Comenzamos muy muy temprano el día, tanto que nos levantamos a las 4:30h de la mañana ya que tenemos que ir en coche de Donostia al aeropuerto de Bilbao para coger el avión con destino a Londres. Es cierto que cuesta menos levantarse para viajar que para ir a trabajar

Llegamos con bastante tiempo de antelación y menos mal porque a esas horas había una multitud de gente antes de pasar los controles de seguridad pero nos da para tomar un café y desayunar algo más antes de coger el avión. Viajamos con Vueling al aeropuerto de Gatwick y sin ninguna incidencia, todo dentro de la normalidad.
Una vez allí, cogemos el tren de "Gatwick Express" hasta la estación Victoria. A diferencia de otros viajes que había hecho anteriormente a Londres, ahora si no quieres, no es necesario a la máquina a coger el billete ya que se puede pasar la tarjeta contactless por el torno al entrar y al salir y te lo cobran de ahí. Eso sí, es una tarjeta por persona, no se puede utilizar para más de una persona la misma tarjeta (o eso le entendí jejejeje). Creo que es algo más caro que si se coge el ticket en la máquina pero te ahorras también una buena cola.
Llegamos a Londres y la primera tarea era localizar donde estaba nuestro hotel (por llamarlo de alguna forma). Está a unos minutos andando de Victoria Station, buena localización pero nos llevamos sorpresa cuando la puerta está cerrada y le llamamos a la chica y nos dice que no hay posibilidad de hacer check in hasta las 15h y que no tienen ningún sitio donde dejar las maletas. La opción que nos da es dejarlas en consigna en la estación Victoria (es bastante caro). El "hotel - habitación" es London Residence, hay otras mejores opciones que esta, aunque solo sea para dejar las maletas y una pequeña recepción que no existe.
Os dejo como recomendación, si necesitáis una consigna que lo hagáis en Victoria Supermarket que está en la calle de al lado. Os dejo el enlace de la tienda - consigna.
Después nos acercamos andando a las inmediaciones de Buckingham Palace que es viernes y toca cambio de guardia. Si no lo has visto nunca, es curioso y merece la pena.


Aprovechamos después para dar una vuelta y tomar un café en el siempre curioso barrio del Soho.
Volvemos por Regent Street para pasarnos por (visita casi obligada) la juguetería Hamleys.
