dos pequeñas aberturas peatonales de la Via Conte Verde detrás. En 1853 se colocó el imponente monumento dedicado al Conde Verde, obra del arquitecto Pelagio Palagi y regalo de Carlo Alberto de Saboya al Municipio tras el matrimonio de su hijo con la Princesa de Lorena. El monumento de bronce retrata a Amadeo VI de Saboya, conocido como el Conde Verde (por el color de sus armas y vestimenta durante los ejercicios) sometiendo a un soldado moro, en memoria de las guerras orientales (hacia 1358-1372) contra búlgaros y turcos. y así reclamar el trono del Imperio Bizantino. En 1995, las obras de restauración de la plaza afectaron al monumento y confirmaron la presencia subyacente de un pavimento de época romana.

Cruzada la plaza subimos por la via Corte d'Apello pasando por el Palazzo del Senato Sabaudo, edificio inaugurado en 1838, aunque encargado en 1720 por el rey Vittorio Amadeo II a Filippo Juvarra, el proyecto fue realizado por el arquitecto Ignazio Michela, se llamó Palazzo dei Magistrati. Es el antiguo palacio de justicia que estuvo sin uso durante muchos años y ahora es utilizado por el municipio de Turín para bodas civiles.(Cuando pasamos estaba cerrado y no hubo manera de entrar a echar un vistazo). Siguiendo por la misma calle pasamos por el Palazzo Falletti di Barolo, explicado más arriba. Así llegamos, de nuevo, a la Piazza Savoia, donde comimos en un restaurante de la misma plaza un abundante plato de pasta y con muchas opciones sin gluten.

Después de comer, mi hija pequeña y yo nos vamos al cercano Museo della Sindone, mientras mi mujer e hija mayor descansaron apaciblemente en la Piazza Savoia. La verdad es que toda esta zona me encantó: tranquila, con muchas atracciones para el turista no tan conocidas, pero que valen la pena.

La exposición actual ofrece información completa sobre la investigación de la Sábana Santa desde el siglo XVI hasta la actualidad, capturando sus aspectos históricos, científicos, devocionales y artísticos.

Un ala del Museo ofrece un viaje científico. Aquí se ilustran y documentan las investigaciones sobre la Sábana Santa y sus misterios, desde la primera fotografía tomada por el abogado Secondo Pia, en 1898, hasta la sorprendente imagen tridimensional del rostro del Hombre de la Sábana Santa elaborada en 1978 por el equipo dirigido por Giovanni Tamburelli. El espectro de estudios es amplio, con análisis sobre tejidos, sobre microhuellas (polen, sangre, aloe, mirra, aragonito...), e incluso con investigaciones médico-legales e iconográficas.

La otra sección del museo recorre un recorrido histórico de la Sábana Santa y de su veneración a partir de la segunda mitad del siglo XV, cuando la sábana pasó a ser propiedad de la Casa de Saboya. De particular importancia es la caja utilizada para el transporte definitivo de la Sábana Santa a Turín en 1578. La joya del museo es la caja de plata y piedras semipreciosas del siglo XVI que conservó la Sábana Santa desde finales del siglo XVI hasta el 11 de abril de 1997, día del incendio de la capilla Guarini de la Catedral de Turín.

La sección fotográfica contiene toda la serie de fotografías oficiales de la Sábana Santa, incluidas las primeras fotografías tomadas por Secondo Pia en 1898, las de Giuseppe Enrie en 1931, la primera imagen en color de Giovanni Battista Judica Cordiglia en 1968, las fotografías científicas de STURP de 1978, las de Gian Durante de 1997, 2000 y 2002 y las fotografías digitales en alta definición de Hal9000 de 2008.

La visita está precedida por un vídeo en cinco idiomas que da la bienvenida a los visitantes y ofrece una lectura analítica de la imagen de la Sábana Santa.

Recogemos al resto de la familia y vamos por Corso Giuseppe Siccardi hasta girar a la izquierda po Via Cernaia hasta desembocar en la Piazza Solferino. Plaza que toma su nombre del municipio de Solferino en la provincia de Mantua, donde tuvo lugar la importante batalla el 24 de junio de 1859, que supuso la victoria de las tropas franco-piamontesas contra los austriacos durante la segunda guerra de independencia italiana.

Cabe destacar, entre otros elementos, la Fontana Angelica.
Inaugurada el 28/10/1930 está formada por cuatro imponentes grupos de estatuas que hacen referencia a las cuatro estaciones. Fue encargado por el alcalde Riccardo Cattaneo, gracias a la financiación del ministro plenipotenciario del rey Paolo Bajnotti (1842-1919), y tomó el nombre de su madre Angelica Cugiani Bajnotti. Según las disposiciones testamentarias, la fuente debería haber sido neogótica y estar situada frente a la Catedral. La comisión encargada del concurso descartó estas indicaciones e identificó la cabecera de Piazza Solferino como el lugar más adecuado. Las esculturas, realizadas en yeso en el gimnasio de la escuela Silvio Pellico de via Madama Cristina y luego fundidas, llegaron lentamente a las bases; los grupos de Otoño e Invierno están fechados en bronce en 1926, los de Primavera y Verano en 1928 y 1929 respectivamente. Con esta obra, el autor Riva trajo a Turín referencias a las novedades de la escultura parisina de Aristide Maillol y Émile-Antoine Bourdelle.

- Primavera: estatua femenina en el lado exterior inferior oriental, tiene un nido de pájaros y un niño con una bandada de golondrinas en su regazo.
- Verano: estatua femenina en el lado externo inferior occidental, tiene unas mazorcas de maíz en su regazo, y a su lado un niño con una guirnalda de frutas.
- Otoño: estatua masculina, vierte agua de un ánfora romana.
- Invierno: estatua masculina, vierte agua con un odre.
En la bañera, doce máscaras con los signos del zodíaco.

Il portone del diavolo o la puerta del diablo del Palazzo Trucchi Levaldigi, en Via XX Settembre. Esta enorme puerta de madera de 1675 (de ahí portone en italiano) es bastante inquietante. A petición del conde Giovanni Battista Trucchi di Levaldigi, ministro de finanzas del rey Carlo Emanuele II de Saboya en 1600, esta puerta fue tallada en París siguiendo un diseño italiano. Como se ve hay diferentes secciones y muchas flores, frutas y ángeles tallados de arriba a abajo. Las cosas empiezan a ponerse incómodas cuando mueves los ojos desde la sección superior ligeramente por encima de tus cabezas, ya que en los paneles laterales hay dos cabezas que sobresalen, ¡observándote! A la derecha hay una cabeza masculina y a la izquierda una femenina, ambos sobresalen de la puerta y te miran a ti o a cualquier otra persona que entre por la puerta. Justo en el medio de la puerta, ahí el pomo con la cabeza del diablo en relieve, está sosteniendo en su boca el pomo de metal formado por dos serpientes unidas por sus cabezas. Esto es lo que la gente siente desde hace más de 300 años al entrar en este palacio. Naturalmente el rostro del diablo está completamente detallado y mirándote.

La leyenda cuenta que la puerta apareció en Turín de repente en una sola noche. Otro afirma que una vez un aprendiz de mago necesitaba ayuda con un hechizo y llamó al diablo, ¡que estaba muy molesto! Entonces, como castigo por molestarlo, el diablo atrapó al aprendiz detrás de la puerta por la eternidad.

Es una de las plazas principales del centro de la ciudad de Saboya, está atravesada por via Maria Vittoria y por via Accademia Albertina, cerca de via Po. Tiene una forma cuadrada de 120x120 m. Es universalmente conocida como Piazza Carlina (hasta el punto de que a veces aparece indicada como tal incluso en los callejeros) por el nombre del soberano de Saboya, Carlo Emanuele II, bajo el cual tuvo lugar la mayor expansión urbana de la ciudad de la época.

Hay varios monumentos y edificios en ella que vale la pena echar un vistazo:

- Monumento a Camillo Benso, Conde de Cavour
- Placa dedicada a Antonio Gramsci en la fachada del antiguo Albergo di Virtù
- En el centro de la plaza se encuentra la gran estatua de Camillo Benso di Cavour colocada en 1872 donde se encuentra hoy.
- En el lado sur, la iglesia de Santa Croce, obra de Filippo Juvarra, construida en 1718 por orden del rey Vittorio Amadeo II de Saboya: hoy se utiliza como iglesia ortodoxa rumana. La iglesia de forma ovalada, pequeña pero elegante y adornada con columnas de mármol, es un diseño de Juvara. El campanario fue construido por Giambattista Borra. Tiene tres altares: En el primero a la derecha, el panel con el Nacimiento de Jesús es de Giovanni Battista Brambilla, alumno de Monsù Delfino que floreció hacia 1670; en el altar mayor, la Descenso de la Cruz es del caballero Beaumont y n el otro altar el San Pedro en la cátedra, con ropas papales, es de Moncalvo.
- Palacio del Colegio de Provincias
- En el lado este, el Palazzo Roero di Guarene, a veces incorrectamente llamado Palazzo dei Marchesi Ferrero d'Ormea porque era propiedad de Tancredi Ferrero d'Ormea, quien en 1844 lo compró por 600.000 liras al marqués Luigi Coardi. Dañado por los bombardeos de la II GM, permaneció parcialmente abandonado durante muchos años y actualmente alberga un banco.
- En el número 15 se encuentra el edificio del antiguo Albergo di Virtù, un instituto educativo-social destinado a la formación profesional de jóvenes pobres, especializado en las artes manufactureras, que estuvo activo en Turín, en este lugar, desde 1580 hasta la segunda mitad. del siglo XIX, y luego se convirtió en un conjunto de alojamiento residencial. En los años 1919 a 1921 vivió allí Antonio Gramsci. Profundamente remodelado y renovado en sus partes internas, fue transformado en un hotel de cuatro estrellas por la cadena NH Hoteles.

Esquina cercana a la Piazza Solferino Cartel en los soportales de via Po