Bridgetown (Barbados) ✏️ Diarios de Viajes de Caribe

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Hoy el barco sí que llega puntual por lo que la gente puede desembarcar a las 8 sin ningún problema. Como el plan de este viaje es también descansar y no ir desesperados, decidimos no madrugar y salir del barco más tarde. Así que sobre las 9 y sin tener que preocuparnos por los turnos de salida pisamos un nuevo puerto: Bridgetown, capital de Barbados.

El plan es dar una vuelta por la ciudad y ver sus zonas principales y posteriormente disfrutar de alguna de las playas que tan famosa han hecho a la isla.

Pregunto en el puesto de información sobre las playas. Una de las que tenía anotadas como de las mejores del mundo es Crane Beach, pero me comentan que como está en la zona atlántica tiene muchas corrientes y es peligrosa. Como lo que queremos es agua azul y tranquila del Caribe pues lo dejamos estar.

La ciudad no dista mucho del puerto por lo que vamos andando sin problemas.

IMPORTANTE: Cada día en Recepción hay mapas con explicaciones sobre los puntos importantes de cada puerto. Así que antes de salir, no va mal agenciarse alguno para no ir muy despistado.

Así que hacemos un recorrido por la parte antigua de la ciudad pasando por: el Parlamento, los mercados, los puentes, el edificio de la Mutual Life Assurance Society, la estatua de Nelson, Broad y Swan Street hasta llegar a Queen's Park para ver el famoso baobab que es el más grande del Caribe, tiene tropecientos años pero por poco me lo salto, jajajajajaja.

Las calles y los mercados son bastante coloristas con: sus típicas casas alternando llamativas tonalidades, los puestecillos llenos de frutas exóticas y sus habitantes, que lucen bastante singulares sus rastas, algunos sueltas y otros anudados bajo una especie de gorrita . Yo creía que solo se daba en Jamaica, pero una vuelta por sus calles me ha sacado del error. Ahora buscando información, me he enterado de que el movimiento rastafari se introdujo en Barbados en 1975 como un brote del existente en Jamaica.

Sin embargo, no sé yo si han abrazado el movimiento rastafari totalmente ya que lo de vivir en paz no lo llevan demasiado bien. Es el lugar en el que hemos encontrado a la gente más agresiva, antipática y desagradable. Está claro que es una experiencia personal y no tiene por qué parecerle igual a todo el mundo pero fue la impresión que nos dio en un primer momento y que luego se materializó en un encontronazo que tuve con un tendero que se puso muy agresivo y comenzó a chillarme cuando intenté hacer una foto a su puesto de frutas. Sí, sí, a las frutas, no a él. Que alguien no quiera que le saquen fotos lo entiendo y lo respeto. Me parece normal, pero ponerse como se puso por sacarle una foto a las frutas... pues que alguien me lo explique porque no lo entiendo. A no ser que sea de algún movimiento que cree que las frutas tienen alma .

Entre otras muchas cosas me dijo que le tenía que pedir permiso para hacer la foto a las frutas. Le pedí perdón porque no sabía que las frutas en Barbados tenían derechos de imagen y muy diligente le pedí permiso para realizar la dichosa foto. Cuando me dijo que sí la podía hacer, estuve a punto de decirle que ahora no me daba la gana pero como era bastante más alto que yo y robusto no tuve ganas de tonterías. Así que saqué la foto y le di las gracias. Me contestó que tuviese un buen día en la isla. Me tuve que callar también la réplica que me vino a la mente .

En plena discusión nos encontramos con una tripulante del barco y confirmó también mi teoría sobre la "intratabilidad".

Así que ya sabéis, a pedir permiso antes de fotografiar a las frutas por si acaso. Que conste en acta que antes de la foto de la discordia, hice decenas de fotos a otros puestos de frutas y verduras y nadie me dijo nada. Tuve la mala suerte de pillar al borde de la isla .

Dejamos atrás el baobab y volvemos hacia las calles principales. El sol ya pica y vamos buscando las sombras. Cruzamos el puente, pasamos por la parada de los autobuses amarillos que circulan por la isla y seguimos hacia la playa de Carlisle Bay. Es la que queda más cerca del puerto y he leído que está bastante bien. Además es muy larga y se pueden realizar paseos de una punta a otra hasta cansarse. Hoy preferimos no hacer ruta y quedarnos tranquilos cerca del barco .

Al acceder a la playa vemos un cartel con el anuncio de un bar que por 15 dólares por persona cede tumbona, sombrilla, da un cocktail de bienvenida, cuenta con varias atracciones acuáticas (salto en cuerda, pirámide flotante, etc) y te lleva al barco a la hora que quieras. El nombre es BOATYARD. Como no lo vemos mal de precio y el sitio está bien decidimos quedarnos. Mientras estamos discutiendo la jugada, se nos acerca el policía de la playa y nos lo explica todo muy amablemente. Ves, aquí un señor majo!!! Cuando los encuentro, lo digo también .

Al momento se nos acercan también varias personas para ofrecernos el nado con tortugas por 20 dólares. Como en este momento lo que nos apetece es tomarnos unas cervecitas y estar tranquilos le decimos que ya nos lo pensamos y quizás más tarde... Pero ese más tarde no llega,

Así que pillamos tumbona y a sufrir!!! Unas cervecitas, un paseito arriba y abajo, el cocktail, un intento de snorkel (pero nada comparado con lo de ayer), bañitos varios, más tumbona y charlas sombrilleras... Por cierto, en la playa vemos a uno de los crupier de nuestro barco, un chico joven rubito que nos tiene alucinados por lo rápido que pasa las cartas en el Black Jack.

A una hora prudencial decidimos volver al barco pues ya tenemos suficiente sol por hoy. En la furgoneta volvemos con unos cuantos tripulantes del barco de Costa que está amarrado junto al nuestro. Por lo que vemos, la tripulación no pierde la ocasión de darse unos cuantos baños cuando pueden .

Antes de regresar al barco damos una vuelta por la zona comercial del puerto. Jose compra varias botellas de ron de Mount Gay por la gracia de que es el ron más antiguo del mundo. Pero el precio de los conocidos no merecen mucho la pena. Yo no entiendo esto del duty free, la verdad!

Subimos al grill a por unos trocitos de pizza, ducha y al momento ya zarpa el barco. Jose y yo nos pasamos por el casino. Hay unos cuantos que parece que viven allí!!! jejejeje.

Vamos al salón a escuchar a los músicos. Ya nos sabemos todo el repertorio, jejeeje. Pero bueno, no está mal para esperar la cena. Los espectáculos es que no nos atraen mucho. Los de animación de vez en cuando hacen alguna actividad, pero poca cosa.

Quería anotar los menús de las diferentes cenas pero se me olvidó. Aunque así mejor y es sorpresa!!!

Como ya dije, quizás la calidad ha bajado un poco pero siguen teniendo una variedad bastante aceptable. Yo he cenado muy bien todos los días, tanto con los entrantes, los platos principales y los postres . La atención de nuestro camarero, magnífica. Supongo que tendrán en cuenta los idiomas también a la hora de organizar las mesas. Pero no tengo ni idea. Nuestro camarero hablaba español; su ayudante no, pero le hablábamos en inglés y no había problema. Que nadie se asuste con el tema del idioma porque siempre hay alguien que entiende el español para echar una manita en caso de apuro.

Después de la cena, un poco de tertulia en el salón con la última toma del día y a dormir que mañana sí que hay que ser madrugadores

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