Cuando estudiamos un poco sobre los romanos nos cuentan que, entre otras cosas, destacaban en ingeniería civil. Y una de las cosas que más nos sorprende es que fueran capaces de construir magníficos acueductos para transportar agua hasta las ciudades. Todos tenemos en mente el de Segovia. Quiero aclarar en este punto que acueducto es el canal y éste puede ir a ras de suelo. Pero en el momento en que encuentran un gran desnivel ese canal discurre sobre enormes arcos.
Tarraco tenía su acueducto, llamado de les Ferreres. Es una de esas enormes construcciones sobre arcos de las que hablaba, para salvar un desnivel de 92 metros. Transportaba el agua del río Francolí. Los 2 niveles de arcos que vemos alcanzan una longitud de 217 metros, con 27 de alto. Como curiosidad decir que, igual que pasa en Segovia, las piedras se colocaron como en un puzzle, sin argamasa. Está a 4 kilómetris de la ciudad.
Para hacer todas estas construcciones, los romanos tenían que sacar las piedras de alguna parte. Aunque había varias canteras, la más famosa es la del Mèdol (visitable).
A 20 kilómetros de Tarragona, en medio de la carretera, nos sorprende el magnífico Arc de Barà, arco del año 13 a.C. Se sabe la fecha porque fue un deseo testamentario del cónsul Lucio Licinio Sura, cuyo nombre figura en una inscripción.
A 6 kilómetros de Tarragona, y al pie de la carretera, encontramos la Torre dels Escipions, del siglo I. Su nombre proviene de un error en la identificación de los dos relieves del dios Atis que durante años se identificarón como los de los hermanos Escipión. En el antiguo Imperio romano las necrópolis solían estar en las vías de acceso a las ciudades.
A 10 kilómetros de Tarragona, en el municipio de Altafulla, se conservan los restos de una villa del siglo II. Las villas romanas eran casas de campo ricas que además sustentaban explotaciones agrícolas, ganaderas o industriales. En este caso se alzaba sobre una colina con unas vistas increíbles. La casa tenía al menos dos plantas. El piso superior se distribuía alrededor de un gran patio interior que tenía en el centro un estanque con peces. En este piso estaban las habitaciones más nobles y una galería con vistas al jardín y al mar. En la planta de abajo había más habitaciones y un gran comedor (triclinio). Siguiendo un pasillo abierto en el jardín, se llegaba a los baños con piscinas de agua fría (frigidarium) y de agua caliente (caldarium) con un sofisticado sistema de calefacción por suelo, una piscina descubierta y letrinas. En la playa, otros baños completaban las edificaciones. Se pueden intuir las distintas estancias de la casa con pinturas murales y mosaicos. Había, además, una cisterna para abastecimiento de agua. Allí hay un pequeño museo pero muchas de las piezas están en el museo de Tarragona. Se puede llegar en tren hasta Altafulla y luego caminar un poco.
Dejo enlace:
www.mnat.cat/ ...els-munts/
En Centcelles, a unos 7 kilómetros de Tarragona (nosotros fuimos en taxi y volvimos en autobús) había otra villa de la misma época. Hay restos de edificios que quizás fueran de uso agrícola y de las termas, dispersos por el recinto, antes de pasar por la taquilla. Pero alrededor del siglo IV se produce una modificación y esa villa se transforma en mausoleo. Lo que más destaca es su impresionante cúpula de 10 metros de diámetro, totalmente cubierta de mosaicos. En algunos documentos muy posteriores se menciona una iglesia pero no hay evidencias al respecto.

Hay muchas interpretaciones. Tradicionalmente se había identificado este mausoleo como el del emperador Constante, asesinado en el siglo IV. Se le identificaba como el señor de la villa e incluso se le veía representado en una escena de caza en la cúpula. También se han identificado en los mosaicos escenas del Nuevo y el Viejo Testamento.
