Hola!
Hemos estado en Riviera Maya (en el hotel Palladium) y hemos realizado 3 excursiones, 2 de ellas contratadas con Mauricio Fernández Limón, con el cual nos hemos quedado con una sensación bastante agridulce.
El primer día fuimos a Chichen Itza, Ek Balam, al cenote de Ik-kil y Valladolid. Madrugamos mucho, pero valió la pena para poder disfrutar de los sitios sin aglomeración de gente.
La primera parada fue Chichen. El guía (creo recordar que se llamaba Rober/Roberto) fue IMPRESIONANTE! Trasmitía una pasión increíble por la historia que compartía con nosotros. Nos encantó su forma de explicar las cosas, cómo resolvía nuestras dudas,...
Después, paramos en el cenote de Ik-kil. La verdad es que fue increíble, ya que no coincidimos con mucha gente y lo pudimos disfrutar muchísimo. Además, con el calor que hacía, resultó de lo más refrescante
Seguidamente, fuimos a las ruinas de Ek Balam, donde nos cogió un chaparrón que no nos permitió subir a la pirámide, pero la verdad que tuvo su encanto. Las ruinas se quedan un poco pequeñas después de ver Chichen, pero también tienen muchísimo encanto.
A la hora de comer paramos a comer en un bar/restaurante, en el que comimos carne ahumada. No nos gustó mucho, ya que nos recordó demasiado a una barbacoa (pero, OJO, que no estaba malo para nada, lo único que nos resultó demasiado familiar, nada exótico).
Por último, paramos en Valladolid, donde comimos unas Marquesitas (DELICIOSAS) dando una vuelta por la plaza principal (no hay mucha cosa que ver, aunque la plaza es muy agradable). De allí, de vuelta al hotel, ya que el camino es largo (más de 2 horas).
El día anterior de nuestra segunda excursión, contacto con Mauricio para acordar una hora para el día siguiente, sin problema.
Mi sorpresa viene cuando, al esperar en el Lobby del hotel el día que teníamos acordada la excursión, aparece otro taxista (Hugo) diciendo nuestros nombres. Un chico del que yo no sabía absolutamente nada. Me comenta que Mauricio no puede hacer la salida y que se lo ha pasado a él. Este aspecto no nos gustó EN ABSOLUTO. Me pareció una falta de profesionalidad por parte de Mauricio, puesto que había hablado conmigo por Whatsapp la noche anterior y me podría haber avisado que vendría a buscarnos un colega suyo.
Nos molestó bastante, puesto que estás en un país extranjero y estas cosas asustan un poco, puesto que tú te informas muchísimo antes de ir sobre la persona con la que vas, y que te la cambien sin avisarte, pues a nosotros personalmente no nos gustó. Si nos hubiese avisado, pues lo hubiese entendido, ya que todos podemos tener imprevistos.
Bueno, pues fuimos con Hugo (el cual nos gustó bastante, debido a su carácter extrovertido). Nuestra segunda sorpresa desagradable del día fue cuando fuimos a coger agua en la nevera de la van (ya que Mauricio nos había dicho que las excursiones incluían nevera, hielo y agua) y la encontramos VACÍA. Y claro, fallo nuestro, que nos habíamos confiado en que tendríamos agua y no cogimos nada del hotel. Total, que tuvimos que parar a comprar agua.
En esta segunda excursión fuimos a Tulum, Coba y Grand Cenote.
La primera parada fue Tulum. Nos gustó muchísimo este sitio, ver las ruinas tan cerca del mar es impresionantemente bello. La playa estaba abierta para el baño, pero la gran cantidad de sargazo que había nos echó para atrás. Por lo demás, ¡GENIAL!
La segunda parada fue Coba, donde cogimos unas bicis y Hugo nos hizo de guía. Recomendamos que si hacéis esta excursión, cojáis bici, ya que sino el camino se debe hacer bastante largo. Allí pudimos subir POR FIN en una pirámide. Fue impresionante, las vistas desde arriba son de vértigo, pero alucinante y MUY satisfactorio. Una vez salimos de Coba, en la puerta, nos encontramos a Mauricio, que nos pregunta que qué tal. Le decimos que Hugo muy bien, pero que no tenemos agua, que hemos tenido que comprar porque nos moríamos de sed. A lo que no responde NADA. Tampoco nos dijo nada sobre no haber hecho él la excursión con nosotros... En fin, que no nos gustó nada su actitud.
Después de Coba fuimos a comer a un lugar DELICIOSO. Un bar de carretera, muy humilde, donde hacían tacos, quesadillas y sope. Estaba todo riquísimo, además, el chico que atendía fue muy agradable y, mientras comíamos, pasaban por la calle furgonetas anunciando sus productos con cancioncillas muy pegadizas, lo cual nos pareció muy auténtico. Nos gustó muchísimo.
De ahí, directos al Grand Cenote, donde nos quedamos del todo enamorados. Es impresionante, con una zona llena de tortugas de Florida, una cueva llena de murciélagos, toda la vegetación... Nos pareció de cuento.
De allí de vuelta para el hotel, donde pudimos todavía darnos un baño en la piscina, ya que era temprano.
En definitiva, no volveríamos a repetir con Mauricio, puesto que aunque el día que fuimos con él fue bien, no nos gustó nada su actitud respecto al segundo día.
Sin embargo, lo pasamos muy bien ambos días
:)
Os dejo el teléfono que me facilitó Hugo, por si alguien se anima a hacer la excursión con él, ya que es muy buen tío y muy majete y no he visto que aparezca por aquí:
+52 984 176 7978