Hola de nuevo a tod@s!!!
Bueno, hace ya casi un mes que regresamos, pero la vuelta ha resultado muy dura y apenas he tenido tiempo hasta ahora. Pero lo prometido es deuda, así que a continuación os pongo un resumen de nuestro viaje, con detalle de hoteles, lo que vimos, etc. Espero no aburriros y que resulte útil a los futuros viajeros. Y cualquier cosa, no dudéis en consultar...
Saludos
DIA 1: MADRID-MUNICH
Llegamos a Munich a media mañana. La 1ª sorpresa viene con el coche: solicitamos un clase B (tipo medio) y nos encontramos con un Peugeot 4007 Todoterreno, enorme y de completamente equipado…por el mismo precio. Alucinábamos!
Nos alojamos en el
Hotel Uhland (
www.hotel-uhland.de) por 95 €/noche con un buen desayuno incluido. El hotel está a unos 15 minutos andando de la Marienplatz, en línea recta (no tiene pérdida) y la verdad es que es muy recomendable: una habitación limpia y enorme y muy buen trato. Si tienen sitio, se puede aparcar en el patio trasero del hotel sin coste adicional.
Lo primero que hicimos fue comprar la
Tarjeta de la Administración de Palacios Bávara, válida por 14 días y que cuesta 36 € por pareja y te da acceso a casi todos los castillos, jardines y lagos de Baviera. Si tenéis idea de visitar algo más que el castillo de Neuschwanstein merece la pena porque te ahorras un dinerillo. Se puede comprar en todos los castillos y en el Info Point del Alter Hof en Munich (al lado de la Marienplatz).
Nota: Todos los días, previa inscripción, hay un tour guiado en español por Munich GRATIS. Suelen tener información en los hoteles, pero una de las empresas que los organiza es
www.neweuropetours.eu.
La Residencia es digna de visitar, un enorme palacio que alberga las joyas de la corona. Espectacular. El resto de la tarde lo pasamos callejeando por el centro, para conocer el ambiente. Destacamos el Neues Rathaus, impresionante edificio con unas curiosas figuras que simulan un torneo medieval y que “cobran vida” a las 12 h. Todos los días (no deja de ser una simpleza, pero la Marienplatz se llena cuando se ponen en funcionamiento).
En la Sendlinger Strasse merece la pena ver la iglesia de St. Johan Nepomuk, pequeñita y muy recargada pero curiosa de ver.
Hoy ya nos pesan hasta las pestañas, así que regresamos pronto al hotel para aprovechar la mañana siguiente.
DIA 2: MUNICH
Aviso a navegantes: La residencia de verano o Nymphenburg está bastante alejada del centro, así que no hagáis como nosotros, que equivocamos el plano, tratamos de llegar caminando, y tras más de media hora andando, cuando nos dimos cuenta del error, acabamos dando media vuelta y decidimos seguir conociendo el centro.
He de decir que con lo poco creyente que soy me gusta visitar las iglesias, algunas preciosas; así que ahí van un par de ideas: St. Michael, muy luminosa y con un bonito altar y Frauenkirche, que alberga el mausoleo de Ludovico el Bábaro y tiene unas vidrieras impresionantes.
Por la tarde viajamos hasta Füssen, donde tenemos el siguiente hotel para ver el Castillo de Neuschwanstein. El
Hotel Garni Schlossblick (
www.hohenschwangau.de/ ...ck0.0.html). La verdad es que pongo la dirección por ponerla, porque el hotel no es nada del otro mundo. A ver, no es lo peor y es más barato que los otros (64 €/noche con desayuno), pero es viejo, el desayuno normalito y está en Hohenschwangau, que es el área anexa a los castillos y no hay absolutamente nada aparte de los castillos, con lo cual la vida hay que hacerla en Füssen o en algún otro sitio.
DIA 3: LINDERHOF
Hoy nos hemos pegado un buen madrugón para ir hasta Garmish y subir al Zugspite, el pico más alto de Alemania. El trayecto en coche está muy bien, pues el paisaje es precioso. Sin embargo hemos tenido mala suerte porque cuando llegamos llueve un montón y hay mucha niebla, lo cual nos hace desistir finalmente de la subida, porque cuesta cerca de 60 €/persona y, depende de cada cual, pero yo no me gasto ese dinero si no tengo aseguradas unas magníficas vistas y un buen paseo una vez arriba.
Pasamos al plan B y nos acercamos hasta Oberammergau, pueblo famoso porque cada ciertos años hacen una representación viviente de La Pasión. Por lo demás, es un pueblo normalito y pequeño, se recorre en poco más de una hora.
Después de comer visitamos el
Palacio Linderhof, construido por Ludwig II en un alarde de grandeza. Se trata de un pequeño palacete excesivamente decorado (super recargado diría yo), pero es digno de ver. Y el parque del castillo es espectacular: los jardines son una maravilla, a diferentes niveles, cuidadísimos; la Gruta de Venus y el Quiosco Morisco. Cómo vivían…
A medida que vamos visitando palacios y castillos nos damos cuenta que o no abunda el turismo español o no les importa mucho, porque ni una sola de las visitas son en nuestro idioma, y en muchos sitios ni siquiera tienen audio-guías (como mucho un libreto con unas cuantas explicaciones).
Regresamos a Füssen bordeando en Amsee, uno de tantos lagos enormes que hay por la zona y rodeado de montañas, que ofrece unas bonitas panorámicas.
DIA 4: CASTILLO NEUSCHWANSTEIN Y FÜSSEN.
No tenemos los billetes reservados, pero nos comentaron que yendo antes de las 9 no hay ningún problema para cogerlos sin esperar grandes colas.
Subimos hasta el castillo en bus (1,80 €/persona), ya que las opiniones de otros viajeros nos hacían dudar de subir andando, y subir en carro podía ser un poco más ¿romántico?, pero costaba 6 € por barba.
El castillo es una pasada, realmente es como estar en un cuento de hadas, aunque sólo se recorren una parte de las estancias. Eso sí, las vistas son alucinantes.
La bajada la hacemos andando y nos alegramos de haber subido en el bus, porque los valientes que se han animado a subir a pie llegan arriba con la lengua fuera.
A continuación, visitamos el Santuario “der Wies” (en alemán
Wieskirche), una enorme iglesia situada en mitad del campo en Steingaden. Es sencillamente impresionante, y está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La tarde la pasamos tranquilamente en Füssen disfrutando de una cervecita. Aunque no he dicho nada hasta ahora, es un pueblo muy bonito, con una fortaleza que lo domina desde lo alto. Durante el día hay bastante ambientillo, mucho turista pero sin agobios (a tener en cuenta que era principios de junio).
DIA 5: NÖRDLINGEN Y DINKELSBÜHL
Por la mañana, visitamos Nördlingen, pequeña ciudad medieval que conserva sus murallas casi intactas. El mapa que ofrecen en la oficina de turismo sugiere una ruta a realizar para ir conociendo lo más destacado del pueblo, comenzando por las murallas y pasando por los edificios que más merece la pena conocer, hasta llegar a la iglesia de St. George, que más que nada destaca por su tamaño, es enorme.
Resulta una visita curiosa y se realiza tranquilamente, pues no hay tanto turista como en los sitios anteriores.
Después de comer paramos en Dinkelsbühl, que es otra ciudad medieval de estilo similar aunque más grande que Nördlingen. Seguimos igualmente la ruta que sugiere el plano de turismo. Llaman la atención las casas de estilo medieval y de diferentes colores.
Finalmente llegamos a Rothenburg ob der Tauer, donde nos alojaremos los próximos días en el
Hotel Garni Hornburg (
www.hotel-hornburg.de). La verdad es que éste es algo más caro que el de Füssen, pero me dejé guiar por las opiniones de Tripadvisor y no defrauda. Son 90 €/noche con un desayuno muy bueno; nuestra habitación, una pasada de bonita, grande y confortable, y tanto Martin como su mujer Gaby son unos anfitriones estupendos, que te hacen sentir como en casa desde el primer momento. Está al pie de la muralla en una zona peatonal, con lo cual es muy tranquilo, y hay un parking gratuito a 50 m. Recomendable 100%.
DIA 6: BAMBERG
Hoy pasamos el día en Bamberg, ciudad Patrimonio de la Humanidad, rodeada de pequeños canales por los que discurre el río.
Lo único que nos ha decepcionado un poco es la Neue Residenz. La visita es sólo en alemán, con lo cual no nos enteramos de nada, y sólo se accede a una pequeña parte de las salas, que no nos parecieron muy bien conservadas. Supongo que será cuestión de gustos, pero no me gastaría dinero en verla sabiendo lo que es.
Por lo demás, es una ciudad preciosa. El Altes Rathaus, en mitad del puente Obere Brucke es un edificio singular. Y el famoso barrio de pescadores, también llamado la pequeña Venecia también es digno de visitar. La Catedral es imponente, te hace recordar a Los Pilares de la Tierra. Y finalmente, la Abadía de St. Michael, a la que se puede acceder andando desde el centro y desde la que se disfrutan unas magníficas vistas de toda la ciudad.
Realmente nos ha gustado mucho Bamberg.
DIA 7: WÜRZBURG
La Residencia llama la atención por su gran tamaño.Impresiona la escalera principal que da paso a uno de los mayores frescos del mundo.
Una vez metidos en la ciudad, destacamos el paseo a orillas del río Main, la Catedral (cuyo órgano es, en dos palabra, im-presionante), la vieja Universidad, y la iglesia Stift Haug, donde en lugar del clásico altar hay un enorme cuadro de la Crucifixión pintado por Tintoretto.
Al otro lado del río se encuentra la Fortaleza Marienberg (mejor ir en coche o autobús). Los lones el museo cierra, pero se puede pasear por el patio y acceder a los jardines, desde donde se aprecia una bonita vista de la ciudad.
En general, y pese a que muchos discreparán, Würzburg nos ha gustado un poco menos que el resto de sitios. Es una ciudad con infinidad de cosas que ver (iglesias, palacios, museos), pero da la sensación de una ciudad más moderna con edificios singulares, mientras que por ejemplo Bamberg recoge en su casco antiguo los principales monumentos al mismo tiempo que conserva más el ambiente “de cuento”.
DIA 8: ROTHENBURG OB DER TAUER
Aunque los días de atrás ya hemos ido recorriendo parte de la ciudad, lo reúno todo ahora para tener una mejor idea.
La verdad es una de las ciudades que más nos ha gustado. Es “muy medieval” y hace que te sientas como si estuvieras en otra época. El simple hecho de recorrer sus callejuelas empedradas disfrutando del paseo ya merece la pena.
Merece la pena conocer el Burggarten, o jardín del castillo (del antiguo castillo que fue derribado, y del que sólo quedan unos pequeños restos). Desde aquí hay unas bonitas vistas de la ribera del río Tauber. O el imponente Rathaus, presidiendo la Plaza del Mercado.
Aquí se encuentra también la casa natal de Käthe Wohlfart, convertida en tienda-museo de la Navidad. Tanto si te gusta la navidad como si no, merece la pena entrar a echar un vistazo porque es simplemente espectacular.
Nosotros no llegamos a probarlo (mi marido no habla inglés y ya estaba harto de que le tradujera todas las visitas), pero en el hotel nos recomendaron hacer la “
Ronda Nocturna”, donde te dan un paseo por la ciudad a medida que te cuentan curiosidades y leyendas. Todos los días en inglés y en alemán.
DIA 9: HEIDELBERG
Nos alojamos en el Hotel Garni Kurpfhalzof (
www.kurpfalzhof.com). Situado a 7 km. De Heidelberg, en pleno campo. La habitación (enorme) cuesta 83 €/noche con un buen desayuno. Es totalmente recomendable siempre y cuando te guste la tranquilidad, pues como digo, está en mitad del campo y cuenta con una terracita donde tomarse una cerveza al regresar de excursiones (urbanitas abstenerse). Y tanto Volker como su mujer son unos excelentes anfitriones.
A unos 5 km. Del hotel se encuentra Schwetzingen, un pequeño pueblecito que destaca principalmente por el castillo y los jardines anexos y puede servir para tomar una cerveza o cenar.
Nada más llegar a Heidelberg subimos hasta el Castillo, ANDANDO… Lo remarco porque son trescientos y pico escalones y hay que subir muy, pero muy poco a poco. Lo más curioso es que nada más llegar al final, te encuentras un quiosco con un cartel preguntando si tienes sed (se deben forrar a base de botellines de agua). Se puede subir también en funicular.
La visita a los jardines y a las ruinas del castillo se realiza mediante un mapa y una audio-guía y resulta un paseo entretenido, pues te van contando parte de la historia del castillo. Desde allí se pueden contemplar unas estupendas vistas del río Neckar y de la Altstadt (casco antiguo).
En el recorrido por la ciudad se puede destacar el Alte Brucke (Puente Antiguo), la Marktplatz y la Iglesia del Espíritu Santo, la antigua Universidad (en especial la Biblioteca) o la iglesia de Santa Ana.
Merece la pena la visita, y se nota que es ciudad universitaria, pues hay muchísima más gente y ambiente que en cualquiera de las que hemos visto antes.
Finalizamos la tarde acercándonos a Speyer, a unos pocos km. De Heidelberg. Es un pequeño pueblecito con una enorme catedral, se hace agradable dar un paseo para conocerlo.
>>Fin del viaje y triste regreso a casa.
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS:
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Parking: En casi todas las ciudades funcionan con parquímetros de diferentes estancias máximas. No sale muy caro pero si te excedes del tiempo o no lo pagas TE MULTAN (ya imagináis porqué lo digo, no?
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Carreteras: En general están en muy buen estado, aunque nos han pillado obras por todos sitios. Conduciendo son bastante cívicos, pero van a unas velocidades de vértigo (180/190 km/h) tanto por autovía como por carreteras de doble carril, con lo cual es fácil que dos km- antes te estén dando las luces para que te apartes.
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Comidas: Nosotros, para economizar el viaje cogíamos un tentempié a mediodía y fruta en un puesto de la calle (hay por todos lados). Y luego ya cenábamos mejor, con las recomendaciones de los hoteles hemos acertado y por no más de 30-33 € los dos.
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Alojamientos: Nosotros ya lo llevábamos reservado desde aquí, pero como dicen muchos otros viajeros, efectivamente había cientos de carteles de “habitaciones libres” allí por donde íbamos.