Las Islas Cícladas: guía divertida para visitar Santorini, Mykonos y compañía
Imagina que alguien con muy buen gusto —probablemente un dios griego con tiempo libre— decidió lanzar un puñado de piedras blancas al mar Egeo. Así nacieron las Islas Cícladas, un archipiélago que se convirtió en sinónimo de vacaciones soñadas, atardeceres de postal y ruinas que te recuerdan que los griegos antiguos ya inventaron el concepto de “lifestyle” miles de años antes de Instagram.
Las Cícladas son muchas, pero aquí vamos a hablar de sus islas más turísticas y conocidas: Santorini, Mykonos, Naxos, Paros e Ios. Cada una con su personalidad, su encanto… y sus trampas para tu cartera.
Santorini: la isla que nunca falla en Instagram
Santorini es esa persona que siempre sale bien en las fotos, incluso con resaca. Las casas encaladas en Oia y Fira parecen diseñadas para influencers, y los atardeceres sobre la caldera volcánica hacen que incluso el más torpe con la cámara consiga una obra de arte.
- Qué ver en Santorini: pueblos como Oia y Fira, con sus callejuelas blancas, iglesias con cúpulas azules y balcones imposibles. Las playas volcánicas —rojas, negras y grises— que parecen sacadas de otro planeta.
- Qué hacer en Santorini: recorrer bodegas y probar vinos locales (sí, los griegos también supieron hacer buen vino antes que tú descubrieras el Ribera). Disfrutar de excursiones en barco por la caldera y, si tu presupuesto lo permite, dormir en un hotel con piscina infinita.
Consejo práctico: para hacer una foto sin 300 personas detrás, tendrás que madrugar como un monje tibetano.
Mykonos: la Ibiza griega
Si Santorini es la fotogénica del grupo, Mykonos es la fiestera sin remedio. Aquí se viene a bailar hasta el amanecer, a beber cócteles impronunciables y a comprobar en qué momento exacto tu tarjeta de crédito decide rendirse.
- Qué ver en Mykonos: los molinos de viento icónicos, la Pequeña Venecia donde las casas parecen flotar sobre el mar, y playas como Super Paradise o Elia que mezclan arena dorada con música electrónica a todo volumen.
- Qué hacer en Mykonos: vida nocturna sin fin en Paradise Beach, descubrir tabernas escondidas en Ano Mera y, si sobrevives, un paseo cultural por la isla de Delos, cuna de Apolo y Artemisa, a solo un barco de distancia.
Advertencia: tu hígado no te lo agradecerá, pero tus recuerdos sí.
Naxos: el primo tranquilo y gourmet
En la gran cena familiar de las Cícladas, Naxos es el primo responsable: menos postureo, más autenticidad. Aquí las playas parecen no acabarse nunca, los pueblos de interior conservan tradiciones intactas y la gastronomía merece aplauso.
- Qué ver en Naxos: la Portara, ese arco solitario frente al mar que parece una puerta a otra dimensión, y pueblos como Halki o Apiranthos, donde el tiempo pasa más despacio.
- Qué hacer en Naxos: probar quesos locales, miel y aceite que saben a Grecia en estado puro. Perderse en playas tranquilas como Agios Prokopios o Plaka, ideales para olvidarse del mundo.
Ideal si buscas descanso y comida de verdad, sin necesidad de hipotecarte por un café con vistas.
Paros: belleza sin esfuerzo
Paros es la isla que no presume y, aún así, siempre deslumbra. Con un ambiente más relajado que Mykonos pero con suficientes servicios para el viajero, se ha... Leer más ...
Australia: Una isla-continente que se disfraza de país
Cuando uno decide visitar Australia, lo primero que debe aceptar es que nada tiene sentido. Estás en una isla del tamaño de una placenta continental, donde los animales tienen bolsillos, los árboles se incendian solos, y la gente, inexplicablemente, se saluda con un no worries incluso cuando el coche está ardiendo.
Pero vayamos por partes.
Sídney: La postal que cobra vida (y te cobra por todo)
Sídney es esa ciudad que aparece en todos los folletos: Opera House, Harbour Bridge, gente guapa corriendo en slow motion. Y sí, todo está ahí.
La Opera House es más pequeña de lo que esperas, pero aún así luce como una flota de caracoles albinos encallados con estilo. El Harbour Bridge se puede escalar, lo cual parece buena idea hasta que recuerdas que estás colgado sobre una bahía con viento suficiente como para mover una vaca.
Circular Quay es perfecto para pasear, y también para preguntarte cómo un café puede costar 6 dólares y aún así valer cada centavo.
La Gran Barrera de Coral: Naturaleza haciendo alarde
Luego tienes la Gran Barrera de Coral, que es básicamente el Louvre del esnórquel. Imagínate nadar entre peces que parecen diseñados por un niño hiperactivo con acceso ilimitado a lápices de colores.
Y sí, el coral se está muriendo, lo cual le añade una capa de drama existencial a cada buceo. No solo estás admirando belleza; estás presenciando su despedida.
Uluru: Una piedra que no necesita explicación
En el centro de Australia hay una piedra. No una montaña, no una colina. Una piedra. Y sin embargo, verla cambiar de color al atardecer es tan hipnótico que uno entiende por qué los pueblos aborígenes la consideran sagrada.
Uluru, Ayers Rock para los amigos, no hace nada y, sin embargo, lo dice todo. Es como el Dalai Lama en forma geológica.
Melbourne: Donde el café es una religión (y el clima una broma)
Melbourne es la capital cultural del país, lo que significa que hay arte en las paredes, poesía en los tranvías y camareros con bigote que te juzgan si pides café con leche después de las 10. El clima cambia cada doce minutos, así que llevar paraguas y gafas de sol al mismo tiempo es completamente sensato. Aquí no se pasea: se sobrevive con estilo.
Tasmania: Australia en miniatura, con más encanto y menos gente
Tasmania es la respuesta australiana a una pregunta que nadie hizo: ¿Y si tomamos lo mejor del país, lo ponemos en una isla y no se lo decimos a nadie? Con parques nacionales que parecen sacados de documentales narrados por David Attenborough y mercados donde el queso es una forma de arte, es imposible no enamorarse.
Y sí, los rugidos de los diablos de Tasmania pueden dar algo de miedo, hasta que ves que los bichos no levantan ni medio palmo y no tienen ni media torta (tampoco es plan de pegarles, pobrecitos).
Kangaroo Island: Disney para naturalistas
Por último, Kangaroo Island. El nombre lo dice todo. Hay canguros. Y koalas. Y leones marinos. Y playas vacías. Es como si la fauna australiana se hubiera fugado del zoológico para montar su propio club privado. Aquí no se trata de qué ver, sino de cuánto tiempo te puedes quedar sin querer mudarte.
Y esto es solo una parte de los tesoros que te esperan en las... Leer más ...
Sicilia no es solo una isla, es una civilización flotante con un catálogo histórico que deja en ridículo a la mayoría de los libros de texto. Aquí puedes desayunar frente al Etna (un volcán activo, por cierto), almorzar junto a ruinas griegas en Agrigento y cenar en Palermo rodeado de edificios árabes, normandos y gente gesticulando apasionadamente.
Sicilia es lo que ocurre cuando varias civilizaciones deciden no irse del todo y en su lugar se quedan a cenar. Su gastronomía podría merecer una enciclopedia entera, y sus pueblos —como Taormina o Cefalù— parecen decorados de cine donde nadie ha tenido nunca un mal corte de pelo.
Cerdeña: La isla que parece Italia con filtro caribeño
Cerdeña es la segunda isla más grande del Mediterráneo, pero se comporta como si fuera un universo paralelo. Aquí encontrarás playas que podrían engañar a cualquier fanático de las Seychelles, pero también restos de la civilización nurágica, que básicamente inventaron las construcciones en piedra antes de que eso fuera mainstream.
El nordeste de la isla, la Costa Esmeralda, es el patio de recreo de los ricos, pero no necesitas una cuenta en Suiza para disfrutarla. Basta con una toalla, unas sandalias resistentes y la capacidad de pronunciar "pecorino" sin salivar demasiado.
Capri: Pequeña, glamurosa y absolutamente desvergonzada
Capri es el equivalente insular a esa persona que siempre sale bien en las fotos y jamás suda. Es pequeña, montañosa y completamente entregada al arte de seducir a los viajeros. Desde los tiempos de los emperadores romanos (y seguramente antes), Capri ha sido un refugio de placer, belleza y precios desorbitados. Pero merece cada euro.
La Gruta Azul es un fenómeno óptico tan espectacular que uno se pregunta si no tendrá algo de truco de Las Vegas. Las calles de Anacapri, las villas escondidas entre los pinos, los perfumes artesanales… todo en Capri parece diseñado para hacerte sentir un poco más atractivo, aunque solo hayas dormido cuatro horas y desayunado un cannolo del tamaño de tu antebrazo.
Ischia: El balneario natural donde hasta las piedras parecen relajadas
A la sombra del glamour de Capri (literal y metafóricamente), Ischia ha sabido ser la hermana menos ostentosa pero mucho más reconfortante. Esta isla volcánica es famosa por sus aguas termales, que brotan en casi cualquier rincón como si la Tierra misma quisiera invitarte a un spa.
Ischia tiene playas, sí, pero también jardines como el de La Mortella, castillos en acantilados como el Aragonés, y trattorias donde el pescado parece haber sido pescado por Poseidón en persona. Si Capri es champán, Ischia es un vino blanco fresco servido a la sombra de una buganvilla.
Elba: Napoleón, playas escondidas y un ambiente de novela de verano
...por alguien con mucho tiempo libre y un excelente sentido del gusto: bosques interminables, lagos que parecen espejos limpios, gente que recicla hasta las emociones... Y más de 267.000 islas. Sí, islas. Tantas, que uno empieza a sospechar que los mapas suecos se dibujan con un salero en la mano.
Aunque no todas estas islas son exactamente lo que se entendería por “habitables” —muchas son poco más que una roca con pretensiones—, hay algunas que se han ganado su lugar en el corazón de los viajeros.
Islas que combinan historia vikinga, arquitectura encantadora, museos improbables, bicicletas, café fuerte y una calma que se podría embotellar como antídoto contra el estrés.
Aquí están algunas de las más turísticas y, por fortuna, más encantadoras.
Djurgården – Donde la realeza se mezcla con osos de peluche
Ubicada a un breve y bellísimo paseo desde el centro de Estocolmo, Djurgården parece haber sido diseñada por alguien que no podía decidirse entre crear un parque, un museo o un lugar para que los alces se sientan cómodos. Así que hizo todo a la vez.
La isla alberga el museo Vasa, que exhibe un barco del siglo XVII que se hundió a los 20 minutos de zarpar —una hazaña de incompetencia naval tan impresionante que se ha convertido en un monumento nacional.
También está el ABBA Museum, que brilla con lentejuelas y nostalgia pop. Y si todo esto parece demasiado cultural, también hay un parque de atracciones, Skansen, y senderos donde se pueden observar ciervos sin sentirse culpable por comerse después una albóndiga.
Södermalm – Hipsters, historia y fika
Técnicamente parte del centro de Estocolmo, Södermalm es una isla, aunque a veces se olvida, probablemente porque está tan llena de tiendas vintage, cafés orgánicos y barbas bien cuidadas, que parece más una galería de arte viviente que una porción de tierra rodeada de agua.
Es el lugar donde los creativos suecos pasean en bici, beben café filtrado y escriben novelas oscuramente introspectivas mientras miran al agua con expresión melancólica.
Entre casas de madera del siglo XVIII y galerías minimalistas, Södermalm ofrece una mezcla embriagadora de historia, diseño y existencialismo escandinavo. Ideal para quien quiere experimentar Suecia sin mojarse los pies, pero con suficiente introspección como para justificar un diario.
Vaxholm – La puerta del archipiélago (y de las fotos de postal)
Vaxholm es lo que ocurre cuando alguien agarra un pueblo encantador, lo pone en una isla y lo rodea de mar, cafés junto al muelle y casitas pintadas en tonos pastel que parecen salidas de un catálogo de “vida feliz”.
Se puede llegar en barco desde Estocolmo en menos de una hora, lo cual es perfecto para quienes quieren sentir que se han alejado mucho sin tener que aprender a usar un compás náutico.
El fuerte de Vaxholm, que alguna vez defendió la entrada a la capital, ahora recibe a turistas con cámaras, no con cañones. La isla ofrece kayak, baños helados para valientes y más fika (esa pausa sagrada del café sueco con pastelito) de lo que un ser humano razonable debería consumir en un día. Pero nadie va a Suecia a ser razonable.
Fjäderholmarna – Las islas del “no da tiempo, pero vamos igual”
A solo 30 minutos en barco desde Estocolmo, Fjäderholmarna son como el aperitivo del archipiélago. Pequeñas, encantadoras y fáciles de recorrer antes de que el estómago... Leer más ...
El primer día en Florencia, frente al David de Miguel Ángel, entendí que el arte no se mira: se siente. La ciudad entera es un museo viviente, donde cada callejuela esconde un secreto renacentista y cada bocado sabe a historia. Si, como yo, quieres vivirla más allá de las colas turísticas, aquí está la pagina de mi blog donde te detallo Que ver en Florencia, para que la exprimas al máximo.
Las islas más turísticas de Hong Kong: un viaje inolvidable
Hong Kong, conocido por su vibrante vida urbana y su horizonte de rascacielos, es también hogar de una riqueza natural y cultural que se encuentra en sus islas. Más de 260 islas forman parte de este fascinante territorio, cada una con su propia personalidad y encanto.
Estas islas ofrecen un refugio del bullicio de la ciudad y son ideales para quienes buscan una experiencia auténtica y diversa. Desde la histórica Isla de Hong Kong hasta las playas tranquilas de Cheung Chau, cada isla cuenta con atracciones únicas que capturan la esencia de Hong Kong.
[Isla de Hong Kong: el corazón de la ciudad
La Isla de Hong Kong es el epicentro histórico, financiero y cultural de la región. Aquí, lo moderno y lo tradicional se fusionan de manera única. Lugares como Victoria Peak ofrecen vistas espectaculares del puerto, mientras que barrios como Central y Sheung Wan muestran una mezcla de arquitectura contemporánea y mercados locales.
Los tranvías, conocidos como "ding dings", recorren la isla y permiten disfrutar de su vibrante atmósfera. Además, la vida nocturna en distritos como Lan Kwai Fong y Soho atrae a quienes buscan entretenimiento y gastronomía de clase mundial.
Lantau: naturaleza y espiritualidad
La Isla Lantau es un contraste total con la Isla de Hong Kong. Hogar del Gran Buda, una imponente estatua de bronce, y el monasterio Po Lin, este destino es perfecto para quienes buscan paz y espiritualidad.
Los senderos de Lantau Peak ofrecen vistas panorámicas, mientras que el teleférico Ngong Ping 360 agrega una experiencia emocionante con vistas aéreas de la isla.
Además, Lantau alberga Disneyland Hong Kong, ideal para familias, y playas como Cheung Sha, que ofrecen un respiro junto al mar.
Lamma: bohemia y relajada
La Isla Lamma es conocida por su ambiente tranquilo y bohemio. Conocida por sus senderos pintorescos, playas serenas y una comunidad artística vibrante, esta isla es ideal para desconectar.
Los visitantes pueden disfrutar de mariscos frescos en Sok Kwu Wan o caminar por el Lamma Island Family Trail, que conecta los principales puntos de interés de la isla. Su atmósfera relajada la convierte en un lugar único dentro de Hong Kong.
Cheung Chau: tradición y festivales
Cheung Chau es famosa por su mezcla de tradiciones y ambiente costero. Este pequeño pueblo pesquero es conocido por el Festival del Bollo, donde torres de bollos al vapor llenan las calles durante las celebraciones.
La isla también cuenta con templos históricos, como el dedicado a Tin Hau, y playas tranquilas como Tung Wan Beach. Su tamaño compacto permite explorarla fácilmente en un solo día.
Peng Chau: autenticidad y simplicidad
Peng Chau ofrece una experiencia auténtica. Sin el bullicio de las islas más concurridas, esta pequeña isla es ideal para caminatas y relajación. Sus templos históricos, como el de Tin Hau, y las vistas desde Finger Hill destacan entre sus principales atracciones. La comunidad local mantiene viva la esencia tradicional de Hong Kong, y sus mercados y cafés son un reflejo de este estilo de vida sencillo.
Po Toi: naturaleza escarpada y arte rupestre
Po Toi es una isla escarpada que destaca por sus impresionantes formaciones rocosas y su tranquilidad. Las inscripciones rupestres prehistóricas ofrecen una conexión con el pasado antiguo de la región, mientras que los senderos... Leer más ...
...Pájaro (Tangata Manu).
- Poike: el volcán más antiguo de la isla, con rutas que permiten a los aventureros disfrutar de vistas panorámicas del paisaje.
- Terevaka: el punto más alto de la isla, y desde su cima se puede disfrutar de una vista de 360 grados del océano que rodea Rapa Nui, una experiencia sobrecogedora para los amantes del trekking.
Disfrutar de las playas
A pesar de que Isla de Pascua no es conocida por ser un destino playero, cuenta con algunas playas que son joyas escondidas en el Pacífico. Anakena es la playa más popular de la isla, con arena blanca, aguas cálidas y palmeras. Es ideal para relajarse y también es un sitio arqueológico, ya que en sus alrededores se encuentran moáis restaurados. Ovahe es una playa menos frecuentada, rodeada de acantilados de roca volcánica. Aunque más pequeña, es perfecta para aquellos que buscan tranquilidad y una experiencia más privada.
Buceo y snorkel
Las aguas cristalinas de la Isla de Pascua son ideales para los amantes del buceo y el snorkel. La isla cuenta con una gran biodiversidad marina y la visibilidad en el agua es excelente, llegando a los 60 metros de profundidad en algunos puntos.
Los motus, pequeños islotes frente a la costa, son lugares perfectos para explorar la vida marina. Se pueden observar tortugas marinas, peces tropicales y coral en sus aguas claras. La estructura sumergida del moái submarino, cerca de la costa de Hanga Roa, es un punto de interés especial para los buceadores.
Conocer la cultura Rapa Nui
El pueblo Rapa Nui tiene una cultura rica y vibrante que aún se mantiene viva a través de sus tradiciones, arte y ceremonias. Los visitantes pueden sumergirse en esta cultura a través de diversas actividades:
- Museo Antropológico Padre Sebastián Englert: este museo en Hanga Roa ofrece una introducción a la historia y la cultura de la isla, incluyendo artefactos arqueológicos y objetos de la vida diaria de los antiguos habitantes.
- Danzas y música tradicionales: diversos espectáculos de danza y música tradicionales Rapa Nui se realizan regularmente en la isla. Los tambores y las danzas llenas de energía brindan una muestra vibrante de las tradiciones ancestrales.
- Talleres de tallado: participar en talleres locales de tallado de madera o piedra es una excelente manera de aprender sobre el arte Rapa Nui y llevarse un recuerdo hecho a mano.
Festival Tapati Rapa Nui
El Tapati Rapa Nui es una celebración que se realiza cada año a principios de febrero, y es uno de los eventos culturales más importantes de la isla. Durante dos semanas, los habitantes compiten en una serie de desafíos físicos y culturales, como carreras con trajes tradicionales, competiciones de canto y baile, y pruebas de fuerza. Para los visitantes, el Tapati es una oportunidad única de presenciar la cultura viva de los Rapa Nui y disfrutar de una atmósfera festiva y auténtica.
Gastronomía local
La gastronomía de la isla combina sabores polinesios con influencias chilenas, basada principalmente en productos del mar y vegetales locales. Algunos platos típicos incluyen ceviche Rapa Nui, preparado con pescado fresco, limón, cilantro y cebolla, curanto, un guiso de carne, pescado y mariscos cocido bajo tierra con piedras calientes, al estilo tradicional de la isla, y Po’e, un pastel dulce hecho de plátano o calabaza, servido generalmente como... Leer más ...
¡Hola a todos los amantes de los viajes y la cultura!
Si estás planeando visitar Santander o ya vives en esta hermosa ciudad, te invito a unirte a un recorrido único por sus museos más emblemáticos. He preparado una guía mensual que te llevará a descubrir 12 museos a lo largo del año, permitiéndote sumergirte en la rica historia, el arte y la ciencia que ofrece esta ciudad.
Cada mes, te propongo una visita a un museo diferente. Empezamos con el fascinante Museo Marítimo del Cantábrico, donde podrás aprender todo sobre la relación de Santander con el mar. Seguiremos explorando otros tesoros culturales como el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria (MAS), el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, y muchos más.
Esta guía es perfecta tanto si eres un turista curioso como si eres un residente que quiere redescubrir su ciudad desde una nueva perspectiva. Además, cada museo tiene su encanto único, desde exhibiciones sobre la vida marina hasta colecciones de arte contemporáneo, pasando por la historia del ferrocarril y la prehistoria.
No dejes pasar la oportunidad de conocer Santander a través de sus museos. Es una forma maravillosa de disfrutar de la cultura local, aprender algo nuevo y aprovechar al máximo tu tiempo en la ciudad.
¿Te animas a descubrir Santander conmigo? Te invito a leer más sobre esta guía en mi blog y a unirte a esta experiencia cultural única.
Qué ver en Melbourne, la ciudad más vibrante de Australia
Melbourne, la capital cultural de Australia, es una ciudad que ofrece una mezcla fascinante de arquitectura moderna, arte, cultura y naturaleza. Conocida por su vibrante escena artística, su diversa oferta culinaria y su ambiente cosmopolita, la ciudad es un destino que tiene algo para todos.
Federation Square
Federation Square es el corazón de Melbourne, un punto de encuentro vibrante que combina arquitectura moderna con espacios públicos amplios. Aquí se celebran eventos culturales, festivales y proyecciones al aire libre. En esta plaza también se encuentra el Museo Ian Potter Centre: NGV Australia, que alberga una vasta colección de arte australiano, así como la Australian Centre for the Moving Image (ACMI), dedicada al cine y los medios digitales.
Queen Victoria Market
El Queen Victoria Market es más que un simple mercado; es una institución en Melbourne. Abierto desde 1878, es el mercado al aire libre más grande del hemisferio sur y un lugar ideal para probar productos frescos, delicias locales y comidas internacionales. Los miércoles por la noche, el mercado se transforma en el Night Market, con puestos de comida, música en vivo y un ambiente festivo.
Royal Botanic Gardens
Los Jardines Botánicos Reales de Melbourne son un oasis de tranquilidad en medio de la ciudad. Con más de 38 hectáreas de jardines meticulosamente cuidados, es un lugar perfecto para pasear, hacer un picnic o disfrutar de un tour en barco por el lago ornamental. También se pueden encontrar aquí el Observatorio de Melbourne y la Shrine of Remembrance, un monumento dedicado a los soldados australianos caídos en combate.
Callejón de Arte Urbano: Hosier Lane
Melbourne es famosa por su arte callejero, y Hosier Lane es el epicentro de esta expresión artística. Este callejón es una galería al aire libre donde las paredes están cubiertas de grafitis y murales que cambian constantemente, ofreciendo una muestra vibrante del talento local. Es un lugar imprescindible para los amantes del arte y la fotografía.
Eureka Skydeck
Para obtener una vista panorámica de la ciudad, visita el Eureka Skydeck, ubicado en el piso 88 de la Torre Eureka. Desde aquí, podrás disfrutar de impresionantes vistas de 360 grados de Melbourne y sus alrededores. Para los más valientes, la experiencia The Edge ofrece una caja de vidrio que se extiende fuera del edificio, brindando una perspectiva única de la ciudad.
Southbank y el Río Yarra
El área de Southbank, a orillas del río Yarra, es un lugar animado repleto de restaurantes, bares y galerías. Es ideal para pasear al atardecer y disfrutar de la vista de los rascacielos reflejados en el agua. También se puede tomar un crucero por el río para ver la ciudad desde una perspectiva diferente. No te pierdas la Crown Casino, un complejo de entretenimiento que ofrece desde juegos de azar hasta espectáculos en vivo y restaurantes de alta gama.
El Barrio de Fitzroy
Fitzroy es uno de los barrios más bohemios y eclécticos de Melbourne. Lleno de tiendas vintage, cafeterías, bares y galerías de arte independiente, es el lugar perfecto para aquellos que buscan una experiencia más alternativa. La calle Brunswick es el epicentro de la vida nocturna de Fitzroy, con una gran variedad de bares y locales de música en vivo.
Museo de Melbourne
El Museo de Melbourne es una visita obligada para los... Leer más ...
La Isla de los Museos, ubicada en el corazón de Berlín, es uno de los complejos museísticos más importantes y reconocidos del mundo. Este conjunto de cinco museos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, ofrece una impresionante colección de arte y artefactos históricos que abarca desde la antigüedad hasta el siglo XIX.
Museo de Pérgamo (Pergamonmuseum)
El Museo de Pérgamo es quizás el más famoso de todos en la Isla de los Museos. Su pieza estrella es el Altar de Pérgamo, una estructura monumental que data del siglo II a.C. Y que es una de las obras maestras del arte helenístico. Además, el museo alberga la Puerta de Istar de Babilonia, una imponente entrada con relieves de dragones y toros, y la Puerta del Mercado de Mileto, una magnífica muestra de la arquitectura romana.
Museo Nuevo (Neues Museum)
El Museo Nuevo es conocido por albergar uno de los tesoros más icónicos de la historia del arte: el busto de Nefertiti, una escultura egipcia de la reina que data del siglo XIV a.C. Además, este museo presenta una vasta colección de arte egipcio y prehistórico, incluyendo sarcófagos, momias y objetos cotidianos del Antiguo Egipto.
Museo Antiguo (Altes Museum)
El Museo Antiguo es un templo neoclásico que se centra en el arte y la cultura de las civilizaciones griega y romana. Aquí podrás admirar una rica colección de esculturas clásicas, jarrones y joyas, así como la impresionante colección de monedas antiguas. La arquitectura del edificio en sí es un atractivo, con su fachada de columnas jónicas y un interior que remite a la grandeza de la antigüedad clásica.
Museo Bode (Bode-Museum)
El Museo Bode está ubicado en el extremo norte de la Isla de los Museos y es conocido por su colección de arte bizantino, escultura renacentista y barroca, y su magnífica colección numismática. Destacan las obras maestras de Donatello y la impresionante Cabeza de Medusa de Bernini. Además, el edificio del museo, con su cúpula distintiva, ofrece una de las vistas más pintorescas de la Isla de los Museos.
Galería Nacional Antigua (Alte Nationalgalerie)
La Galería Nacional Antigua alberga una colección de arte europeo del siglo XIX, con especial énfasis en el arte alemán. Aquí se pueden ver obras de renombrados artistas como Caspar David Friedrich, Carl Blechen y Adolph Menzel. La galería también cuenta con una importante colección de impresionistas franceses, incluyendo a Monet y Manet.
Consejos para visitar la Isla de los Museos
Hay mucho que ver en esta isla berlinesa, así que es importante que te organices bien para poder sacar el mayor partido a tu visita:
- Planifica tu tiempo: cada uno de estos museos tiene colecciones extensas, por lo que es recomendable planificar qué deseas ver con antelación. Si solo dispones de un día, selecciona los museos que más te interesen.
- Adquiere un pase combinado: para ahorrar dinero y tiempo, considera comprar un pase combinado que te permita acceder a todos los museos de la isla durante tres días consecutivos.
- Visitas guiadas: muchos de los museos ofrecen visitas guiadas en varios idiomas, que pueden proporcionar un contexto más profundo y enriquecedor sobre las exposiciones.
- Evita las horas pico: la Isla de los Museos es una atracción turística muy popular, por lo que si deseas evitar las multitudes, intenta visitarla temprano... Leer más ...
...por su ambiente creativo, su puerto pintoresco y sus colinas ondulantes, Wellington ofrece una amplia gama de actividades que pueden satisfacer los gustos de cualquier viajero. A continuación, te presentamos algunas de las mejores cosas que puedes hacer en una de las más fascinantes ciudades de Nueva Zelanda.
Explora el Museo Te Papa Tongarewa
Una visita al Museo Te Papa es una obligación para cualquier visitante de Wellington. Este museo nacional ofrece una visión profunda de la historia, cultura y biodiversidad de Nueva Zelanda. Las exposiciones son interactivas y educativas, lo que lo convierte en un lugar ideal tanto para adultos como para niños. Desde la historia maorí hasta la vida marina del país, Te Papa es un lugar donde puedes pasar horas aprendiendo y explorando.
Disfruta de las Vistas desde Mount Victoria
Mount Victoria ofrece una de las mejores vistas panorámicas de Wellington y su puerto. Puedes llegar a la cima en coche, pero la mejor manera de disfrutarlo es a pie. La caminata hasta el mirador es moderadamente desafiante, pero las vistas al llegar merecen el esfuerzo. Desde la cima, puedes ver la ciudad, el puerto y, en días despejados, incluso las montañas del sur de la Isla Norte.
Pasea por Cuba Street
Cuba Street es el corazón bohemio de Wellington, conocido por su ambiente vibrante, tiendas eclécticas y una gran variedad de cafés y restaurantes. Aquí, puedes pasar una tarde explorando boutiques de moda, disfrutando de un café en uno de sus muchos locales, o simplemente observando el ajetreo de la vida urbana. Cuba Street también es famosa por sus murales y arte callejero, lo que le añade un toque colorido y creativo a la experiencia.
Relájate en Oriental Bay
Si buscas un lugar para relajarte, Oriental Bay es la playa urbana más popular de Wellington. Con arena dorada y aguas tranquilas, es el lugar perfecto para nadar, tomar el sol o simplemente disfrutar de un paseo junto al mar. La bahía está rodeada de cafés y restaurantes donde puedes tomar un refresco o disfrutar de una comida con vistas al puerto.
Visita el Jardín Botánico de Wellington
El Jardín Botánico de Wellington es un oasis de tranquilidad en medio de la ciudad. Con una extensión de 25 hectáreas, este jardín ofrece una impresionante colección de plantas nativas y exóticas. Puedes explorar sus senderos, disfrutar de un picnic en el Rose Garden o tomar el famoso teleférico de Wellington que conecta el jardín con el centro de la ciudad.
Descubre Zealandia
Zealandia es un ecosanctuario único dedicado a la conservación de la flora y fauna nativas de Nueva Zelanda. Este santuario de 225 hectáreas ofrece una experiencia inmersiva en la naturaleza, donde puedes ver especies en peligro de extinción, como el tuatara y el kiwi, en su entorno natural. Los senderos bien señalizados te permiten explorar el santuario a tu propio ritmo, y las visitas guiadas están disponibles para aquellos que deseen aprender más sobre los esfuerzos de conservación.
Explora el Puerto de Wellington en kayak
Para una experiencia más aventurera, considera alquilar un kayak y explorar el puerto de Wellington desde el agua. Es una excelente manera de ver la ciudad desde una perspectiva diferente y de acercarte a las muchas bahías y calas que bordean la costa. También puedes optar por un tour guiado en kayak, que... Leer más ...
Sídney, la ciudad más grande y emblemática de Australia, ofrece una combinación única de belleza natural y vibrante vida urbana. Con su impresionante costa, arquitectura icónica y rica herencia cultural, Sídney tiene algo para todos los gustos. Aquí te presentamos algunos de los lugares imprescindibles que debes visitar en esta maravillosa ciudad.
Ópera de Sídney
El símbolo más reconocible de Australia es, sin duda, la Ópera de Sídney. Este majestuoso edificio, con su diseño inspirado en las velas de un barco, ofrece una variedad de espectáculos que incluyen ópera, teatro y música. No olvides tomar un tour guiado para aprender sobre su historia y arquitectura.
Puente de la Bahía de Sídney
Conocido localmente como "The Coathanger" (La Percha), el Puente de la Bahía de Sídney es una maravilla de la ingeniería. Puedes caminar, conducir o incluso escalar el puente para disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y la bahía. La experiencia de escalar el puente es una aventura única y una excelente manera de ver Sídney desde una perspectiva diferente.
Bondi Beach
Bondi Beach es una de las playas más famosas del mundo, conocida por su arena dorada y su excelente ambiente para surfear. Ya sea que quieras tomar el sol, nadar o simplemente relajarte en uno de los cafés cercanos, Bondi Beach es el lugar perfecto para disfrutar del estilo de vida playero australiano.
Jardín Botánico Real
Este oasis verde en el corazón de Sídney ofrece un escape tranquilo de la bulliciosa ciudad. Los Jardines Botánicos Reales son ideales para pasear, hacer picnics y disfrutar de la flora autóctona y exótica. Además, desde aquí puedes obtener una de las mejores vistas de la Ópera de Sídney y el Puente de la Bahía.
The Rocks
The Rocks es el barrio más antiguo de Sídney, lleno de calles empedradas, edificios históricos y un ambiente vibrante. Aquí encontrarás mercados, galerías de arte, pubs tradicionales y una variedad de tiendas boutique. Es el lugar perfecto para explorar la historia colonial de la ciudad y disfrutar de un ambiente bohemio.
Darling Harbour
Darling Harbour es una zona de entretenimiento que ofrece una gran variedad de atracciones, desde el acuario SEA LIFE y el zoológico WILD LIFE, hasta el Museo Marítimo Nacional y el Centro de Convenciones de Sídney. También es un excelente lugar para cenar, con numerosos restaurantes que ofrecen vistas impresionantes del puerto.
Torre de Sídney
Para las mejores vistas de la ciudad, sube a la Torre de Sídney. Este rascacielos, el más alto de la ciudad, ofrece una plataforma de observación y un emocionante Skywalk, una caminata al aire libre a 268 metros de altura. Desde aquí, puedes admirar la extensión de Sídney en todas direcciones.
Manly Beach
Accesible en un corto viaje en ferry desde Circular Quay, Manly Beach es una escapada perfecta para quienes buscan una playa menos concurrida que Bondi. Además de sus hermosas playas, Manly ofrece senderos costeros escénicos, excelentes tiendas y restaurantes, y un ambiente relajado.
Taronga Zoo
Ubicado en la costa norte de la bahía, el Taronga Zoo es hogar de una increíble variedad de animales de todo el mundo. El zoológico ofrece espectaculares vistas de Sídney y experiencias interactivas como encuentros cercanos con koalas y canguros. Es una actividad perfecta para familias y amantes de los... Leer más ...
Hoy quiero hablaros de Munich, hermosa ciudad que ofrece un sin fin de paisajes, gastronomia, eventos y mas!!
La capital de Baviera es un cóctel de lugares de interés, opulentas iglesias barrocas y los mejores museos. Echa un vistazo a esta lista de cosas para ver en Munich y elige algo que valga la pena hacer en tu viaje a Munich.
El Kunstareal de Munich es un grupo de museos de arte con tantas obras maestras que es difícil saber por dónde empezar. Una semana nunca sería suficiente para verlas todas, y estas invaluables colecciones fueron amasadas por los príncipes Wittelsbach que gobernaron Baviera hasta el siglo XX.
Sus palacios en la ciudad son dos de los muchos y magníficos monumentos que se pueden ver, y desde lo alto del Rathaus y la Iglesia de San Pedro se pueden ver los edificios más famosos de la ciudad.
si te preguntas que hacer en munich también puedes conocer en la ciudad de algunas de las empresas alemanas más famosas del mundo, como BMW, FC Bayern y la incomparable Oktoberfest, donde se elabora cerveza durante más de dos semanas cada otoño.
Lo de los candados a terminado con muchos puentes, algunos de ellos con historias.
Lo de las monedas se puesto de moda en Roma y ahora te lo encuentras hasta en los charcos del bosque de Irati!!!
Así es @atita, el más dañado y famoso fue el parisino puente de las Artes, pero hay más.
Las moneditas... están hasta en los portales de Belén en el post cuento de donde viene la moda, es romana pero de la vieja Roma... Viendo las cifras de recaudaciones que comento... creo que voy a poner una fuente enfrente de casa jajaja ... lanzo unas moneditas y el 'efecto llamada, contagio, monkey see monkey do' hará lo demás...
En los charcos de Irati ... no mola ... no es el caso de Yellostone o la cueva de los Jameos ...pero en los cauces naturales no mola nada.
Gracias por la compañía Espero que estés llevando bien este verano taaan raruno. Un saludito!
Hoy hablamos de un local en plena zona vieja, en la entrada de la mítica Rúa de San Pedro y pegadito al Museo Galego y al de Arte Contemporáneo. Se tratao de Anaco.
Actualización, tras mi segundo viaje a Delhi, del post dedicado a la capital india (y a Agra), incluyendo nuevas fotografías. Sobre todo, del impresionante Qutab Minar, el alminar de ladrillo más alto del mundo y patrimonio mundial de la Unesco, y un festival hindú cuyo propósito y nombre aun no he conseguido averiguar, pero en el que la gente se clavaba punzones en la mejilla, la lengua y el cuello.
Me encanta Nueva Delhi, sin duda una de mis ciudades favoritas. Todo el ambiente hindú combinado con las magníficas obras de arte musulmanas del periodo moghul, antecesoras del Taj Mahal
A mí también me encanta Nueva Delhi, y hay quien solamente pasa de puntillas...¿por qué?
Tiene historia y vida para aburrir.....,meterse en el Old Delhi, bazares...
Yo he estado dos veces y volvería sin dudarlo.
+1
¡¡Me encanta ese caos, ese trajín de aquí para allá, esos mercados en plena calle, esa comida callejera...TODO!!
Actualización, tras mi segundo viaje a Delhi, del post dedicado a la capital india (y a Agra), incluyendo nuevas fotografías. Sobre todo, del impresionante Qutab Minar, el alminar de ladrillo más alto del mundo y patrimonio mundial de la Unesco, y un festival hindú cuyo propósito y nombre aun no he conseguido averiguar, pero en el que la gente se clavaba punzones en la mejilla, la lengua y el cuello.
Me encanta Nueva Delhi, sin duda una de mis ciudades favoritas. Todo el ambiente hindú combinado con las magníficas obras de arte musulmanas del periodo moghul, antecesoras del Taj Mahal
A mí también me encanta Nueva Delhi, y hay quien solamente pasa de puntillas...¿por qué?
Tiene historia y vida para aburrir.....,meterse en el Old Delhi, bazares...
Actualización, tras mi segundo viaje a Delhi, del post dedicado a la capital india (y a Agra), incluyendo nuevas fotografías. Sobre todo, del impresionante Qutab Minar, el alminar de ladrillo más alto del mundo y patrimonio mundial de la Unesco, y un festival hindú cuyo propósito y nombre aun no he conseguido averiguar, pero en el que la gente se clavaba punzones en la mejilla, la lengua y el cuello.
Me encanta Nueva Delhi, sin duda una de mis ciudades favoritas. Todo el ambiente hindú combinado con las magníficas obras de arte musulmanas del periodo moghul, antecesoras del Taj Mahal
muchas fotos chulas en tu post. Del debate sobre el amor/odio a la India y en particular a la ciudad, pues bueno, ya hay un hilo entero para expresar lo que provoca la India a unos y otros, y entendiendo que cada uno sacará lo que sea en función de sus intenciones, expectativas, mentalidad, tolerancia, sensibilidad, espiritualidad, valores, etc. etc. etc., la India tiene para dar y vender de todo a todo el mundo. saludos.
Actualización, tras mi segundo viaje a Delhi, del post dedicado a la capital india (y a Agra), incluyendo nuevas fotografías. Sobre todo, del impresionante Qutab Minar, el alminar de ladrillo más alto del mundo y patrimonio mundial de la Unesco, y un festival hindú cuyo propósito y nombre aun no he conseguido averiguar, pero en el que la gente se clavaba punzones en la mejilla, la lengua y el cuello.
Me encanta Nueva Delhi, sin duda una de mis ciudades favoritas. Todo el ambiente hindú combinado con las magníficas obras de arte musulmanas del periodo moghul, antecesoras del Taj Mahal
A mí también me encanta Nueva Delhi, y hay quien solamente pasa de puntillas...¿por qué?
Tiene historia y vida para aburrir.....,meterse en el Old Delhi, bazares...
Actualización, tras mi segundo viaje a Delhi, del post dedicado a la capital india (y a Agra), incluyendo nuevas fotografías. Sobre todo, del impresionante Qutab Minar, el alminar de ladrillo más alto del mundo y patrimonio mundial de la Unesco, y un festival hindú cuyo propósito y nombre aun no he conseguido averiguar, pero en el que la gente se clavaba punzones en la mejilla, la lengua y el cuello.
Me encanta Nueva Delhi, sin duda una de mis ciudades favoritas. Todo el ambiente hindú combinado con las magníficas obras de arte musulmanas del periodo moghul, antecesoras del Taj Mahal