En la agencia debieron pensar que era una Choni porque me enviaron al H10 Ocean Cani, donde hemos pasado las peores vacaciones de nuestra vida. Pensábamos que íbamos a tener playas caribeñas de postal y nos hemos encontrado con esto todos los días.
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Los chonis campaban a sus anchas, haciendo la estancia todavía más desagradable. Enviamos un recuerdo especial a “Manolo” y sus amigos, vecinos nuestros durante 24 horas, que dejaron una gran huella en nosotros gracias a sus gritos nocturnos.
El retraso del vuelo y las habitaciones en lamentable estado se suman a lo anterior, haciendo de esos días unas vacaciones realmente inolvidables.
Día 6 de julio:
Nos anuncian el gran retraso del vuelo, facturamos y nos llevan al hotel Auditorium. A las 21h nos llevan de vuelta al aeropuerto y finalmente despegamos a las 0 horas.
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Nos informan que el aeropuerto de Punta Cana está cerrado y que aterrizaremos en el de La Romana, desde donde nos llevaran a la zona de Bávaro en autobús, en un trayecto de unas dos horas.
Día 7 de julio:
Aterrizamos en la Romana hacia las 2:30 hora local y hacemos cola en el aeropuerto.
Después trayecto en autobús con música alta y finalmente llegamos al hotel hacia las 6h.
Nos dan la habitación 1405 y observamos que es de dos camas en lugar de cama doble como me dijeron en la agencia.
Por la tarde observamos problemas en la presión del agua y cambios de temperatura bruscos, lo que hacía la ducha muy desagradable. En recepción nos dicen que no nos preocupemos, que lo arreglarán.
También nos dicen que durante el fin de semana el hotel se llena de dominicanos, pero que en cuanto se vayan nos cambiarán de habitación a una que tenga cama doble.
Día 8 de julio:
Hacemos las maletas y nos preparamos para cambiar de habitación.
Me dan la llave de una habitación en el bloque 6; la vemos y no nos gusta que el balcón de a un parque infantil, pues los gritos y los ruidos son continuos. Les decimos que no aceptamos el cambio (se llega a producir el cambio, pues habían rellenado el papel de los cambios) y les preguntamos a ver si tienen otra disponible.
Nos dicen que no, pero que estaremos muy bien en nuestra habitación, pues se van a solucionar los problemas de temperatura y presión del agua.
Volvemos a la 1405, deshacemos las maletas y “nos damos una ducha”. En mi caso dura una hora, ya que sin presión resulta imposible lavarse el pelo. Hay momentos en los que baja hasta convertirse en un hilillo y hay que esperar enjabonado a que crezca un poco. Los continuos cambios de temperatura del agua amenizan también la tarea.
Día 9 de julio:
No se solucionan los problemas a pesar de las continuas visitas a recepción.
Pido poner una reclamación. Me dan un folleto con cuatro tipos de caras (sonriente, enfadado etc..) para evaluar el hotel. Les digo que lo que yo quiero es la hoja de reclamaciones.
Me dicen que no tienen “porque trabajan directamente con el cliente”. Tras casi una hora de hablar con los que estaban siempre en recepción y con los de “relación con el cliente” en un pequeño cuarto, llaman al Sr Rafael, responsable de mantenimiento.
Admite que hay problemas de presión en el bloque uno y que nos va a dar “una habitación super”.
Le decimos que tiene que ser ya porque al día siguiente nos vamos de excursión y asegura que es imposible, que los cambios son a las 14:30 en todos los casos.
Desesperados y agotados volvemos a nuestra habitación.
Día 10 de julio:
Pasamos todo el día fuera en una excursión. Llegamos hacia las 17h y descubrimos con horror que alguien ha estado en nuestra habitación “arreglando” el problema del agua.
El resultado es que no hay agua fría ni templada, sólo hay agua extremadamente caliente.
Lavabo,
www.youtube.com/watch?v=IBt6HOwrImY
Ducha.
www.youtube.com/watch?v=gcmop3s7JbU
Tremendamente agotados, llevando fuera del hotel desde las 6:30, sin ducharnos y sin cenar vamos a recepción, a relación con el cliente, etc..
Como era de esperar, nos ignoran, no nos cambian de habitación, mienten, nos hacen esperar y consiguen que nos vayamos a cenar y a la habitación.
Me da vergüenza explicar cómo fue ducharse esa noche y cómo nos sentíamos.
Día 11 de julio:
Pierdo el tiempo en recepción asegurándome que se va a producir el cambio a las 14:30
Pido ver la habitación para asegurarme que estará todo correcto y no me lo permiten. Me aseguran que será estupenda y con cama doble.
Pasamos la mañana esperando que llegue la hora y recogiendo todo de nuevo y haciendo las maletas.
A las 14:30 nos dicen que no está preparada y que volvamos en media hora. Allí estaban un padre y un hijo desesperados y llorosos; les habían cambiado ya tres veces de habitación y habían llegado el lunes.
A las 15h nos mandan de nuevo a nuestra habitación y nos dicen que esperemos a los maleteros. Les decimos que ya llevamos nosotros las maletas, que necesitamos cambiarnos ya.
Nos dicen que es imposible. Una hora esperando en la habitación con las maletas hechas a que vinieran.
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A las 16h entramos en la 4207 Notamos un frío anormal y el suelo empapado. Se lo comentamos a quien nos había llevado y nos comenta que esa habitación había tenido problemas pero que ya estaban resueltos.
Además de nuevo es de dos camas en lugar de cama de matrimonio.
Comprobamos que las sábanas estaban sucias y con pelos y llamo a recepción. Vienen a cambiar las sábanas. También les digo que queríamos una cama y nos ignoran.
Quitamos el aire acondicionado, nos duchamos y nos vamos a pasar la tarde fuera dejando el balcón completamente abierto para que se caliente la habitación ya que no se podía estar de frío. El suelo del baño estaba muy mojado y observamos que es por las goteras, cae agua intermitentemente desde los focos del techo y se forman charcos en el suelo. También nos caen gotas en la cabeza si pasamos mucho rato dentro.
A la vuelta el suelo seguía mojado y hacía mucho frío. Nerviosos vamos a recepción, explicamos el problema y Eduardo Polo nos dice que si hace frío quitemos el aire acondicionado.
Le decimos que está quitado desde que hemos llegado, que la habitación es una nevera y no se puede estar allí del frío que hace.
Se acerca la Srta Alexandra Beriguete y se ríe de nosotros “¿Frio en la República Dominicana? Jaja”
Nos ignoran, no nos dan absolutamente nada por escrito, todos se lavan las manos, nos hacen esperar, entran y salen. De nuevo consiguen que nos volvamos a la habitación. Nos sentimos humillados por esta gran e**(AutoEdit)**a.
Pasamos algo más de una hora en la terraza porque no se podía estar dentro del frío. Pensamos dormir en ella pero no había sitio para sacar un colchón y nos daba vergüenza que la gente nos viera y se riera de nosotros.
Patinamos y casi caemos al suelo al pisar los suelos encharcados, de la habitación y del baño. Dormimos acurrucados, con calcetines y camiseta de manga larga, con la sábana y el edredón puesto. No nos atrevemos a dejar la puerta del balcón abierta por miedo a que nos acribillen los mosquitos.
En la anterior habitación dormíamos sin sábana, en ropa interior y con el aire acondicionado puesto.
Día 12 de julio:
En cuanto nos despertamos salimos de la habitación para no helarnos de frío. Intentamos sacar una foto de la piscina para que se vea lo sucia que está el agua, pero el brusco cambio de temperatura entre la habitación y el exterior provoca condensación en la lente y estropea la foto.
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Ya llevamos un par de días buscando a la Srta de Solplan pero no hay manera de contactar con ella.
No hace falta que pensemos qué hacer por la mañana, ya sabemos lo que nos espera. En cuanto desayunamos nos dirigimos a recepción a pasar el rato. Son las 7h.
Tras perder el tiempo hablando con Evelyn Cruz pido hablar con otra persona. Nos dice que volvamos a las 9h para hablar con el Sr Angel o Sr Rafael. Nos dice que ella no nos puede cambiar de habitación.
A las 9h no estaban ninguno de los dos por lo que hablamos con Eduardo Polo durante un buen rato. Pensábamos ir al final de la reunión de venta de excursiones de Solplan para hablar con la representante, pero ya se ha acabado. Hacemos un viaje más a los puestos de los touroperadores, cercanos a la piscina y me dicen lo de todos los días, que no hay nadie de Solplan.
Durante el camino nos encontramos con el Sr Rafael, quien nos acompaña a recepción. Explicamos que no podemos esperar, no podemos estar así. De nuevo charlas que no llevan a ninguna parte, promesas, etc, pero no hacen nada.
Sufro un ataque de nervios y me pongo a llorar porque no puedo más de rabia, de impotencia y desesperación. Como nos mira la gente nos hacen pasar a hablar con el Sr Angel, quien no nos soluciona nada, no nos da nada por escrito y nos dice que nos cambiarán a las 14:30
Ya son las 11:30. No podemos más. Lo damos por perdido y vamos a la habitación a por un Trankimazín y nos quedamos sentados en la terraza esperando a que pase el tiempo. No tenemos ganas de hacer nada.
Preparamos por tercera vez las maletas. Pasamos un frío terrible y sufrimos continuos patinazos debido al agua que había en el suelo. No secaba nunca, incluso aunque le pasábamos toallas. Así es como quedaba el suelo tras secarlo con toallas. También se puede ver que el espejo estaba empañado continuamente, cómo rezumaba agua de las paredes y nevera. Cada vez caía más agua de los focos del techo del baño y era difícil estar dentro sin mojarse.
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A pesar de que siempre estaba puesto en la puerta el cartel de que hicieran la habitación, no entró nadie.
Habíamos reservado comida en La Langosta del Caribe y venía una lancha a buscarnos a las 12:30 pero el cambio de habitación hace que no podamos ir.
Vamos a recepción a las 14:30 A las 15 y pico llegamos a la 6320. Conseguimos que el maletero nos deje sacar una foto al papel del cambio de habitación. Al rato no funcionaba ninguna de las dos llaves y tenemos que ir a recepción de nuevo.
La habitación estaba normal. El hotel la llamaba suite”. Esta es la presión que había en la suite. El suelo estaba húmedo.
www.youtube.com/watch?v=EmKM5f8xstY
No deshacemos las maletas. Sólo deseamos irnos. Esperamos a que pasen las horas. Estamos agotados, deprimidos.
Día 13 de julio:
Pasamos la última mañana con nuestros quehaceres diarios:
Esperando que hoy podamos contactar con Solplan vamos a la reunión. Llegamos a las 9:40 pero por lo visto tenía retraso y esperamos hasta las 10:30
Le preguntamos a un señor sin identificativo en la camiseta a ver si es el representante de Solplan y nos dice “si es para dar dinero si, para pegarme no”. Nos dice que está cubriendo a la srta que habitualmente lleva todo. Le contamos todo lo que ha ocurrido y nos dice que volvamos en una hora.
Volvemos y nos dice que ya está todo solucionado, que antes de irnos pasemos por recepción para que nos den por escrito los cambios de habitación, incidentes etc, que ahora lo están preparando. Preparamos todo para irnos, comemos y vamos con las maletas a recepción a esperar al autobús que nos lleva al aeropuerto.
Entonces ocurre lo que nos teníamos. Le pedimos la información a un empleado.
Pedro Bonilla dice que no tienen nada preparado. Me hace pasar adentro y el Sr Angel dice que el hotel no da nada por escrito, que no lo tienen permitido. Que así se lo han dicho al de Solplan esta mañana. Pido el apellido del Sr Rabel y dicen que es Filpo.
La rabia e impotencia hacen que esté a punto de ponerme mal de nuevo, pero ya estamos a punto de volver a España e intento tranquilizarme. Cuando llegan los autobuses (hacia las 15h) le digo al encargado a ver si es el representante de Solplan y me dice que si.
Le contamos lo ocurrido mientras la gente se agolpa y escucha y nos dice que él sólo es el “transferista” y que no puede hablar con recepción o los encargados del hotel para que nos den todo por escrito.
Le pregunto su nombre; no me lo quiere dar. (Le saco una foto en el aeropuerto).
Sólo queremos nuestro dinero, si bien además del dinero del viaje vemos más que justa una indemnización por los días de vacaciones perdidos.
Enviamos desde aquí un recuerdo especial a nuestros nuevos amigos: Evelyn Cruz, Eduardo Polo, Rafael Filpo, Pedro Bonilla, Sr Angel y Alexandra Beriguete.