Día 6. Schynige Platte (Daube – Oberberghorn – Jardín Botánico)
Este es uno de los días que recuerdo con mucho cariño. Se sube en un tren histórico (madera y traqueteo a tope) que va subiendo hacia el pico con unas vistas preciosas. A la llegada nos recibieron 2 señores ataviados con trajes típicos y tocando sendos alforn, la trompa de los alpes. Fue un momento muy bonito. El paisaje desde el Schynige Platte es espectacular, con los 3 grandes al fondo: Eiger, Mönch y Jungfrau. Como no puede ser de otra manera al lado del restaurante hay un parque infantil para los niños.
Decidimos hacer una excursión por la zona, el día era soleado y casi sin nubes. El recorrido circular que hicimos fue primero hacia Daube, desde ahí a Oberberghorn y después vuelta por el valle hasta el Schynige Platte, donde nos dimos una vuelta por el jardín botánico. Este recorrido tiene unas vistas increíbles, parece imposible, sobre todo entre Daube y Oberberghorn vas por el filo de la montaña. De camino a Daube había un conjunto de campanas con un tejadito a las estuvimos tocando durante más de 20 minutos. En el Oberberghorn hay que subir por unas escaleras de madera para llegar a la cima, a los niños les pareció toda una aventura. Después ya de vuelta fuimos bastante rato detrás de una vaca que no se quería apartar del sendero.
Comimos sentados en un banco con vistas alucinantes dentro del jardín botánico. Finalmente fuimos a tomar una cervecita en la terraza del restaurante y los niños jugando tranquilamente (había una caja con juguetes y libros a disposición).
De vuelta con el tren ya estaba más nublado. Llegamos a casa, estuvimos un buen rato saltando y haciendo el tonto en las camas elásticas hasta que tocó preparar la cena: hoy fondue de queso! Bueníssima!
Día 7. Bern (Rosengarten) – Piscina cubierta Frutigen
Ya hemos amortizado el Jungfraupass, así que ahora vamos un poco más relajados. Pero siempre pendientes del tiempo: parece que por la mañana va a aguantar y por la tarde lluvia. Ya veremos…
Hoy visita a Bern, aparcamos fácilmente cerca de la zona de los osos, en la otra orilla. Visitamos la zona de los osos y después rumbo al casco antiguo, seguimos el itinerario marcado en el mapa de la oficina de turismo. El casco antiguo realmente es muy bonito y vamos caminando tranquilamente intentando que no nos atropelle ningún tranvía, jeje. Comemos en un restaurante italiano al lado de la Torre holandesa: en una terracita en la plaza, el lugar es muy agradable y la comida está bien. Después de comer subimos a Rosengarten, donde además de haber unas vistas preciosas de la ciudad hay multitud de rosales, un parque infantil increíble y una zona muy amplia de césped, donde las familias hacen picnic, juegan... Muy recomendable! Descansamos y jugamos un buen rato en Rosengarten.
Después el cielo ya se empezó a tapar y hacia las 16:30 decidimos volver. Empieza a llover y decidimos poner rumbo a Frutigen, donde la casera nos comentó que hay una piscina cubierta que está muy bien: Sportzentrum Frutigen. Ya llevábamos el kit de piscina en el coche por si acaso: bañador, chanclas, gel (no hace falta gorro). La piscina es preciosa, es todo un complejo de piscinas exteriores y cubiertas (lástima que nos perdimos las piscinas exteriores). La piscina cubierta tiene un ventanal enorme con vistas al Niesen, la infraestructura interior es toda de madera, con piscina pequeña para los bebés, piscina pequeña para niños... Leer más ...
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