Madrugón otra vez y a la carretera. Salimos en dirección a Tadmor; ciudad nueva a la vera de la antigua Palmira y situada en pleno desierto del Cham. Ya hace mucho calor a las ocho de la mañana. Vamos por una pequeña pista asfaltada con muchos badenes, vemos un numeroso rebaño de camellos semi-salvajes¿o serían dromedarios? En fin,pilarin,no lo sé. Lo que sé es que algunos viajeros propusieron pillar unos cuantos y entrar a camello por la columnata de la entrada de Palmira. Hace mucho calor. Palmira,capital del efímero reino de la monarca Zenobia lleva a las mentes de los viajeros románticos el recuerdo de las ciudades perdidas. Ciudad levantisca y por fin arrasada por los romanos que llevaron a la bella Zenobia esclava a Roma en el siglo III de nuestra era.
Paseamos por la columnata que debe medir medio kilómetro o más de largo y nos llegamos al templo de Baal o de Bel, donde en un puesto me compro un kaftan beduino.¡Menuda pinta de Lawrence de Arabia!
Ante el templo de Bel en Palmira
Hace mucho calor. Los valientes se deciden a subir a la colina donde hay un castillo que domina la ciudad. Hace mucho calor. La chiquillería de unas casas cercanas nos piden bolígrafos y cosas así según el guía. Hace mucho calor.
Cuando los valientes vuelven del castillo, nos ponemos en marcha otra vez en dirección a Aleppo. No sé si ya he dicho que hace mucho calor
. Ya cerca de Aleppo alucina el pasaje...Vemos riego por aspersión en el norte de Siria. Dejamos atrás las montañas peladas y el ocre desierto tanto de Jordania como de Israel y casi toda Siria.
Llegamos a Aleppo a hora de cenar y nos embalamos hacia la ciudadela que es lo único que podemos ver. Unos jóvenes, con ganas de hablar en inglés supongo ,nos acompañan hasta la misma. Y un paseo por el zoco desierto que nos pilla cerca del hotel.
Paseamos por la columnata que debe medir medio kilómetro o más de largo y nos llegamos al templo de Baal o de Bel, donde en un puesto me compro un kaftan beduino.¡Menuda pinta de Lawrence de Arabia!

Hace mucho calor. Los valientes se deciden a subir a la colina donde hay un castillo que domina la ciudad. Hace mucho calor. La chiquillería de unas casas cercanas nos piden bolígrafos y cosas así según el guía. Hace mucho calor.
Cuando los valientes vuelven del castillo, nos ponemos en marcha otra vez en dirección a Aleppo. No sé si ya he dicho que hace mucho calor
Llegamos a Aleppo a hora de cenar y nos embalamos hacia la ciudadela que es lo único que podemos ver. Unos jóvenes, con ganas de hablar en inglés supongo ,nos acompañan hasta la misma. Y un paseo por el zoco desierto que nos pilla cerca del hotel.