Está el día con mucha lluvia y muy gris, y la zona del lago Constanza está ya no gris, sino negro. Así que vamos a adelantar el regreso, ya que así no podemos ver nada.
Ayer por la tarde ya vimos que estaba muy negro por esta zona, y nos cayó una tormenta durante el viaje que no daban abasto los limpiaparabrisas.
Vamos a volver bordeando el lago Constanza para ver si podemos parar en algún pueblecito si el tiempo no lo impide.
Meersburg
Es, con Lindau, la ciudad más hermosa de las orillas del lago. La población se extiende alrededor de un antiguo castillo medieval sobre las pendientes de una colina de viñedos que descienden de forma abrupta hacia el lago.
La parte alta de la ciudad es la más interesante, con sus viejas callejuelas bordeadas de casas de entramado de madera. La plaza del Mercado es el centro de esta ciudad de donde parte una callejuela que lleva al Castillo Viejo.
Por fin ha parado de llover y ha salido hasta el sol, así que, aunque no hemos podido ver Lindau, vamos a visitar el resto de los pueblecitos del lago.
Los alemanes conducen fatal, no ponen intermitentes, se incorporan a la calzada cuando les sale de las narices, haciéndote frenar, dejan el coche en cualquier lado, que vamos, todo lo que pensamos de los alemanes que son muy cuadriculados, nada. Ni son más organizados.
Y en cuanto a los perros, igual de bien o mal adiestrados que en España. Siempre había oído que les hacían realizar un cursillo básico de comportamiento y que estaban más educados que en el resto de Europa. Por mi experiencia he visto que mi perra estaba mucho más educada que la mayoría de los que me he encontrado, y que no he notado diferencia con lo que veo cada día en cualquier sitio de España. Vamos, que hay de todo como en botica.
Tampoco les dejan entrar en cualquier lado. Hay más margen que en España, eso sí, pero es que para eso tampoco hace falta mucho. Pueden subir a los medios de transporte y en comercios donde no vendan alimentos. Pero en castillos o sitios turísticos cerrados no hemos podido acceder con ella.
La gente aquí es muy deportista. Tienen unos buenos carriles bicis por las carreteras y los ves usar a gente de todas las edades, hombres y mujeres. Hay muchas mujeres que hacen deporte a un nivel alto. Las ves pegarse machacadas con la bici o corriendo.
Bueno, y ya continuamos hacia Zaragoza. Nos quedan 1.450 kilómetros.
Las autopistas en Alemania son gratuitas, pero las áreas de servicio francesas están mucho mejor.
Bensançon
La ciudad ha sido proclamada a menudo como primera ciudad verde en Francia y cuenta con una calidad de vida reconocida a nivel nacional y remarcada por sus innovaciones sociales y ecologistas. Las fortificaciones de Besanzón están inscritas en la lista del Patrimonio de la Humanidad desde el año 2008.
El monumento que constituye el símbolo de la ciudad de Besançón es la ciudadela. Se edificó entre 1668 y 1711 en el emplazamiento del Mont Saint-Étienne, destacando a más de 100 metros sobre la antigua ciudad.
También se puede ver:
Puerta Negra (Porte Noire en francés): es un arco de triunfo galo-romano edificado bajo el reinado de Marco Aurelio durante el siglo II (aproximadamente 175 d. C.). Tiene una altura de 16,56 metros.
Parque Castan (Square Castan en francés): parque arqueológico con ocho columnas corintias
Vestigios del antiguo anfiteatro romano
El Palacio de Granvela es un palacio del Renacimiento edificado entre 1534 y 1542.
Reloj astronómico
Catedral Saint-Jean
Museo del Tiempo dedicado a la relojería
Lástima que nos haya llovido toda la visita.
Hemos ido a cenar a un autogrill que hay por la autopista, pero eran las 22:00 y estaba ya cerrado, así que nos hemos tenido que tomar un bocadillo frío. Había mucho tránsito de camiones y nos hemos ido a dormir a un Polígono Industrial de Lyon.
Y sigue llovizneando.