Aporto información de lo visto en el país esta Semana Santa y una valoración según su interés, de 1 a 5 estrellas.
MONASTERIO DE RILA ***** Uno de los puntos imprescindibles en un recorrido por Bulgaria. Emplazamiento al inicio de un valle, a los pies de las montañas, nevadas en esta época del año. Lo más espectacular, el interior y la galería externa que le precede completamente cubiertas de pinturas, más atractivas las de dentro; magnífico y lujoso iconostasio de madera tallada minuciosamente. También fotogénico todo el espacio que rodea a la iglesia, con varios pisos de arcos superpuestos y el superior en madera oscura con bonitos balcones.
Tiene dos museos, uno con objetos religiosos (orfebrería, tejidos, tallas etc; entrada, 4 €) y otro de iconos (2 €), poco interesante y prescindible. Hay otros en el país mucho más recomendables (Plovdiv y Sofía).
PIRÁMIDES DE STOB**. En la entrada al valle de Rila, bien señalizado. Formaciones geológicas curiosas. Solo recomendable si hay tiempo de sobra y si apetece dar un paseíto de unos 35 minutos entre ida y vuelta (cuesta arriba la ida)
BANSKO**. El pueblo en sí apenas tiene interés por su conjunto urbano, pero la iglesia se merece una visita por su interior.
DALEN***. Aldea típica con buenos ejemplos de arquitectura popular de lo más rústico y auténtico, con muchas casas en ruinas. Muy recomendable un paseo por los caminos que forman las calles de este pueblo con mucho encanto. La iglesita también se merece un vistazo.
DOSPAT. Buen lugar para hacer noche por su aceptable oferta hotelera, aunque el pueblo no tiene atractivo turístico.
DESFILADERO DE TRIGRAD***. Vale la pena recorrer la carretera que discurre por el estrecho cañón hasta la cueva del infierno, en la que se puede entrar previo pago. Decepciona un poco si uno espera ver la cascada de 40 m que anuncian en el exterior. Resulta que no se ve, solo se oye. Mogollón de escaleras muy estrechas y verticales subiendo, 300, para salir.
SHIROKA LAKA*. Pueblo anunciado como de impactante arquitectura popular, pero que resulta decepcionante. Iglesia cerrada.
MONASTERIO DE BACHKOVO*. Otra de las mayores decepciones del viaje. Exteriormente tiene poco interés, lo único que se visita es la iglesia y está tan oscura y con los frescos tan sucios, que aunque cubren toda la superficie y parecen de gran calidad, no se pueden apreciar. Por lo tanto, solo recomendable si se pasa por allí.
ASENOVGRAD**. Visitamos en las afueras, al sur, los restos de una fortaleza que incluye una iglesia. Del castillo quedan 4 piedras y la iglesia estaba cerrada, así que el conjunto tiene poco interés. Lo más llamativo es su magnífico emplazamiento, en un alto sobre un estrecho valle.
PLOVDIV*****. De lo mejor del país. Tiene un casco antiguo en el que destacan sus bellas mansiones pintadas con colores vistosos, es un conjunto homogéneo y acogedor. Hay unos cuantos lugares de interés variado, tanto en la zona baja como en la alta.
Zona baja:
-restos del estadio romano. No queda mucho, pero suficiente para hacerse una idea de lo grandiosa que era esta construcción
-mezquita. Nada del otro mundo, pero se le puede echar un vistazo
-Iglesia de S. Nerelya. Magnífico iconostasio de madera tallada; el resto, con andamios
-Iglesia de S. Marina. Interesante, lujoso y atractivo interior lleno de pinturas y dorados con un gran iconostasio de madera oscura y buenos iconos. Pequeña torre de madera
-Iglesia de Bogoroditsa (subiendo al casco antiguo). Anodino exterior, pero interesante iconostasio de estilo diferente a los anteriores y con unos bellísimos iconos de colores muy bien armonizados.
Zona alta o zona vieja:
-Teatro romano. Bastante bien conservado, las gradas completas y parte del escenario con zonas restauradas. Se paga entrada, pero se ve perfectamente desde fuera.
-Museo de iconos e Iglesia de los santos Constantino y Elena. Se paga entrada. De lo mejor de la ciudad, el museo, pequeñito, tiene piezas magníficas, algunas muy antiguas. Incluye la visita a la iglesia mencionada, que, aunque oscura, tiene una decoración esmerada con pinturas, dorados, columnas estriadas…y una vez más un precioso iconostasio de madera revestido de pan de oro con buenos iconos-
-Mansiones varias por todo el casco antiguo, algunas son museos
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MAGLIZ*. Vale la pena pasar por este pueblo para ver a la gente más fea de Bulgaria, una cosa difícil de explicar, pero hay que verlo para creerlo. Con las risas que uno se echa aquí, compensa el pequeño desvío en la carretera de Plovdiv a Kazanlak. Además, tiene un monasterio en las afueras, pero no se merece una visita.
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KAZANLAK*. En esta localidad se puede visitar una copia exacta de una tumba tracia (como han hecho en Altamira). El original es Patrimonio de la Humanidad, pero está cerrado. En realidad, no hay mucho que ver, su interés es más bien histórico.
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SHIPKA***. En un alto y entre un frondoso bosque sobresalen la torre y las cúpulas de oro de la Iglesia del s. XX que conmemora los muertos de una batalla. Atractivo conjunto de estilo ortodoxo ruso en el exterior y vistoso interior cubierto de pinturas. Interesante.
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BOCHÉNSITE**. Aldea de bonitas casas rústicas restauradas. Quizás, por su buen estado, resulta menos auténtico y tiene menos encanto que el mencionado de Dalen en los Ródope. A 8 km de la carretera general.
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MONASTERIO DE DRIÁNOVO. Otra decepción, no hay nada que llame la atención en este lugar, ni arquitectónica ni artísticamente; la iglesia, muy simple. Visita prescindible.
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VELIKO TÁRNOVO**. Uno de los mayores fiascos del viaje. El conjunto urbano, tan alabado en la guía, es una decepción, apenas una callecita con tiendas para turistas. La iglesia de los 40 Mártires, en la parte baja junto al río -mejor ni pagar los 3 € que cobran-, no vale la pena en absoluto, es una pura reconstrucción en la que lo único antiguo son 4 capiteles romanos y unos restos mínimos de frescos que no justifican la visita. La catedral, nada atractiva por fuera, tiene frescos en su interior, pero nada especiales. Lo más llamativo de la ciudad es el espectacular recinto amurallado de la villa medieval- hoy inexistente- que protege la colina rodeada por un cerradísimo meandro del río, en un sorprendente emplazamiento, como también lo está la mayor parte del casco antiguo. La iglesia de S. Nicolás se merece una visita por su estupendo interior.
ALREDEDORES DE VELIKO TÁRNOVO:
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ARBANASI*****. En las afueras de V. Tárnovo, a solo 3 km, encontramos casi de casualidad uno de los más sorprendentes lugares de Bulgaria, el pueblo de Arbanasi. Interesante por su arquitectura tradicional, pero IMPRESCINDIBLE por sus
iglesias. Son 5; 2 de ellas no se visitan; una, la de S. Dimíter, estaba cerrada, pero se puede ver el interior a través de la ventana, aunque tiene poco interés. Las otras 2, son espectaculares, tanto la de los
santos Michael y Gabriel como, sobre todo, la de la
Natividad. Exteriormente no dicen nada, pero el interior es un deslumbrante derroche artístico de bellísimas pinturas cubriendo todas las paredes, bóvedas, arcos, vigas, etc, con miles de figuras, cientos de escenas en una explosión de sabia combinación del color y fantasía ilimitada. Entrada de pago, a 3 € cada una. De ir a una sola, la de la Natividad es más completa.
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MONASTERIO DE LA TRANSFIGURACIÓN**. A 6 km de V. Tárnovo por la carretera de Ruse. Si hay tiempo, vale la pena visitar este enclave que incluye una iglesita con algunas pinturas en el exterior (creo que también el interior, pero estaba cerrada) en un monasterio de atractiva arquitectura rústica que por sus elementos la hacen muy fotogénica. Conviene hacer esta visita antes de la de Arbanasi.
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IVÁNOVO***. Aquí hay unas cuevas con frescos en un entorno natural muy bonito. Visita recomendable, aunque me quedé sin verlas por dentro, estaban cerradas, quizás porque era Jueves Santo. Recomiendo una caminata por este precioso lugar.
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CHERVEN**. En otro sorprendente emplazamiento en una meseta rodeada de un cañón, hay unas ruinas de una villa medieval. Aunque los restos son muy escasos y apenas levantan un metro del suelo, el lugar se merece una visita, ya que el desvío no es demasiado y la situación tiene su encanto.
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BASÁRBOVO*. Monasterio con una cueva excavada en la roca. Estaba cerrado, por fuera no vale la pena.
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RUSE*. Ciudad fronteriza con Rumanía de la que la separa el Danubio. El centro tiene cierto interés por su arquitectura modernista con alguna calle atractiva, pero en conjunto la visita resulta decepcionante. Solo recomendable si se pasa por aquí.
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KOPRÍVSTICA****. Entre Karlovo y Sofía, con una desviación de unos 18 km a mano izquierda hay otra visita imprescindible en Bulgaria, es el pueblo de Koprívstica, una auténtica sorpresa. En un entorno rural en medio de bosques aparece el que seguramente es el pueblo más bonito del país, con preciosas casas pintadas de colores en contraste con la madera oscura, magníficos portones, calles empedradas y 6 mansiones señoriales que se pueden visitar, una de ellas museo etnográfico que no está mal.
SOFÍA: aquí
www.losviajeros.com/ ...p;start=40
Última edición por Abaquo el Lun, 15-04-2013 20:51, editado 2 veces