El día de hoy se presenta completito, a las 8 de la tarde tenemos que esperar a nuestra sobrina que llega de A Coruña a la estación de tren de Lleida, se incorpora a las vacas tras el último examen del año. Por eso hemos previsto para hoy una caminata por el Congost de Mont Rebei, que nos pilla de camino hacia Lleida.
Amanece un día precioso, no tenemos prisa y aprovechamos para darnos un piscinazo y sobre las 12 del mediodía salimos del camping por la N-260, en Tremp tomamos la C-1311 una carretera regional sin apenas tráfico que nos hasta la localidad de Puente de Montañana, atravesando antes el Coll de Montllobar, durante el ascenso podemos disfrutar del vuelo majestuoso de una nutrida colonia de buitres desde tan cerca que les vemos hasta el color de los ojos

En la cima del puerto disfrutamos de unas maravillosas vistas. Hacia el norte una vista panorámica de los Pirineos desde las cumbres del P.N. de Aiguestortes hasta las cimas del P.N. de Ordesa en donde se distinguen perfectamente las tres Sosores y el Cañón del Añisclo, hacia el sur la sierra del Montsec, hacia la que nos dirigimos, en la que destaca el tajo que forma el Congost de Mont Rebei.
Justo antes de llegar a Puente de Montaña giramos a la izquierda siguiendolas indicaciones del desfiladero y en unos pocos kilómetros por una carretera estrecha llegamos al parking de la Masieta.
Pese a que habíamos leído que en el parking se cobran 5 €, no hay nadie en la caseta y la barrera está levantada, puede ser que sea debido a la hora en la que hemos llegado, mas tarde de las 2. Vistas las horas comemos y bebemos bien antes de comenzar la ruta, el sol aprieta, 33 grados a la sombra y lo peor creo que va a ser eso, todo el primer tramo de la ruta apenas tiene algún arbolillo en donde poder escapar del sol abrasador.
Estos son los datos de la ruta:
EL COCHE SE DEJA EN EL PARKING (5€) DE LA MASIETA 42.097340, 0.696031. BAÑOS Y MESAS DE PICNID. ESPECTACULAR RUTA POR EL BARRANCO ES DE 3,5 KMS (1 h 45 min.) QUE PODEMOS ALARGAR EN UN KM HASTA EL PUENTE COLGANTE.
5 € CUESTA EL PARKING TODO EL DIA.
El primer tramo de la ruta es llano o en ligero descenso hacia el pantano a través de un sendero vallado que atraviesa una zona de monte bajo, aquí corre una ligera brisa que se agradece.
Llegados al borde del agua nos encontramos un tramo de continua y cada vez más acusada pendiente que se aleja de la orilla y que nos cuesta un mundo con el calor que hace y la falta de sombra. Llegamos al punto más alto y comenzamos a descender, al principio el descenso es ligero pero los últimos 250 metros que nos llevan al primer puente colgante se convierten en una pista empedrada con mucha pendiente. Llegamos por fin al primer puente colgante, que atravesamos encantados pues en la otra orilla parece que caminaremos a la sombra.
Cruzamos el puente y subimos un pequeño tramo a la sombra pero pronto volvemos a llanear al borde del pantano por entre una vegetación de matorral que no sirve más que para aumentar la sensación de calor y agobio. Por fin parece que llegamos al comienzo del desfiladero, la parte más bonita de la ruta de hoy.
El camino se convierte en un sendero colgado a decenas de metros del río, tiene mas o menos metro y medio de altura, entre esto y que el piso presenta piedras y gravilla es mas que aconsejable llevar a los niños de la mano por todo este tramo. Un cable de acero anclado a las paredes de piedra permiten que las personas con vértigo se sientan más seguras.
De vez en cuando, en las zonas con mejores vistas, aparecen bancos de madera que te permiten descansar y disfrutar del espectacular entorno.
Estamos, sin duda, en el tramo más alucinante, la altura sobre el pantano es enorme, encajonado entre grandes paredes de piedra caliza el sendero transcurre por un espacio excavado a pico sobre la pared este del desfiladero, el agua color turquesa y la ausencia de excursionistas nos sitúa en un lugar único y maravilloso.
El desfiladero es prácticamente llano, después de cruzar un tunel excavado en la roca (en el que se abre un precioso mirador) llegamos al tramo final del congost, tras una corta ascensión nos encontramos en el punto más estrecho y final de nuestra ruta. Nos adelanta un americano que va sólo y con una botella de agua pequeña, charlamos un par de minutos y me cuenta que conoce A Coruña y que la visitó durante un mes sin lluvia, eso si que es tener suerte, nos despedimos y continúa su marcha a ritmo de "marine".
Nos sentamos en el banco con cuidado de agarrar bien las gorras, el viento sopla aquí con muchísima fuerza porque la distancia entre las paredes de roca es muy estrecha. Descansamos y miramos hacia adelante, el sendero continua hasta un segundo puente colgante y cruzado este están las famosas pasarelas de Montfalcó, hacia atrás hemos dejado el desfiladero. Decidimos no continuar por el calor y porque lo que vemos no mejora ni mucho menos lo que hemos recorrido hasta ahora. Nos ha llevado más tiempo del que se suponía pero el calor y los numerosos descansos para hidratarnos y escondernos en las mínimas sombras han retrasado nuestra marcha.
El camino de regreso lo hacemos con el mismo calor pero con racionamiento de agua, nos queda poco más de un litro y hasta ahora hemos bebido más de 2. El tramo más duro del regreso es el ascenso después del puente, el resto lo hacemos con calma sabiendo que las cuestas han terminado.
Nos vamos refrescando con todo lo que nos queda en la mochila-nevera, yogures y melocotones que nos dan la vida, el parking de la Masieta ya está a la vista. Un último esfuerzo y por fin podemos descansar a la sombra, son las seis de la tarde, la ruta ha sido dura por el calor, pero preciosa. No hemos podido empezarla temprano como solemos pero las circunstancias mandaban.
Llegamos a nuestro querido coche en donde tenemos agua fría y comida, despues de la merienda arrancamos hacia Lleida, tenemos hora y veinte de conducción y vamos sobrados de tiempo. Nos llama nuestra sobrina para decirnos que el tren llegará con una hora de retraso, a las 9 por lo que tenemos que buscar alguna ocupación en la capital leridana.


El camino lo hacemos por una buena carretera, nos encontramos en la frontera entre Cataluña y Aragón, que forma el río Ribera Ribagorçana, el mismo que parte en dos la sierra del MontSec. Transitamos un buen número de kilómetros por Aragón hasta volver a cruzar el río y entrar de nuevo en la provincia de Lleida y llegamos a su capital.
Buscamos en el GPS un super y aprovechamos para hacer la compra, a las 9 estamos en la estación de tren y mientras las chicas van a buscar a la "nueva" los chicos esperamos en el coche y buscamos una pizzería cercana para cenar sin perder tiempo.
Ya vienen, besos y abrazos, guardamos el equipaje y dejamos el coche en el subterráneo de la plaza Ricard Viñes, cambiando de acera está el Dominos Pizza.
A las 10 ya estamos saliendo satisfechos y cansados, nos queda hora y tres cuartos de trayecto hasta el camping. Llamamos a nuestros anfitriones para decir si había algún problema con la hora de llegada, sin problema, a las doce ya estamos duchados, acostados y hechos polvo. Veremos si mañana pasa factura el día de hoy.