...buen madrugon, que nadie se preocupe que podrá desayunar.
SE ENTRA EN EL CRUCERO CON LA COMIDA DEL PRIMER DÍA Y SE SALE CON EL DESAYUNO.
A partir de las 12 de la noche del último día se cancelan las tarjetas del barco y ya sólo se podrá pagar en efectivo (esto lo pongo para los que no tengan todo incluido) los demás tendremos todas las bebidas incluidas hasta que salgamos del barco.El motivo es para poder hacer las facturas que nos dejarán en el camarote para que podamos comprobarlas.
ENLACE PARA VER LAS COMBINACIONES DE TREN
www.raileurope.com.ar/...er=results
Bueno, pues esta es la información que tengo.
UN CONSEJO:
Como tenemos que dejar las maletas la noche anterior en el pasillo, llevaos algún bolso de mano donde podáis poner los pijamas, bolsa de aseo, la ropa que no utilicen al día siguiente, etc.
NO OLVIDÉIS DEJAR LAS MALETAS EN EL PASILLO EN EL HORARIO PREVISTO, YO UNA VEZ EN UN CRUCERO CON LA ROYAL CARIBBEAN NO LO HICE, YA SE HABÍAN LLEVADO TODAS LAS MALETAS CUANDO FUÍ A SACARLAS ( es lo que tiene la noche, que te confunde,ja,ja,ja)Y POR LLEVÁRSELAS FUERA DE TIEMPO ME ENCONTRÉ EN LA FACTURA UN REGALITO DE 12€.
LLAMADAS TELEFÓNICAS
Una vez que bajas a tierra las llamadas son según el contrato que tengas con tu compañía, si tienes llamadas en el extranjero ,etc, sino pues lo que cobren por una llamada internacional PERO EN EL BARCO NI SE TE OCURRA, LAS LLAMADAS SON CARÍSIMAS, HAZLO EN TIERRA AUNQUE EL BARCO AÚN ESTÉ ATRACADO POR SI ACASO, QUE ALGUNAS VECES LO CARGAN COMO LLAMADA EN ALTA MAR.
Deja a tu familia los números de contacto que aparecen en la página de ibero para el Grand Holiday, también el de ibero, así ya sabes que en caso de emergencia podrán localizarte, sino lo hacen todo irá bien y puedes estar tranquilo.
Baja siempre del barco con los teléfonos del barco y de ibero....nunca está de más...
Este es otro relato de otro crucerista en la semana que yo estuve y os aseguro que el tema de la avería es totalmente cierto y que coincide con lo que "Los Grumetillos" hemos contado a nuestra vuelta. .
No comparto (como ya he dicho en varias ocasiones) el tema de la comida que aunque sí que era repetitiva y poco variada, NO ESTABA MALA.
"Actualizado 6 agosto, 2013 || Por C. H.
El pasado 27 de julio me embarqué en Barcelona en el Grand Holiday, uno de los tres barcos con los que cuenta la compañía Iberocruceros, dispuesta a pasar ocho días de relax. Lo que se suponía serían unas vacaciones tranquilas acabaron empañadas por una serie de despropósitos que comenzaron en el mismo momento en que subí abordo.
Al barco, de bandera portuguesa, le pesan los 27 años que tiene. La remodelación a la que fue sometido en 2010 no ha conseguido acallar los continuos ruidos del motor, que se escuchan especialmente en las cubiertas cinco y seis y que hacen imposible dormir o leer tranquilamente, ni tampoco eliminar los malos olores (tanto a tubería como a gasoil) que se extienden por todo el barco, incluidos los ascensores.
La limpieza no es tampoco el punto fuerte del Grand Holiday. Dan fe de ello los manchurrones en la mantelería y platos del buffet, así como en las sábanas y toallas de los camarotes, siempre húmedas pese a estar recién traídas de la lavandería. Respecto a la comida, especialmente la servida en las cenas, es simplemente horrorosa. Hay variedad, sí pero los platos son escasos, mal cocinados, peor presentados y con una materia prima de segunda. La excusa esgrimida por el personal de cocina para defender estos desastres culinarios es que cocinan muchos platos al día…
El personal del barco de Iberocruceros, salvo muy contadas y honrosas excepciones, tampoco puede decirse que sea el más amable ni educado, algo que algunos huéspedes no dudaban en achacar, como así se lo dijeron trabajadores del crucero, al empeoramiento de sus condiciones laborales tras la unión con Costa Cruceros, pero que en ningún caso supone justificación alguna.
El nivel de cutrez del Grand Holiday llega a tal extremo que la biblioteca que, según el diario de abordo, está compuesta por un extenso número de ejemplares es de cartón piedra, vamos, de pega.
Al margen del barco, el viaje transcurría con normalidad hasta el tercer día, jornada en la que debía hacer escala en Villefranche (Mónaco). Alegando razones de seguridad se nos impidió el desembarque mediante lanchas al haber olas de un metro y eso pese a que una hora antes se habían repartido los números que marcaban el orden de salida de los pasajeros. El mosqueo del pasaje era tal que el capitán tuvo que dar explicaciones hasta en dos ocasiones aunque a pocos lograron convencer. Vaya por delante que agradezco tanto al capitán del Grand Holiday como a Iberocruceros que se preocupen por mi seguridad y la de los otros 1.699 pasajeros abordo, pero no puedo dejar de manifestar mi extrañeza al comprobar como el resto de cruceros que ese mismo día hacía escala en Villefranche ‘pasaron’ de la seguridad de sus clientes y les permitieron desembarcar con las lanchas.
Capítulo aparte merece el atraque en La Spezia. Hasta hace poco Iberocruceros hacia escala en Livorno pero la compañía decidió, por motivos no desvelados, cambiar este puerto por el de La Spezia, pero no el... Leer más ...