Buenas.
Hemos hecho un viaje Estocolmo-Tallin, conectando ambas ciudades por vuelo y os comento mi experiencia por si le puede interesar a alguien.
La parte de Estocolmo está en su foro correspondiente. Me centro ahora en Tallin.
Estuvimos tan solo 2 noches, teniendo realmente poco más de un día para verlo todo y me quedé con ganas de más.
Tallin es una ciudad pequeñita y si no dispones de mucho tiempo, puedes empaparte de su esencia en tan solo una jornada, pero merece la pena quedarse más tiempo y ahondar.
Es una pequeña joya medieval, que hay que pasear una y otra vez perdiéndose por sus maravillosos rincones, viendo la muralla, las torres, las casitas de colores, las tiendas, los maravillosos cafés o restaurantes tan tan tan monos y montados con tanto gusto, las calles empedradas, la plaza del ayuntamiento, los miradores, las iglesias...
Qué maravilla de ciudad y qué sensación de estar en un cuento de hadas tienes en ella. Es como volver en el tiempo atrás.
Tallín, como otras ciudades donde llegan cruceros o como ciudad que se puede visitar en un día viniendo por ejemplo, desde Helsinki, se llena bastante por las mañanas, quedando más tranquila (pero aún con muy buen ambiente) en cuanto cae un poco la tarde.
En Julio, no termina de hacerse de noche del todo, no llega a ser noche cerrada, amaneciendo además a las 4 de la madrugada. Imagino que eso y el buen tiempo hacen que haya ambiente hasta tarde en la ciudad.
Qué ambiente sigue teniendo cuando "anochece", cuantos bares abiertos, cuantos karaokes (donde nuestros adolescentes lo dieron todo) y como me llamó la atención que los puestos de flores sigan abiertos de madrugada.
La recorrimos realmente en un día, haciendo el freetour por la mañana donde la guía nos llevó a casi todos los rincones importantes de la ciudad y por la tarde, pateándola de nuevo andando por nuestra cuenta, encontrándonos con nuevos rincones que disfrutamos una barbaridad.
Me quedé con ganas de un día más para poder ir al palacio Kradiorg, haber subido a la muralla o haber visitado el museo Kiek in the kok que me llamaba mucho la atención o el museo al aire libre, pero puedo darme por satisfecha. Ir 8 personas, con adolescentes incluidos, no es lo mismo que ir en pareja, no se aprovecha el tiempo tanto y más habiendo un hotel con spa de por medio que les llevó media tarde.
Todo lo que faltó lo dejo para la siguiente vez, donde incluiré otras ciudades como Helsinki o Riga en el lote y así se completa el viaje.
Nos alojamos en el hotel Telegraaf Autograph Collection, en pleno pleno centro, un hotel en un edificio histórico, super señorial y con un spa maravilloso, donde los adolescentes disfrutaron de lo lindo en su piscina, sauna y jacuzzi. El precio se sale del presupuesto normal en nuestros viajes, pero la ocasión lo merecía.
El desayuno buffet con de todo un poco, muy rico y en una sala muy coqueta.
Lo que más me apasionó, su ubicación. Estar al lado de todo y poder volver cuando quisiéramos aunque fuera para ir al baño, descansar unos minutos o para dejar alguna compra, es una gozada.
Del aeropuerto al hotel fuimos en taxi por 16 euros (íbamos 4 por taxi y compensaba, además llegamos muy tarde y creo que por la obra del tranvía no había otra opción). Para la vuelta, optamos por coger un bolt, que nos costó algo menos de 10 euros. Por ese precio, ni nos molestamos en buscar otras opciones de transporte público.
No me pareció una ciudad barata como esperaba, al menos no en pleno centro dentro de las murallas. Una cerveza algo más de 4 euros, un aperol por ejemplo casi 6 o un té grande en una libreria-teteria muy acogedora unos 4 euros.
Para comer fuimos a un sitio que se llama Lido, recomendado por uno chicos que conocimos en el freetour y que fueron el día anterior. Se trata de un bufet, donde por unos 15 euros por cabeza, comes bastante cantidad con bebida incluida y todo estaba rico. La zona de comedor amplia y acogedora.
Para cenar fuimos a un italiano que se llama AMALFI. Comimos bastante bien, el local acogedor y fueron muy amables. El precio por persona con bebida, entrantes a compartir y pizza individual para cada uno fue de 21 euros.
Íbamos a comer en el OLDE HANSA, pero cuando vimos las cartas, las cervezas a 12 euros y los platos, como mínimo, 40 euros cada uno (cuando eran hamburguesas o platos no muy especiales) salimos corriendo. El local por dentro muy chulo, entramos, lo vimos, fuimos a su baño ( por cierto, muy original) y nos fuimos.
Me he quedado con ganas de una experiencia medieval de ese tipo. También apunto para la próxima vez ir al que "te tratan mal" a propósito para hacerla una experiencia aún más de la época y además parece que era bastante más barato.
También me quedé con ganas de tomarme algo en la BEER HOUSE, que tenia un local chulísimo, pero día y medio no dan para más.
A disfrutar de esta maravillosa ciudad.
Saludos viajeros