Hoy es el último día por Escocia y queremos aprovecharlos. En la agenda tenemos visitar el Castillo de Edinburgh, dar una vuelta por el Fridge Festival y ir a la Cámara Oscura si nos da tiempo.
Nos levantamos sobre las 8:30 porque estamos cansados de tanto trote, y aunque en tooooodas las guías, diarios y consejos recomiendan ir al Castillo a primera hora, nosotros iremos con la calma, a ver qué nos encontramos.
Salimos del apartamento sobre las 10:00, cogemos el autobús número 10 y en 30 minutos estamos en el monumento a Walter Scott, preparados para disfrutar de este día nublado pero sin lluvia (algo es algo!)
DETALLE DE LA BARANDILLA PARA SUBIR AL CASTILLO
EDINBURGH CASTLE
En 10 minutos de subida llegamos al Castillo (o mejor dicho al hormiguero…) y alucinamos con la cantidad de gente que hay. Lo de ir a primera hora era un buen consejo, pero ya que estamos, lo visitaremos como se pueda.
ATENCIÓN AL HORMIGUERO DE GENTE...
Lo que más nos gusta son las vistas y la prisión. Está muy bien decorada y ambientada. El resto de estancias del castillo dejan un poco más que desear.
HAMACAS DE PRISIONEROS
DIBUJOS EN LAS PUERTAS HECHAS POR PRISIONEROS
CEMENTERIO DE PERROS DE LOS SOLDADOS
Vamos paseando por allí cuando vemos un par de colas. Chafardeamos para ver de qué son y en una hacen una degustación de whisky, así que nos ponemos a ver qué podemos catar. Nos dan un mini chupito de crema de whisky (parecida al Baily’s) y nos vamos a por la segunda cola. La de las joyas de la corona. Son 40 minutazos, pero decidimos hacerla a ver qué és. Menudo chasco!! Son solo la corona y el bastón de los reyes de Escocia. Y la piedra del destino. A nosotros no nos vale la pena. Quizás a alguien que controle más la historia le parecerá fabuloso, si no, no entiendo las colas...
Empezamos a estar cansados de caminar por allí y nos está entrando hambre. Votamos ir a comer fuera del castillo para poder sentarnos un rato y descansar. Damos una vuelta entre el gentío hasta que encontramos una taberna que nos seduce con su carta.
Subimos al piso de arriba, que es dónde tienen el restaurante, y tienen alguna mesa disponible. Nos sentamos, pedimos y a disfrutar del momento. Yo pido mejillones con salsa de cerveza, Raúl un fish and chips grande y para los tres nachos con guacamole. Todo buenísimo y por 48 libras.
Cuando acabamos nos vamos a dar una vuelta para ver el Festival. Júlia quiere pararse en todos los espectáculos y de vez en cuando la dejamos mandar, por lo que vamos a aprovechar la tarde viendo magia, malabares y equilibrios. Al final está aguantando el tiempo y decidimos no ir a la Cámara Oscura porque en el parque de atracciones ya vimos algunas cosas parecidas.
Sobre las 19:00 de la tarde estamos reventados y con mucha pena volvemos al apartamento a cenar, cerrar las maletas y poner el despertador para mañana, que no nos podemos dormir. Se ha acabado este fabuloso viaje que nos ha hecho recorrer 1500 km. de este precioso país. Y de nuevo, nos vamos enamorados de sus paisajes, sus castillos, su gente y sus animales (no tanto de su clima pero va en el paquete..)