San Miguel del Monte, Argentina — sábado, 6 de abril de 2013
" Lo que más nos duele no es el fracaso, sino aquello que nunca nos atrevimos a intentar."
Rayuela - Julio Cortaza
San Miguel
Me tembló el piso, cuando me decidí por San Miguel, provincia.
Pienso, que quizás cuando tome el pasaje para dos mese, a lo mejor pensé que podía regresarme por tierra a mi país.
Si las cosas se me ponían cuesta arriba.
Pero, yo había llegado muy lejos.
E incluso, luego me hizo gracia, cuando no pude sacar efectivo de mi tarjeta de crédito en el cajero automático, porque pedí el saldo en uno de ellos y me quedaban como unos 10 dólares en la cuenta, Ya…Pa´que? Jum!
Era arriesgado, pero era la opción más inmediata, porque Brasil es caro, es bueno (A excepción del sistema de teléfonos, que es una pesadilla), pero es caro para pasar largo tiempo, los recursos se acaban, y aunque en Brasil hay muy buenas persona, (tanto así que yo creo que todas se cruzaron por mi camino), a estos simpáticos vecinos de origen luso (lusitano), les faltó algo que tenemos los descendientes de iberos españoles.
Y es que, como ya lo decía yo hace años, cuando estaba en la Isla de Trinidad; Todo hispano, todo descendiente hablador de la lengua de Cervantes, enriquecida con tantos sustantivos el Nuevo Mundo, es que allá en el fondo, muy profundo a veces, pero nunca deja de salir a flote, es que se tiene un Espíritu de hidalguía…de Don Quijote.
Y nunca te van a dejar morir en la orilla, como decimos por aquí.
Siempre habar alguien, que te eche un cable, como he oído decir en Santo Domingo.
O sea, mis esperanzas de sobrevivencia, estaban más seguras del otro lado de la frontera.
Y amo Brasil, pero si no se va de turista, se va a trabajar o a estudiar algo, pero cundo a uno se le desarrolla la fibra de la bohemia, pues…
¿Qué quieres que te diga?
Y me temblaron las piernas por esto:
Había cono conocido San Miguel en 1995, y de entonces había dejado amigos allá, creyentes en la fe, que incluso visite aunque someramente cuando regarse en 2011.
Y aunque dispersos, unos habían nacido otros se habían ido, muchos se casaron y tuvieron familia.
Total y a todo esto es que felizmente, no topamos y pude quedarme aquí y allá con ellos.
Un final felíz, un final de película.
Tiempo que aproveche, para ir y venir ocasionalmente a baires y contactar con amigos de viajeros.
Uno de ellos fue el viajero santi, que me resolvió y luego de tomar un suculento almuerzo con el gran gseque (Germán), el enviado de Quilmes, pude encontrarme por la calle Corrientes, con Marece (marcerdiaaz).
Y luego en una reunión, pude verme con una gran cantidad de viajeros y viajeras, aun cuando tuve que irme muy temprano.
Pero todo fuer exquisito y muy bueno, los felicito a todos, tienen un muy buen equipo.
A groso modo y si faltó alguno, me excusan pero son estos: yorch73, pablejacio, cacike, willy1983, dorisgonja, sandragl2003, demiancalo1, lucian, siale.
En mi anterio visita, había conocido, mucho de los lugares de interés de baires, si bien no todos, porque para conocerlos todo habría que vivir allá.
Asi, que esta vez, no me di mucho apuro, pero entre otas cosa que no había visto antes, vi La Plaza Miseres, frontal, con la estación de trenes 11 de septiembre, donde hubo una tragedia hace pocos años.
Y entre idas y venidas, me dio tiempo de visitar algunos de San Miguel y hsat por cierto que le cantamos el cumpleaños, a una simpática ahijadita de mi amiga de allá y yo le canté la versión de típica de Venezuela de "Ay que noche tan preciosa", compuesta por el músico y compositor venezolano Luís Cruz
Claro que yo la canté a capela.
También, les cometo, que además del tren de gasoil, hay otro tren eléctrico, que se toma donde está el Carafour de San Miguel y llega a Chacaritas, en baires, frenete al cementerio del mismo nombre, que una vez fue un lugar de tumbas opulentas y debió ser que en aquellos años eran más importantes de muertos, que de vivos, porque son unas tumbas majestuosa.
Y que aquí es donde está la tumba de Gardel, a la que nunca le faltan flores.
Había habido una muy pertinaz lluvia sobre Argentina, y muchas de las zonas de capital, estaban inundadas.
Ciertamente, llamé a unas personas conocidas para saludarles y literalmente tenían el cuarto lleno de agua y mas que el cuarto, toda la casa, pero ya estaban resolviendo el problema.
El la ciudad de La Plata, si hubo una gran tragedia, pero ya habían comenzado a funcionar las cosas, por lo que pude ver por el noticiero.
Asi pasa a veces, contra el agua, no hay quien pueda.
Sin embargo, el agua escurre y luego todo se seca.
La vida continua.