Volvemos a la alta montaña después de un par de días alejados de ella. Hoy nos toca visitar el Circo de Colomers, es un circo glaciar en el Valle de Arán. Está formado por una serie de cumbres que superan los 2500 m de altitud y contiene casi cincuenta lagos de todos los tamaños que forman parte de la cabecera del río Garona.
Salimos sobre las 9 y veinte del camping, en hora y media, despues de volver a superar el puerto de la Bonaigua y desviarnos en Salardú por una estrecha y preciosa carretera que se adentra en el valle, llegamos a Bahns de Tredos, punto de inicio de la ruta:
RUTA CIRC COLOMERS> 8 KMS I/V RUTA CORTA. ES CIRCULAR.
DEJAR EL COCHE EN HOTEL BANHS DE TREDOS ALLÍ COGER EL TAXI, 42.654898, 0.927548, NOS DEJA "CRUCE DE LOS LAGOS DE COLOMÈRS", DESDE DONDE YA ENCONTRAMOS UNA INDICACIÓN DEL CAMINO HACIA LA RUTA DE LOS LAGOS, INDICADO COMO “7 ESTANYS DE COLOMÈRS”. SEGUIR LAS MARCAS AMARILLAS Y BLANCAS QUE SON LAS DE LA RUTA CORTA QUE DURA 3 HORAS, , LA RUTA LARGA TAMBIEN ES CIRCULAR PERO LLEVA 6 HORAS. EN EL LAGO MAYOR REFUGIO CON BAR. EL TAXI VALE 32 € I/V Y SALEN CADA 15 min
A eso de las once menos veinte sacamos los tickets de ida y vuelta en la caseta del parking y en cinco minutos llegan los taxis que nos subirán hasta el comienzo de la ruta. En las cumbres que nos rodean dominan las nubes pero parece que el cielo se puede abrir

Un poste nos indica el camino a seguir hacia el camino hacia el Estany Mayor de Colomers, nuestro primer destino. Este primer tramo nos lleva en un pronunciado ascenso entre rocas, pinos negros y rododendros en flor. Tras unos 10 minutos llegamos a una zona llana dentro de un paisaje de ensueño. Caminamos por unas pasarelas de madera que nos permiten salvar los prados encharcados. Atención a los mosquitos.
Superado este tramo volvemos a ascender siguiendo siempre las balizas que marcan el camino y siguiendo el cauce de un arroyo que viene del estany. Ya podemos ver el horroroso dique de cemento que represa el estany


Continuamos la ruta rodeando el refugio por la parte trasera y bordeando el lago por la orilla derecha hasta llegar al refugio nuevo por un sendero que transcurre a media altura. Aquí hacemos una paradita para comer algo y reponer fuerzas. En el refugio hay un helicoptero que usan para abastecerse y podemos ver como despega y en pocos segundos desaparce entre las montañas. El día continua sin abrir y no podemos ver todas las montañas que nos rodean, aún así las vistas merecen mucho la pena.
Después del descanso el sendero gira bruscamente para subir sorteando grandes bloques de piedra granítica, la subida merece la pena cuando llegamos a la cumbre y podemos disfrutar del Estany Mort.
La sensación de soledad y libertad de estos parajes es abrumadora, ante nuestros ojos se mezclan los verdes oscuros de la hierba con los colores grisáceos de los bloques de piedra y el azul del cielo que se reflejan en el agua transparente del pequeño lago. Alucinante. Sin duda un lugar inmejorable para tomarnos nuestros supermerecidos bocatas de atun y tomate.


Antes de comer seguimos subiend unos minutos para alcanzar un promontorio que nos da una vista todavía mas alucinante del estany.
Seguimos caminando de estany en estany, todos diferentes por su forma, tamaño y la diferente tonalidad de sus aguas, el tiempo a empeorado y las nubes de las cumbres cercanas han bajado hasta mojarnos ligeramente en forma de lo que en Galicia llamamos "orballo", esperemos que la cosa no vaya a mas.
Ahora toca descender hacia siguiendo las marcas del camino, cruzamos un puente de madera que salva el desague del ultimo lago y nos ofrece unas maravillosas panorámicas.
Y bajando, bajando llegamos a una zona de "aiguestortes", el arroyo serpentea entre los prados formando pequeños meandros y charcas, llenitos de renacuajos de buen tamaño. Es aquí donde me encuentro con una de las estacas amarillas rotas, el caso es que no veo el agujero en donde debería estar clavada y la intento poner de pie. No sabemos por donde seguir y decidimos continuar bajando por uno de los múltiples senderos que se marcan en el terreno

Después de unos cientos de metros nos encontramos con un arroyo caudaloso (puede que el mismo que habíamos cruzado antes) y no existe puente alguno para salvarlo, nos hemos equivocado pero vemos el Estany Mayor al fondo, no vamos a dar vuelta por lo que no queda otra que quitarnos las botas en intentar cruzar a las bravas. :evil:
No sin dificultades consigo situarme en el medio de las aguas, ayudo a cruzar al resto de la expedición mientras siento como las aguas heladas van congelando mis piernas. Prueba superada....Superado el escollo y despues de inmortalizar nuestra hazaña continuamos bajando hacia el estany que cada vez está mas cerca.
El descenso es ahora más pronunciado ya alcanzamos a ver el refugio nuestro próximo destino, para llegar hasta allí tenemos que bordear el lago salvando algunas dificultades en forma de zonas encharcadas y grandes bloques de piedra hasta que llegamos al punto en el que nuestra ruta circular enlaza con la que habíamos seguido hasta el refugio.
Otro pequeño descanso y en unos minutos llegamos al muro de la presa justo en el momento que comienzan a caer gruesas gotas que de momento no nos preocupan.
Descendemos a los pies de la presa y tras una pequeña duda encontramos el camino correcto y apuramos el paso porque la lluvia comienza a caer de forma mas regular, ya a buen ritmo cruzamos la zona de pasarelas, el ultimo tramo de bajada lo hacemos bajo una lluvia más copiosa lo que lo convierte en un poco resbaladizo y peligroso por el rapido descenso. Comienzan a formarse regueros de agua que se van uniendo en mini-arroyos que bajan entre las piedras. Llegamos a la parada del taxi, menos mal que está cubierta. Allí ahí cuatro personas, llega el taxi y el conductor se apiada de nuestro aspecto húmedo y nos baja a todos juntos hasta el parking.
En el parking no llueve, comemos algo, bebemos y hacemos el camino de vuelta disfrutando del preciso Val de Arán. Tras pasar la Bonaigua comienza a llover, lluvia que no nos abandona hasta llegar al camping.
Aprovechamos para parar en Sort y comprar la comida y la cena para el día siguiente. Al llegar al camping caen las últimas gotas y el sol comienza a brillar para dejarnos una noche estrellada maravillosa.