El domingo nos despertamos temprano. Desayunamos en el apartamento y nos preparamos para ir a la playa. Hacía una calor terrible ya a las 10 de la mañana. Teníamos planeado ir a la cala En Baster y preparamos comida, bebida,...
Pensábamos que nos iba a costar mucho llegar, pero la isla es pequeña y hay pocos caminos. En 10 minutos estábamos en la playa. Preciosa, vacía, ideal para hacer snorkel. Había apenas 5 personas, casi todos practicando nudismo. La cala es de roca y tiene unos agujeros que son embarcaderos pero creo que en desuso.
Apenas estuvimos una hora porque el agua empezó a estar "sucia" de algas y no se vía muy bien al bucear.

Antes de irnos caminamos un rato por la zona y había una minicalita de arena ideal para un grupo de 3 o 4 personas, pero estaba ocupada. Si tenéis ocasión de encontrarla libre sería fantástico!

De allí nos subimos a la moto y empezamos a moveros sin rumbo fijo. Confirmamos que la isla es tan pequeñita que casi no importa donde quieras ir. Así que improvisamos ir a Ses Illetes. Para entrar con la moto tuvimos que pagar 3€. No consumimos nada en los chiringuitos, pero nos han dicho que es muy caro.
La playa es preciosa, no tiene nada que envidiar a las playas del Caribe. Arena blanca y agua turquesa. PRECIOSA! Agua muy calmada, parece una piscina. Por lo visto ha sido elegida entre una de las 5 playas mejores del mundo. Hay bastante gente, pero no agobiante.

Hacía las 5 de la tarde volvimos al apartamento y nos duchamos para ir al mercadillo de La Mola . Es un mercadillo hippie, pero no es barato. Son cosas hechas de plata, piel,... artesanas. Ya sabéis que esas cosas no son baratas. Nosotros quisimos un recuerdo y compramos una pulsera de cuero para mi marido y un anillo de plata para mi. Ambas cosas 45 € El ambiente es bonito, había un músico amenizado.

Después de tomar algo seguimos subiendo hasta el faro de la mola. . Había bastante gente, ya que al ser el día del mercadillo, la gente aprovecha para ver ambas cosas. Allí arriba hay un bar bastante caro (7 € una coke y una fanta de botella) pero la tienda de souvenirs está bastante bien de precio comparando con el resto de la isla. Nosotros compramos algún imán de la nevera.

Eran las 8 de la tarde y mi marido me dijo que le hacía ilusión comprobar cuanto tardábamos en la moto en ir de faro a faro

Este rincón de la isla nos encantó. Es el faro que sale en la película de "Lucía y el sexo". Hicimos la típica foto llegando, en la que se ve la carretera larga y el faro al final. Después bajamos a Sa cova foradada y nos quedamos a ver la puesta de sol. Había gente, pero nos situamos en un sitio que no teníamos a nadie delante y parecía que estábamos solos frente al mar. Sin duda un momento tranquilo y romántico!


Al terminar la puesta de sol nos fuimos al apartamento. Cansadísimos!!!!