Domingo Visita al Museo de Ciencias y a casa ✏️ Diarios de Viajes de España

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El domingo aprovechamos a dormir hasta las 8:30h, estábamos agotados del madrugón de sábado y lo necesitábamos...bajamos a desayunar a las 9:00. El desayuno estaba incluido en la tarifa y la verdad que estuvo muy completo. El personal también amabilísimo y muy acogedor. Había de todo: fruta, desayuno más consistente (bacon, salchichas, huevos revueltos), cereales de todo tipo, zumos natural, pan y bollería..la verdad para todos los gustos. El café era de una máquina pero debo decir que el sabor estaba muy bien y también había tés e infusiones variadas.

Salimos con el buche llenísimo rumbo al Museo..debo decir que llegamos rapidísimo con el viento tan fuerte (en el móvil indicaba 55km/h.....menudo tiempo). El sol nos acompañó toda la jornada y estaba el parque y el paisaje muchísimo mejor....hicimos muchas fotos de recuerdo y entramos en el museo.





Al entrar encuentras una sala enorme en forma de pasillo pero muy ancho. El edificio es más rectangular por eso lo de la forma de pasillo...la verdad que desde fuera se ve que el edificio es enorme y en su interior a pesar de tener 3 pisos y diferentes zonas en muchas zonas se ve algo vacío para lo grande que es la estructura. Leyendo la información del centro, 42.000 metros cuadrados de superficie son construidos, de los cuales 26.000 metros cuadrados son expositivos..imaginaos las dimensiones...

Para los niños hay mucho que ver, leer, tocar y para aquellos con interés científico hay múltiples temáticas.
La planta baja se distribuye en las taquillas e información, restaurante y tiendas y alguna exposición temporal
La planta primera en mi opinion es la mas interactiva, hay múltiples talleres para toda la familia y te lo presentan de manera que puedas hacer experimentos y preguntas y respuesta esta genial.


También pudimos disfrutar de una charla sobre el Sistema solar con el robot (Profesor Bombilla) ay su ayudante "Sparky". (fue muy entretenido y lo disfrutamos ya que mi hijo mayor de 7 años lo habia dado en el cole y así pudimos aplicarlo.

Uno de los espacios que nos perdimos por no saber las horas era L’Espai dels Xiquets es una zona dedicada a niños de entre 3 y 8 años, en la que juegan y experimentan sobre los sentidos, el agua y los animales e incluso construyen una casa inacabada, siempre acompañados por monitores especializados. Aquí hay que fijarse en los horarios porque si no no puedes acceder y tiene aforo limitado, tenia pinta de ser muy interesante para ellos. Los padres también entran.

En la segunda planta te cuentan todo sobre los premios Nobel de la paz y científicos importantes de nuestra historia...lleno de información, fotografías y videos. Fue interesante leer sobre Severo Ochoa, Ramón y Cajal. Aquí estuvimos menos tiempo ya que aquí los niños tienden a aburrirse al ser aun muy pequeños pero para no hay que desprestigiar esta zona..

La tercera planta también es muy recomendable hay varias temáticas: te ofrece un recorrido por la era de los dinosaurios, te muestran la investigación espacial (Gravedad cero) donde tienen una actividad de pago donde hay que reservarla o bien por internet o abajo en taquilla, como íbamos sin preparar, pues al final no entramos pero debe estar muy bien porque te ofrecen un reportaje y además un simulador espacial de como despegan....y otra de las zonas muy interactivas que nos encantó fue el bosque de los cromosomas donde te explican la historia del ADN y todo sobre la genética pero donde también es muy interactivo a través de experimentos y probando varias temáticas.



La verdad que se puede pasar un día entero si quieres acceder a todo el museo. A todos nos encantó. Aunque los niños en seguida digan que están cansados pero a su edad es normal.

A eso de las 15h nos fuimos del museo rumbo a buscar un lugar para comer antes de irnos vuelta a casa.
Como el hotel estaba cerca del centro comercial Aqua fuimos allí (de nuevo rápido gracias al viento huracanado) y tras mirar varias opciones nos decantamos por un restaurante italiano donde vimos que había menu variado, la verdad que la comida estuvo muy bien, los camareros también muy amables incluso con mucha paciencia con los peques.
Cuando acabamos fuimos a por el coche al parking del hotel y de camino a casa quisimos desviarnos hacia el Saler para parar en algún mirador y sacar algunas fotos de la laguna en el Parque Nacional de la Albufera. No pudimos estar mucho tiempo puesto que no había mucho sitio para aparcar donde encontramos un mirador pero lo justo para hacer unas fotos y al coche rumbo a casa.


en 4 horas con una parada para repostar y estirar las piernas, llegamos a nuestro destino "hogar" y satisfechos de la experiencia familiar. Una escapada muy recomendada para ir en familia.

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