Lo de siempre: madrugón, desayuno y....el del salón del desayuno me pierde la Magic Pass. Flipante. Nuevamente fallaba el sistema y me dice que le deje la tarjeta y a la salida la recoja. A la salida una cola infernal de gente que había dejado la tarjeta y la mía no aparecía. No la encontraban y teníamos que irnos para aprovechar la primera hora. Resumiendo, bronca monumental que le echó mi mujer, ninguna solución que nos dieron y a la aventura a ver qué pasaba en la entrada al parque.
Llegamos con el plan aprendido, pasar una tarjeta y entrar con las niñas en el carro. A ver si cuela. Coló. Menos mal.
Olvido de mochila nuevamente en la cinta. Sería de los nervios. Esta vez fueron escasos segundos lo que tardé en darme cuenta.
Dirección a los Studios para aprovechar en los sitios más concurridos ahora que no habría casi colas.
Nos subimos en Crush's Coaster, los soldados de Toy Story, RC Racer, el Perro ZigZag, la atracción de Cars, la Academia de Animación y otra vez más a la Torre del Terror (mi hija pequeña que tiene 5 años se enganchó a esta atracción


Comimos en Bistrot Chez Rémy. Muy buena ambientación del restaurante y buena comida.

Después de comer vimos la atracción animada de Cars y volvimos al otro parque. Dimos un paseo y nos fuimos al hotel para recoger las maletas e ir al Hotel Campanile, donde pasaríamos la noche para al día siguiente ver Paris.
Compramos en un súper cercano al Hotel Campanile para cenar, cenamos y nos dormimos.
La verdad que con dos días y medio habíamos tenido suficiente para ver prácticamente todo. Pensaba que necesitaríamos más tiempo y que este último día saldríamos más tarde del parque, por eso habíamos cogido otra vez el Hotel Campanile para esta noche. Si llegamos a saber que saldríamos con tiempo suficiente, habríamos dormido en París para así al día siguiente no tener que perder tiempo en llegar a la ciudad.