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Zugspitze
Desde Garmisch puedes aparcar en el parking del LIDL y de al lado salen los trenes de cremallera hasta el funicular. O puedes irte hasta el lago Eibsee a coger el funicular. El coste es el mismo: 50,00 € por persona.
Una vez en el Zugspitzplatt un teleférico conduce hasta la cima en cuestión de minutos. El trayecto en tren ofrece una magnífica vista del lago Eibsee. La mayor parte del viaje, sin embargo, recorre un túnel de 4,5 km. Un mirador une la zona austriaca con la alemana.
Nosotros al final no hemos subido al pico. Hemos ido al lago y hemos hecho el sendero circular que lo rodea: en total 1,5 horas. Si dejas el coche en el parking todo el día te cobran 3,00 €. Si lo dejas por la noche para pernoctar son 6,00 €.
Los baños están bien ¡tienen hasta un baño árabe!.
Hay mucha gente para tomar el sol, darse un baño…
Partnachklamm
Impresionantes gargantas, las cascadas son muy espectaculares.
El parking cuesta 2,50 € el día. Tienes dos caminos: el más largo cuesta 1 hora aproximadamente y hay bastante desnivel. Al principio es una cuesta muy pronunciada hasta que llegas a un valle con cabañas de madera. El típico paisaje suizo. Al llegar al pueblo de Partnach entonces bajas una pendiente con mucho desnivel. Al final de la cuesta, hacia la izquierda, están las cascadas. Luego lo que hicimos fue bajar por el otro camino.
El otro camino es mucho más suave. Es un ascenso moderado hasta llegar al comienzo de las gargantas. Lo único que allí tienen una garita donde tienes que pagar 3,50 € por verlas.
Nosotros por el camino largo no encontramos ninguna garita, y al descender por la otra, al ser casi la hora de cierre, no había nadie cobrando, así que tuvimos suerte. Si no, o hubiéramos tenido que pagar los 3,50 € o hubiéramos tenido que volver por el camino largo.
Durante el camino nos ha caído una tormenta de verano que menos mal que ha durado poco.
Después nos dirigimos a uno de los pueblos típicos de la Alta Baviera con las casas pintadas.
Ettal
La abadía de Ettal, obra maestra del arte rococó, fue construida en 1330 por Luis el Bávaro. La iglesia, típica del arte alemán, tiene como cimientos un edificio gótico de planta poligonal. Enrico Zucalli construyó la fachada y el presbiterio (1710-1726) y Joseph Schmuzer levantó la cúpula, tras un incendio que devastó los edificios.
Obernai
La ciudad, de unos diez mil habitantes, conserva buena parte de sus casas tradicionales, en un casco urbano de calles con sabor alsaciano.
La zona más atractiva de Obernai es la plaza del Mercado, de bellas edificaciones tradicionales cargadas de belleza y dignidad. En medio de ella está la estatua de Santa Odile.
Entre los monumentos recomendables está el ayuntamiento, con elementos del XIV al XIX; la torre de la Chapelle, originaria del XIII; el antiguo mercado de trigos, donde estuvieron las carnicerías municipales, que data del XVI, y el pozo renacentista del XVI.
Otros elementos de valor son los restos de las murallas en torno al viejo casco urbano.
La iglesia de San Pedro y San Pablo, notable por su dimensión, es básicamente del XIX, con un altar gótico del Santo Sepulcro y vidrieras del XV.
Garmisch-Partenkirchen
Estación de deportes de invierno más importante del país. No faltan actividades a lo largo de todo el año: pistas de patinaje, pistas olímpicas de esquí con tres trampolines, carreras de trineos, 52 remontes mecánicos, pistas de esquí de fondo.
Esta ciudad ha conservado su aspecto rural. Bonito el casco que rodea el Ayuntamiento.
Mittenwald
La localidad posee varias casas pintadas y una iglesia parroquial cuyo campanario está decorado con bonitos frescos.
Cerca de la iglesia está el museo del violín.
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