Blogs / Diarios 
Para el penúltimo día de viaje en el país teníamos también una agenda apretada, al menos hasta mediodía. Era también el último que pasaríamos con Mehman, ya que el contrato con la agencia terminaba hoy.
El guía volvió a recogernos a las 9 de la mañana y nos encaminamos hacia el sur de la ciudad. El conductor nos llevó a través de una zona bastante fea de extracciones petroleras, con vistas a las plataformas instaladas tanto en tierra como en el mar. A una hora aproximadamente de la capital llegamos al Parque Nacional de Gobustán, o Qobustan. Este parque está considerado Patrimonio de la Humanidad desde 2007 y fue establecido en 1966 cuando la región fue declarada como un monumento histórico nacional de Azerbaiyán en un intento de conservar las antiguas tallas, volcanes de lodo y piedras de gas en la región. Hoy Gobustán es la reserva estatal más popular y una valiosa mina de Azerbaiyán.
Lo primero que visitamos fue el centro de visitantes, de reciente construcción, que incorpora tecnología moderna para conocer el contexto histórico y geológico de la zona, observar algunos elementos que se han rescatado e incluso descifrar algunas de las inscripciones que veríamos más adelante. Toda la información, tanto en paneles como en pantallas táctiles interactivas está en azerí y en inglés.
La reserva estatal de Gobustán es muy rica en monumentos arqueológicos, la reserva tiene más de 6.000 pinturas rupestres, que representan hombres primitivos, animales, piezas de batalla, danzas rituales, toreo, botes con remeros, guerreros con lanzas en sus manos, caravanas de camellos, imágenes del sol y las estrellas, que datan de media 5.000-20.000 años. Los hombres que muestran en las montañas tenían arco y flecha, fueron altos y delgados. También se muestran escenas de combates con palos y navajas. Las mujeres en las pinturas rupestres se muestran de dos tipos - como representante de matriarca y mujeres-guerreras, con arcos. Otra curiosidad del parque es "gaval dash" una piedra musical. Es una curiosa piedra que cuando se golpea con otras de menor tamaño se producen sonidos musicales. Pudimos encontrarla y tocar un rato con ella.
El recorrido por la montaña donde se encuentran todos estos petroglifos puede llevar unos 20 minutos, pero con las explicaciones y las paradas para fotos estuvimos una hora más o menos. Además, el guía nos explicó que la línea de costa del Caspio ha ido cambiando a lo largo del tiempo, subiendo y bajando, provocando la erosión de las rocas que les da el peculiar aspecto que tienen hoy en día.
Personalmente es un sitio que me encantó y que recomiendo visitar si se va a Baku, ya que no está lejos. La tienda de souvenirs del museo está muy bien, nosotros compramos allí imanes y objetos artesanales (cuencos, jarrones, granadas de cerámica), con diseños basados en los petroglifos del parque que eran muy chulos y muy bien de precio, hicieron el agosto con nosotros en pleno mes de Enero.
Tras dejar Gobustán volvimos a la capital, pero de camino, llegando ya casi a la zona del Crystal Hall, hicimos una breve parada en la mezquita de Bibi-Heybet. En esta zona fue donde en 1846 se perforaron los primeros pozos petrolíferos de forma mecánica (algunos ya fueron excavados de forma manual con anterioridad). La mezquita original que aquí había databa del siglo XIII y fue construida ya en la época de la dinastía Shirvanshah pero fue destruida en 1936 por el ejército rojo en una las campañas antirreligiosas de Stalin. En la década de los 90 y con un Azerbaiyán ya independizado de la URSS, se erigió la que hoy podemos ver.
El emplazamiento no ha sido escogido al azar. La mezquita está construida sobre la tumba de la hija del séptimo imán chiíta, Musa al-Kazim, que huyó a Baku de la persecución de los califas. Pero además, éste es un centro religioso y espiritual muy destacado para el Islam ya que posee en su interior la tumba de Ukeyma Khanum, uno de los descendientes del profeta Mahoma, a quien los azeríes rinden culto.
La mezquita por fuera está bien, pero lo realmente espectacular es el interior, con sus tonos verdes y dorados. Es realmente impresionante y merece mucho la pena verlo. Cuando entrábamos una señora empezó a hablarme y me dio una especie de pastel, como no sabía si lo estaba vendiendo o qué pedí ayuda al guía y nos contó que según la tradición, cuando una familia tiene a algún miembro enfermo van allí a rezar y si la persona se cura los allegados llevan dulces para regalar la gente que vaya a la mezquita ese día. Esa mañana nos solucionaron el tentempié con un par de dulces que nos dieron en la mezquita
El siguiente punto en nuestro plannig era la visita a los volcanes de lodo, un curioso fenómeno geológico donde unos volcanes, de pequeño tamaño, expulsan lodo frío que algunos dicen que tienen propiedades medicinales. La mitad de los volcanes de lodo de todo el mundo se concentran en una zona cercana a Baku, pero no pudimos verlo porque la lluvia del día anterior hizo que la pista de tierra por la que se accede no estuviera en buenas condiciones para entrar con el coche.
Con la decepción de no poder ver los volcanes nos encaminamos a la próxima visita, el Templo del Fuego o Atshegah. Este templo, ubicado en una localidad pegada a Baku, en medio de una zona residencial, es un de los más antiguos lugares de culto de Azerbayán, y fue dedicado al fuego por los seguidores del zoroastrismo. Consiste en un recinto pentagonal que tiene un templete en el centro donde arde una llama eterna. Antiguamente el gas venía directamente del subsuelo, pero hoy está canalizado. En la muralla, de forma algo irregular, se ubicaban las habitaciones de los monjes que allí vivían o que estaban de paso, y cada una de ellas se construyó en una zona donde el gas y el fuego brotaba de la tierra. Hoy en día, esas habitaciones incluyen maquetas y estatuas que permiten conocer un poco más este antiguo culto al fuego.
Terminada la visita al Templo del Fuego nos fuimos a otro punto cercano, Yanardag, o Montaña de Fuego. Se trata de una especie de colina de la que mana gas natural en su base, en una franja de unos pocos metros, y que está en combustión permanente desde hace años. Cuando fuimos nosotros estaban de obras, imagino que acondicionando el lugar para los visitantes, pero se podía ver bien.
Los lugares cercanos a Baku que vimos este día se pueden visitar de forma relativamente sencilla en transporte público, ya sea en autobús o en taxi. La idea original era verlos por nuestra cuenta el día 1 de Enero, pero al final, cuando contratamos las otras excursiones con la agencia vimos que era mucho más cómodo y eficiente así y decidimos hacerlo con agencia ya que se ahorra mucho tiempo.
De vuelta al centro de la ciudad hicimos una breve parada junto al Centro Cultural Heydar Aliyev, un moderno edificio blanco diseñado por al arquitecta iraquí Zaha Hadid. El complejo incluye un centro de congresos, un museo, salas de exposiciones y oficinas administrativas. Recientemente ha sido ampliado con un edificio cercano mucho más anodino para darle más capacidad de salas de congresos. En 2014 fue reconocido como el mejor edificio en el mundo.
Mehman y el chófer nos llevaron de vuelta al centro de la ciudad y allí nos despedimos de ellos, habíamos terminado el tour que nos había llevado a conocer otros sitios del país que no fueran la capital. Como nos habían dejado justo al lado del hotel, en el centro, aprovechamos para volver a comer al Dolma, el restaurante azerí ubicado junto a la plaza de las fuentes que nos había gustado el primer día.
Lo que quedaba de tarde la aprovechamos para tomar algún café y ver algunas tiendas. Acabamos entrando en el centro comercial Nargiz, en plena plaza de las fuentes. Nuestro objetivo era la empresa Phobia VR. Se trata de una empresa de juegos de realidad virtual. Victor y yo lo habíamos probado en Japón y nos gustó mucho, así que decidimos darle una oportunidad. Probamos un juego cooperativo, Arizona Sunshine, donde los cuatro juntos, de forma cooperativa, teníamos que acabar con hordas de zombies que nos iban saliendo. Pasamos un rato divertido jugando así que por la noche volvimos otra vez. Esta vez probamos juegos por parejas, Vero y Juan Carlos un shooter donde tenían que disparar a todo bicho que les apareciera en un mundo futurista, y Víctor y yo jugamos a un juego de terror. Esta vez jugamos sobre una plataforma que te permitía moverte como si estuvieras en el juego y algunos acabamos mareados... entre ellos yo. Para reponernos de los juegos VR cenamos algo en el McDonalds del propio centro comercial y nos retiramos a descansar, que el día había sido también intenso.
Etapa anterior
Últimos comentarios al diario: 
Tema: 
Ir a tema del foro
