Lago de Garda en Lombardía, Véneto y Trentino en 7 días ✏️ Blogs of Italy

Salimos de Sevilla a las 11.15 de la mañana y llegamos al aeropuerto de Bérgamo serán más de las 2 de la tarde. Cogemos un bus que va a la estación de tren de la ciudad. Es un bus no turístico que cuesta unos 3 euros por persona, se saca en una maquinita que hay en la parada, o dentro del autobús. Tardamos apenas unos 15 minutos, y ya hemos comprado en la aplicación correspondiente a las lineas de trenes italianos un billete para Brescia. Nos cuesta unos 7 euros y algo por persona, aunqeu hay diferentes tipos de billete, siendo este el más barato, y por tanto el tren más cutre. Nada que ver con los trenes españoles. Afortunadamente el tren va prácticamente vacío , no como el del siguiente día.

TArdamos unos veinte minutos en llegar al hotel, que está por el centro, y se llama Centro Paolo VI, es un lugar religioso que ha pasado a ser residencia turística, aunque por lo que pudimos ver se sigue empleando para ciertas convenciones de la curia.

paseamos por la ciudad de Brescia y nos gustó más de lo que esperábamos , paseamos por las calles tranquilas, apenas sin coches, peatonales muchas. Entramos en el teatro grande, que es realmente bonito, sin nada que envidiar a otros que he visto y sumamente famosos. Nos acercamos a la plaza Victoria, donde nos sentamos a comer un trozo de pizza riquísima que compramos en un súper próximo.
La plaza de Paolo VI estaba muy cerca , muy bonita .Nos acercamos al castillo, con vistas a la ciudad interesantes, y mucho ambiente de tarde -moche, con numerosos restaurantes y bares para tomar bebida y comida. Antes de esto pasamos por el museo de santa Giullia, que ya estaba cerrado, y por el capitolium, un yacimiento romano más o menos conservado que te encuentras en mitad de una calle. Acabamos nuestro recorrido de la tarde en la plaza de la Logia, quizás la más bonita, que alberga un reloj astronómico precioso, y volvimos al hotel recreándonos de nuevo en el paseo .

Nos volvimos al hotel donde cenamos en sus jardines algunas cositas que habíamos comprado. MAñana salimos a VErona que tenemos concierto en el Arena.

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Hoy cogemos un tren hasta Verona. De nuevo compramos los billetes por la aplicación de trainline antes de montarnos en el tren. El billete más barato cuesta unos 7,50 euros y tardamos 40minutos. Los hay mucho más caros en trenes como el flecha roja, pero que en tiempo vienen a ser lo mismo, cosa que no me acabo de explicar. Hoy si es verdad que vamos atestados, apenas hay donde sentarse, no pasan revisores, y por supuesto medidas covid, que en otros lugares de italia son tan exigentes, en el tren brillan por su ausencia.

Vamos andando hasta nuestro hotel, que está cerca de la plaza Bra, más que un hotel es una casa con alguna habitación y baños compartidos. El precio en este caso no llega a los 50 euros, quizás fue el alojamiento más barato del viaje.

Nos lanzamos a la calle y en primer lugar acercándonos a la plaza Bra, y viendo el precioso anfiteatro donde esa noche disfrutaremos de una función maravillosa de Nabuco. Paseamos por esas calles del casco histórico pasando por la casa de Julieta donde no nos paramos porque hay colas inmensas para pasar. Llegamos a la plaza Erbe, con mucha vida y alegría, una plaza preciosa sin duda. La plaza de la signoria está justo al lado, en ella la iglesia de Antica , donde se encuentran los sarcófagos de la familia Schallieri, y el monumento a Dante. Son pocas son las ciudades o pueblos italianos que no tienen algún tipo de homenaje al ilustre escritor.

Hemos comido unas pizzas y cerveza en la plaza Erbe, sentados en cualquier sitio viendo pasar a la gente, en su gran mayoria turistas italianos, , pocos españoles esta vez.

VAmos hasta la calle Shakespeare , donde está el convento de san francisco del corso,y ahí está la supuesta tumba de Giullieta, donde hay italianos que se casan junto a ella en la cripta. ESta visita es un poco decepcionante.

A la vuelta seguimos paseando por las calles y volvemos al hotel. A las 8.40 comienza la función en el Arena de Verona. LA organización perfecta para entrar a pesar de la cantidad de personas que ingresábamos. LAs entradas las obtuvimos por Internet unos días antes, las hay de muchos precios, aunque compramos de las más baratas, unos 30 euros. Fue muy bonito y nos alegramos mucho.

Hemos salido tarde, y dado otro paseo por las bonitas calles veronesas.

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Hoy nos levantamos y nos vamos directamente a la plaza bra, desde donde vamos a coger un bus para llegar a PEscheira di garda , también podriamos haber cogido el tren , pero nos ha cogido más cerca el bus. No podemos comprar los billetes directamente , debemos hacerlo a través de una aplicación. lo intentamos pero no es fácil dar con la tecla, y el caso es que se suben de pronto varios guardias de seguridad que se suben para peedirnos los billetes y no los tenemos, claro. el caso es que no hay manera de dialogar y acaba poniéndonos una multa. Los italianos a veces son muy cerrados de mollera.

Tardamos un buen rato en llegar, más que si hubiéramos cogido el tren. Fuimos andando hasta la tienda de bicicletas donde habíamos alquilado unas gravel para hacer cicloturismo alrededor del lago. pudimos dejar las maletas y cogernos unas alforjas para meter lo necesario para 4 dias.


las dos bicis nos han costado 280 euros por esos 4 dias. una vez recogido todo y comido algo salimos a las 1.30 de la tarde pedaleando camino hacia Malcesine. Comenzamos por la carretera el trayecto pero pasado un ratito nos desviamos hacia la ribera del lago a ver si hay posibilidad de ciclar por ahí con más seguridad. no era fácil del todo porque en esa primera zona había mucha gente, pero más o menos lo conseguimos, eso si, tardando bastante más de lo que deberíamos haber tardado por carretera. Fuimos avanzando por pequeños pueblos como Lizase y otros, muy bonitos, con mucho encanto dispuestos.
A lo largo del lago fue cambiando la aglomeración del principio, donde había muchos campings seguidos, situados justo en la orilla, pasando a "playas " menos reconcentradas con ambientes quizás más elitistas con zonas privadas. Las vistas del lago eran fascinantes, íbamos encantados.

eran casi las 7, quizás antes , cuando nos adentramos en Malcesine, un pueblo con muchísimo encanto. Fue complicado reservar en el lago, pero tuvimos suerte y nuestro hotel nos gustó mucho, hotel Malcesine, a la orilla del lago, 99 euros, que era lo más barato para la zona, con desayuno incluido.

Nos duchamos y salimos a dar una vuelta , multitud de lugares donde cenar, a cual más bonito, y no demasiado caros. Finalmente optamos por cenar junto al lago y fue una genial elección. Tras el helado casi de cada noche y un Spritz, bebida que hemos observado por la que los italianos presentan gran apetencia, nos despedimos del día.

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