Continuando con el viaje por Cracovia, nuestra siguiente parada fueron las minas de sal de Wieliczka, a unos 13 Kms de la capital. Contratamos la visita con la misma agencia que nos había llevado a Auschwitz. La visita incluía transporte con recogida en el hotel, entrada a las minas, y guía, para un total de 5 horas. Salió bastante barato.
Estas minas llevan siendo explotadas desde el siglo XIII, alcanzan unos 300 metros de profundidad (las visitas solo descienden a 120m) y la verdad es que tienen el chiringuito bastante bien montado. A propósito, ¿a que no sabéis de dónde proviene la expresión "cobrar un salario"?
Efectivamente, de "sal". Antiguamente la sal era un bien muy muy preciado (no había otra forma mejor para conservar los alimentos, por ejemplo), y se pagaba a los trabajadores con un bloque de sal como el de la imagen.
Estas minas incluyen un recorrido turístico de 3,5 kilómetros que contiene estatuas de personajes míticos e históricos, esculpidas en la roca de sal por los mineros. Incluso los cristales de los candelabros están hechos de sal. También hay cámaras y capillas excavadas en la sal, un lago subterráneo y exposiciones que ilustran la historia de la minería de la sal. Recibe unos 800.000 visitantes al año. En siguiente foto, podéis ver una escultura de sal del gran Nicolás Copérnico (polaco él)
La visita guiada resultó interesante, nos contaron batallitas y demás. Como anécdota, decir que la guía polaca hacía chistes muy "a la española": sátiros, verdes, irónicos...al acabar nos confesó que esos chistes no se le había ocurrido a ella, sino que eran chistes que los españoles le habían ido diciendo mientras hacía de guía durante los últimos 5 años. Acabó la visita con un "definitivamente, España es diferente".
Tal vez el punto más interesante sea la "Sala de las Maravillas", una galería impresionante con cuadros, esculturas, cruces, lámparas...todo de sal. No se pueden sacar fotos a no ser que pagues por ello, pero como buen español saqué una de estrangis (representa "La última cena"):
En resumen, una visita que recomiendo al 100%, aún incluso si eres de zona minera (como es el caso). No es igual que la visita a Auschwitz, pero desde luego merece la pena, y no deberíais dejarla pasar si estáis algo más de dos días por la zona
