De Durmitor a Perast. Montenegro de norte a sur. ✏️ Diarios de Viajes de Montenegro

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Bueno, bueno, ya estamos en nuestro tercer día en Montenegro y de momento está cumpliendo mucho nuestras expectativas. Hoy nos toca dejar la zona norte, con pena, la verdad, porque nos ha gustado mucho y nos hubiésemos quedado encantados más días por aquí. Pero sabemos que lo que está por llegar seguro que también nos encanta, así que nos ponemos en marcha.

9:15h ¡A desayunar! Jaja ¿Habéis probado las galletas Jadro de barquillo, nata y chocolate? Mmmm. Resulta que las probamos en Croacia, años atrás, y nos gustaron tanto que nos trajimos a casa. Y mira por donde en Montenegro también las venden, así que compramos un paquete al llegar a Zabljak, y va cayendo alguna en el desayuno o merienda... (Luego al llegar a casa no entendía cómo con tanto pateo estos días no había adelgazado ni un día... ¡Jadro, tú tienes la culpa, por tentarme, y yo por comerte!).

En fin, recogemos el equipaje, nos ponemos cómodos para el viaje, y al coche. Al poco de estar en la carretera (no calle, ni camino, ¡carretera de doble sentido!!!) se nos cruza con la mirada fija en su móvil y cascos puestos una chavalilla, por medio de la carretera. Que la tía se cruza en diagonal la calle sin mirar y sin importarle si vienen coches ni nada... Que ya pararán ellos, pensará. Pues sí, nos tocó reducir velocidad, pero es flipante eh, aquí no temen por su vida en las carreteras

Del camino hasta Perast no hay gran cosa que comentar. Llovió algo, pero sin problema. Y los paisajes geniales, de hecho de vez en cuando parábamos para admirarlos mejor y hacer alguna foto.


La mayoría, al hacer esta ruta, se desvían a ver el monasterio de Ostrog. Nosotros lo teníamos anotado en nuestro itinerario como un "quizá", ya que hay que tener en cuenta que ese desvío nos supondría una hora para llegar, el tiempo de la visita, y una hora para volver, y al final nos parece demasiado. Más que nada porque habiendo viajado ya a varios lugares hemos tenido la oportunidad de ver sitios similares. Y aunque obviamente no es lo mismo, y seguro que es una visita a tener en cuenta en Montenegro, no nos llama tanto la atención. Pesan más las ganas de llegar a Perast por fin.

13:30h Ya en nuestro alojamiento de Perast, esperando en la terraza con el hijo de los dueños, a que esté preparada nuestra habitación. Son tan amables que nos han sacado zumo fresquito y el chico se ha sentado con nosotros para tener una charla en inglés sobre nuestro viaje, de dónde venimos, si hemos estado por allí antes, y contándonos cosas interesantes sobre Perast y Montenegro.

* Otra de las curiosidades de Montenegro es que en la gran mayoría de alojamientos no puedes entrar hasta mediodía, sin embargo al día siguiente debes irte antes de las 10:00h, y si te retrasas un poco te avisan enseguida de que pasa de tu hora... Y luego nos quejamos en España porque nos hacen dejar los hoteles a las 12:00h... Pues mira, hay sitios peores en ese sentido.

Como ya es mediodía dejamos el equipaje en la habitación en cuanto está lista y nos vamos al paseo principal a buscar un buen sitio donde comer. Por recomendaciones que leí aquí en el foro vamos al restaurante Armonía. Al llegar, las mesas a la orilla del mar están todas ocupadas. Le preguntamos aún así al camarero, y nos dice que podemos esperar en la terraza interior (que es cubierta con una cristalera de techo) y tomar allí algo mientras quedaba alguna mesa libre para nosotros. Y como nos apetece mucho comer allí en la orilla, eso hacemos. El caso es que conforme nos sentamos en la terraza empieza a llover, al principio de forma ligera, pero poco a poco se va poniendo la cosa seria, hasta el punto que todos los que están fuera comiendo tienen que entrar donde estábamos nosotros... Así que al final nos quedamos allí.
14:50hEntre localizar el restaurante, esperar mesa, que si llueve, que si llueve más, que si se peta el sitio de gente porque fuera con la lluvia no se puede estar... Nos sirven el primer plato casi a las 3 del mediodía. ¡Ya parezco yo la madre de dragones, de tanto rugir de estómago!
La comida en este restaurante está bien, pero con sorpresillas que nos vamos llevando...

[En construcción, más info en breve]

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