Descubriendo Escocia ✏️ Blogs de Reino Unido

¡De vuelta con un nuevo diario!

Justo aterrizamos ayer, así que todavía tengo el viaje fresco y la información lista para vomitarla aquí para todos vosotros.

Grupo: Nuestro grupo se compuso de dos mujeres adultas, compañeras de trabajo y ya de viajes también.

Fechas: Viajamos del 21 al 31 de agosto de 2023, aunque el 31 es meramente anecdótico porque nuestro vuelo de vuelta salía a las 7 de la mañana. Hemos tenido 10 noches y 10 días para disfrutar de la bella Escocia.

Vuelos: Barcelona-Edimburgo y viceversa, ambos con Ryanair. 392,94€ con 3 maletas de 10kg. Contratados en enero, la tercera maleta la añadimos en junio.

Seguro de viaje: desde el brexit, recomendable llevarlo. Nosotras lo contratamos con Mondo y fueron 91.31€ con anulación y seguro de salud.

Conectividad: ambas tenemos compañías que todavía dan roaming en UK, pero acordaos de revisar antes con vuestra compañía. Algunas, como orange, ya no ofrecen servicio en UK si no es de pago.

Coche: optamos por la opción que mas libertad nos daba, así que alquilamos con Europcar por medio de booking. Los precios estaban (y siguen estando) disparatadísimos pero es lo que hay. 506.89€ con el seguro de booking (devolución de franquicia) y a la aventura. Si reventábamos una rueda nos tocaría pagar una pasta. Y de entrada, 1600 libras de franquicia, casi nada En gasolina hemos gastado 151.16 libras.

Hoteles: En su mayoría han sido B&B. Iré detallando cada uno en su etapa correspondiente para no hacer esto eterno. El total en alojamiento han sido 910€ por 10 noches.

Entradas y visitas: nos hicimos con la Explorer Pass (88 libras) porque vimos que podíamos amortizarla. Aparte, hemos pagado entradas al castillo de Glamis y a Dunnotar (56.71 libras entre los dos) y la excursión a ver renos (46.20 libras)

Comidas: Al ir de ruta, los típicos meal deal de los supermercados nos venían muy bien. Por 3.5-4 libras entra un sandwich/pasta/ensalada, un snack (bolsa de patatas, chocolatinas, fruta, etc) y una bebida. Los desayunos en la mayoría de alojamientos los teníamos incluidos y en las cenas si que tendíamos un poco mas a sentarnos con la calma y cenar en condiciones. El gasto total han sido 449.06 libras.

Tarjetas: Llevábamos un "bote" en revolut y la verdad es que lo hemos podido pagar todo perfectamente con ella, desde postales de 0.30 hasta los parkings de la cima mas alta y remota de Skye. Nos fuimos de aquí con 60 libras en efectivo que le había comprado a mi sobrino de su viaje escolar y al final las gastamos porque sino nos volvíamos con ellas en el bolsillo.

Transportes: únicamente hemos pagado el ferry de Mallaig a Armadale y los traslados ida y vuelta del aeropuerto a Edimburgo para nuestros últimos días. Entre ambas cosas, 33 libras.

Otros: aparte de eso hemos gastado 26.50 libras en parkings (y eso que alguno nos han regalado el ticket y algún otro hemos pasado de pagar por ser una parada "express") 72€ del parking de aena por dejar nuestro cochecito durante el viaje, 15 libras a nuestro guía del free tour por Edimburgo y 5 libras en guias de papel y audioguias de distintas visitas.

El total de la muerte: no he hecho sumas ni cambios de divisa, pero sobre 1400 por cabeza.

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Por una vez en la historia de mis viajes, no madrugamos exageradamente y salimos rumbo al aeropuerto "sólo" a las seis de la mañana. Tengo que admitir que se nota mucho la diferencia de pisar el aeropuerto casi siempre en temporada baja y a las cuatro de la mañana a hacerlo en la segunda quincena de agosto a media mañana. ¡Qué de colas para todo! Afortunadamente la hora que perdemos en la cola de facturación la recuperamos en el control de seguridad y en el policial, que apenas nos llevan quince minutos entre los dos. Para variar, me toca control aleatorio de drogas. Ni fumo, ni bebo, ni me drogo... pero oye, debo tener algo en la cara que siempre me toca.

El avión sale con retraso y con retraso llegamos a Edimburgo. Media hora tarde, mas otros veinte minutos largos que perdemos en el control de pasaportes. Por lo menos brilla el sol. Veníamos desde casa con la resignación de que nos iba a llover todos los días, así que ese rayito de sol nos daba un poquito de esperanza. Deberíamos habernos fijado mas en el suelo mojado y el cielo nuboso, pero era el inicio de una nueva aventura y siempre se afrontan con optimismo.


Vamos directas a la zona de mostradores de las compañías de alquiler de coches. En nuestro caso el alquiler era con Europcar por medio de Booking. Nada mas llegar, hay unas máquinas donde tienes que poner tu número de reserva y entonces pasas a formar parte de la lista de espera. Si no te apuntas, da igual que llegues antes que otro, la prioridad la da la lista. Una vez llega tu turno, vas al mostrador que se te indique y listos, a batallar para que no te vendan mil seguros y suplementos. Como nosotras llevábamos seguro con booking rechazamos todo lo que nos ofrecían y poco después teníamos las llaves de nuestro Opel Crossland X (allí Opel es Vauxhall)

Para no perder la costumbre, damos un par de vueltas al coche haciendo fotos a todos los desperfectos que encontramos, tanto por fuera como por dentro y también hacemos foto al salpicadero, con los kilómetros y el nivel del depósito. Una vez todo listo, nos ponemos en marcha ¡por la izquierda!


Salimos del aeropuerto pasadas las 14.30 cuando nuestra idea inicial era salir una horita antes. El coche lleva un sistema que pita cada vez que te acercas demasiado/pisas una de las líneas... por las autovías muy bien una vez le coges el truco a lo de conducir al revés...Pero en el resto de carreteras escocesas... ay amigos, ¡es que son estrechas de narices! Pitaba mas eso que un árbitro. Pero volviendo al momento actual, cogimos carretera en dirección Luss y lo hicimos del tirón hasta llegar al pueblo, atasco alrededor del aeropuerto de Glasgow incluido.


Pagamos £1 en el parking a las afueras del pueblo para una hora de aparcamiento y nos lanzamos a nuestra primera visita. Para entonces son casi las cinco y no nos hemos parado a comer nada desde las 10 españolas, pero nos da igual.

Vemos algunas de las tiendas de Luss y aquí os dejo el primer consejo del día en Escocia: si veis algo que os gusta, compradlo. Porque es posible que no lo volváis a ver. Me enamoré yo de un arnés para mi perri con estampado de vacas escocesas y no lo encontré nunca mas.

Nada mas salir de la tienda se pone a llover. Es una lluvia muy finita, ni siquiera moja como tal. Sólo sirve para ensuciarnos los cristales de las gafas. Visto lo visto, seguimos nuestra visita sin importarnos que llueva y llegamos hasta el muelle y con él, al lago Lomond. ¡Nuestro primer lago escocés!


Con el madrugón que llevamos y teniendo en cuenta que habíamos trabajado hasta tarde la noche anterior, decidimos dar el día por "terminado" y nos acercamos hasta nuestro primer alojamiento en Inveraray. Está a unos diez minutos pasado el pueblo, en Furnace. Por el camino nos pilla nuestro primer chaparrón del viaje, segunda lluvia del día, pero no sería la última.

Nos alojamos en Maggie's y pagamos 93€ por una doble con baño privado y desayuno incluido. Maggie, la dueña, es un terremoto andante pero un amor de persona. Nos guía hasta nuestra habitación y se desvive por hacernos sentir como en casa. No podemos hacer otra cosa que recomendarla. Antes de dejarnos, nos da las opciones del desayuno y tras elegir lo que vamos a querer, nos pide también la hora a la que lo queremos y ya nos deja a nuestro aire.


Como todavía es pronto, decidimos salir a dar un paseo por los alrededores y bajar a la pequeña playa de la zona, pero volvemos enseguida con intención de descansar y recuperar energías.


Cenamos unos bocadillos que traíamos desde casa mientras vemos caer otro chaparrón por la ventana. ¡La que nos espera!

Kilómetros de la jornada: 168.

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Amanecemos temprano en nuestro B&B y Maggie está ya lista con un desayuno continental bastante completito y nuestros platos elegidos la noche anterior: desayuno escocés completo y huevos revueltos con salmón ahumado. Ya descubrimos temprano lo bueno que está el salmón ahumado en estas tierras

Tras despedirnos nos ponemos en marcha. Pasamos por delante del castillo de Inveraray. La entrada está cerrada pero hay un pequeño parking (apenas cuatro o cinco plazas) en el pueblo nada mas entrar, cruzando un arco a la derecha, desde donde se puede echar un vistazo al exterior.

Seguimos la carretera con destino al valle de Glencoe, haciendo la primera parada en Bridge of Orchy para estirar un poco las piernas. Yo fui muy "valiente" o mas bien muy inconsciente y me lancé a conducir yo todo el viaje... es un error. Si no hay mas remedio como era nuestro caso, pues adelante, pero de preferencia mejor ser dos conductores e ir haciendo turnos.


Nos acercamos al puente aunque ya empezaba a caer algo de agua. La tierra en esa zona es super oscura, lo que hace que el agua también se vea oscura y parezca sucia.

Seguimos la carretera haciendo paradas en distintos puntos de la carretera, como los viewpoints del loch Tulla o el Rannoch Moor.



Parecía que el día nos iba a dar un descanso, el sol nos invitaba incluso a quitarnos capas de ropa... ah, que engañadas estábamos. En cuanto nos adentramos en el valle de Glencoe la niebla cae sobre nosotras y cuando se despeja un poco, ¡agua! Vamos parando en distintos miradores a lo largo del valle, pero nos tenemos que resignar a no hacer ningún tipo de caminata porque literalmente cada vez que paramos el coche, empieza a llover fuerte. Del mismo modo nos quedamos sin ver la cima de ninguna de las montañas porque la niebla estaba ahí presente para impedirlo. Parecía que teníamos el tiempo en contra.


Al final nos damos por vencidas y nos vamos hasta el centro de visitantes de Glencoe para echar un vistazo. Pagamos £4 por el parking y chubasqueros puestos para llegar hasta los edificios.

Echamos un vistazo a la tienda y las exposiciones, así como a una recreación de una vivienda que han montado allí. Aprovechamos el descanso que nos da la lluvia para recorrer un tramo de un sendero desde allí, pero poco después la lluvia aparece y nos devuelve al coche.

De camino a Fort William nos detenemos en Ballachulish para comprar un meal deal en un co-op. Para los que nunca hayáis estado en UK, el meal deal es muy popular allí en los supermercados. Por £3'5-£5 puedes comprar un sandwich/ensalada/pasta, un snack (aquí entran desde patatas fritas hasta chocolatinas, bollería, frutos secos, fruta cortada...) y una bebida. Los meal deal suelen estar en supermercados, pero también los hay en gasolineras, quioscos... contra mas grande el sitio, mas barato el meal deal y mas opciones para elegir.

En este caso dos sandwiches, un brownie, una tarrina de piña y dos nesteas nos costaron £8.

Comimos sentadas en el maletero del coche y seguimos la ruta hasta Fort William. Aparcamos y al ir a pagar, vemos que hay 40 minutos gratuitos así que como tenemos entendido que la ciudad en si no tiene mucho que ver, nos arriesgamos. Caminamos hasta el antiguo fuerte del que apenas queda nada y damos una vuelta rápida por las calles principales.

De vuelta al coche paramos en un supermercado para comprar algunas cosas de cara al desayuno y aunque es temprano, nos acercamos al Ben Nevis Inn, a las faldas del Ben Nevis, a cenar algo. Es nuestro primer encontronazo con un passing place y me tiene un poco de los nervios porque encima empieza a llover bastante fuerte, pero llegamos a destino sin problemas.


Parece que no vamos a poder cenar porque está todo reservado, pero al ser temprano una camarera se apiada de nosotras y con la condición de abandonar la mesa al acabar de cenar, nos da mesa. Pedimos unos calamares fritos con mayonesa kimchi que están espectaculares y una hamburguesa de ternera local super tierna y jugosa.

Pagamos dejando algo de propina por el favorazo y el buen trato y cuando salimos fuera está cayendo la del pulpo. Aun con los chubasqueros llegamos el coche algo mojadas.

Cogemos el camino de vuelta hacia Fort William y vamos hasta nuestro alojamiento para esta noche, Campfield House. Sólo alojamiento, con baño privado, £81. (En realidad contratamos alojamiento y desayuno, pero semanas antes quitaron el desayuno de su "oferta" y vimos en comentarios a mucha gente quejándose de que tuvieron que pelear con el dueño para que se lo diese y encima era malo. Nosotras no teníamos ganas de discutir así que lo dejamos pasar.)

El dueño es bastante seco, literalmente verifica nuestra reserva y nos indica cual es nuestra habitación sin ni siquiera mirarnos a la cara. Es la primera y última palabra que cruzamos con él. Sin embargo, la habitación está bien, obviando el hecho de que el agua del grifo sale totalmente amarilla. De hecho no nos atrevemos a hacernos un té esa noche con ese agua


Al menos las camas eran cómodas.

Kilómetros de la jornada: 150.

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