El quinto día desayunamos tranquilamente y fuimos a ver las Hundertwasserhaus, que es un bloque residencial diseñado por un artista austriaco que recuerda un poco a Gaudí, son bastante chulos los edificios, volvimos otra vez para el centro para hacer las últimas fotos y comer, para luego dirigirnos a la estación de tren y coger el tren a Praga, coincidimos en el tren con unos tíos que iban de despedida de soltero y no tengo ni idea de los litros de cerveza que se metieron en el trayecto pero uno de ellos tenía problemas para bajar del tren, dio la casualidad que uno era español y nos contó que les salía más barata la despedida de soltero en Praga aunque tuvieran que pagar hotel que emborracharse en Viena, llegamos a Praga justo para hacer el check-in en el hotel y aprovechando que estaba en el centro salimos a cenar al por la plaza.





