Hoy cumplíamos nuestra primera semana en el país, ¡qué rápido se pasa el tiempo!
El planning para hoy consistía en dirigirse a Gyeongju y dar un primer paseo por el pueblo para hacernos una idea.
El trayecto entre Sokcho y Gyeongju es complicado. Cerca de Sokcho está el aeropuerto de YangYang pero casi no opera puesto que los vuelos tienen pocos usuarios y no son rentables. Únicamente vuela una compañía de bajo coste muy de cuando en cuando y a nosotros no nos coincidía bien ningún vuelo.
La siguiente opción es el tren, pero no se trata de un medio de transporte muy usado en Corea del Sur (salvo el tren rápido que une Seúl con Busán), de modo que sólo hay un tren al día que une Sokcho y Gyeongju haciendo previa escala en Gangneung, la duración del recorrido es de más de 8 horas así que también deseché esa opción.
La última alternativa es el bus, se puede ir a Seúl y desde allí a Gyeongju pero sigue siendo mucho tiempo de viaje. La opción que me pareció más cómoda es ir hasta Daegu en un recorrido que dura 4 horas y media y desde allí coger otro bus hasta Gyeongju, en esta última parte sólo se tarda 1 hora o incluso 50 minutos. Para ir hasta Daegu sólo hay cuatro buses, el primero sale a las 7 y 20 lo que nos suponía madrugar una barbaridad y ni siquiera tener tiempo para desayunar, así que optamos por el siguiente servicio que sale a las 11:05, es cierto que perderíamos más día pero podríamos hacerlo más descansados.
Esta vez como sabíamos que el bus número 7-1 paraba justo frente a la estación de bus (la Intercity) optamos por ir en bus, además como era por la mañana tampoco habría mucha gente para bajar desde el parque por lo que no esperábamos tardar mucho.
Todo fue tal cual lo planeamos y llegamos a la estación con tiempo de sobra. A pesar de tratarse de una estación pequeña y de que nuestra impresión el día de llegada no fue muy buena, lo cierto es que está todo super organizado, hay cuatro taquillas ordenadas en función del destino, la nuestra era la número 4. Pedí dos billetes a Buk Daegu (Hay dos estaciones, los buses que van directos por autopista sólo van a Buk Daegu así que cuidado con no ir a Dong Daegu porque tardaríais una barbaridad) y tuve la suerte que esta vez la chica que vendía los billetes hablaba un inglés más que aceptable. El coste del billete fue de 24.100 wons.
Faltaba casi una hora para la salida del bus así que nos sentamos a esperar en la pequeña estación:
Sobre las 11 menos cuarto el bus nos esperaba en la última de las dársenas, no tiene pérdida ya que se trata de una pequeña estación. Los asientos eran exactamente igual de cómodos que los del autobús que nos trajo desde Seúl a Sokcho, da gusto viajar en Corea del Sur.
Del viaje tengo poco que decir, con una parada a las dos horas de viaje fue más llevadero de lo esperado. En la parada aprovechamos para comprar comida puesto que no llegaríamos a Daegu hasta tarde.
Llegamos a nuestro destino a las 15:35 y nada más salir del bus me dirigí a la ventanilla a por un billete a Gyeongju, aquí tuvimos la mala suerte de no coger el bus de las 15:30 por unos minutos sin que hubiera un nuevo servicio hasta las 17, así que nos tocó esperar. Esta estación siendo un poco más grande resulta un poco cutre, así que fue una espera que se nos hizo un poco larga.
El trayecto entre Daegu y Gyeongju dura una hora y el coste del billete es de 4.700 wons. Esta vez el autobús no era tan lujoso como los anteriores, era más bien como los españoles y es el único bus de este tipo en que nos tocó viajar.
A las 6 llegamos a la estación Intercity de Gyeonju un poco nerviosos porque este era el único punto de nuestro recorrido en que no llevábamos el alojamiento reservado. En Gyeongju me pasó como en Sokcho, encontrar un alojamiento decente resulta complicado.
En la ciudad sólo hay dos hoteles y son turísticos y un poco cutrillos, para encontrar algo mejor te tienes que ir al Lago Bomun, un complejo turístico donde están las grandes cadenas hoteleras como Hilton, pero es que esta zona está bastante lejos de la ciudad y el transporte es un poco complicado, por lo que no me atraía nada alojarme en las afueras, sobre todo porque tampoco teníamos mucho tiempo para ver la zona.
La última opción que fue por la que me decanté son los moteles, es cierto que la idea preconcebida del motel para parejitas tira un poco para atrás pero lo cierto es que alguno de estos moteles están muy bien, tienen de todo y puedes tener una habitación Deluxe con televisión de pantalla plana y 42 pulgadas, nevera, ordenador, dos baños, aseo independiente de la ducha, una cama de dos metros, sauna y hasta cargador de móvil por tan sólo 35 euros la noche.
Antes de llegar había mirado varios de estos moteles en la zona de la estación (los hay a patadas) que tenían muy buen aspecto, entre ellos el Blue Mare, el Will, el Sugar, el Show o el Icarus que está recomendado en la web de turismo. Optamos por este último que además se ve desde que te bajas del bus así que no tiene pérdida.
Como no me gusta dejar las cosas abiertas intenté reservar a través del foro de su web, hasta les escribí en coreano con la ayuda de google, pero me contestaron (también en coreano) que tenían habitaciones disponibles pero que para reservar tenía que llamar por teléfono, así que al final no reservé.
Salimos de la estación por la puerta de atrás desde donde no hay ni 50 metros hasta el motel. Entramos y hay una especie de ventanilla como las de los bedeles de los colegios o algunos bancos antiguos. Allí nos atendió una señora coreana que sabía 0 inglés, nos entendimos más por señas que otra cosa, por un lado señalando una libreta que ella tenía con los precios y por otro porque yo llevaba escrita en una guía casera la misma consulta que había colgado en su foro con la ayuda del traductor de google.
Entre unas cosas y otras acabamos entendiendos, dos noches en una habitación Deluxe y como pagamos sobre la marcha y en efectivo nos rebajó 10.000 wons por cada noche por lo que pagamos 100.000 wons en total, nos dio la llave señalándonos el número de la habitación y listo.
Os pongo fotos de la habitación, como veis en algunas cosas un tanto exagerada, no tiene desperdicio el espejo del techo (aunque no se ve en las fotos) o la luz que hay en la zona del sofá que es de colores y va cambiando.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Lo de alojarse en un motel tiene un par de inconvenientes, el primero que no hay armarios, aunque a nosotros para dos días nos daba igual, y el segundo que no te limpian la habitación si no dejáis las llaves en el ascensor, nosotros preferimos no dejarla, total para un día podíamos estirar nosotros la cama y como no te dan ni recibo ni nada no nos fiábamos de que nos de volvieran la llave, supongo que a la gente que habla el idioma sí que se la limpiarán pero por si acaso nosotros estábamos más tranquilos con la llave todo el día con nosotros.
Yo sinceramente volvería a este motel sin dudarlo, está todo bastante nuevo y perfectamente limpio y el hecho de que te den una bolsita con preservativos y geles íntimos te hace hasta gracia, yo ya me lo esperaba porque lo había leído en los foros de habla inglesa, es normal en los moteles coreanos.
Una vez instalados nos dirigimos hacia la zona de Gyeongju donde se sitúan las principales atracciones con el fin de llegar al Estanque Anapji y verlo con iluminación nocturna.
Las distancias en Gyeongju son mucho más grandes de lo que parece en los mapas turísticos por lo que la mejor forma de moverse entre atracciones es usar la bicicleta y para ver las cosas que no están en el centro se hace necesario recurrir al autobús o al taxi. No obstante, para dar esta primera vuelta nosotros fuimos caminando.
En seguida llegamos al Parque Tumuli, el cual fuimos rodeando en dirección sur, que es donde está la entrada. El precio de la entrada es de 1.500 wons y dentro de este parque se puede ver la famosa tumba de Cheonmachong. Como todo el pueblo está lleno de tumbas nosotros no entramos, un poco más abajo se pueden ver más de estas montañitas sin pagar, y al fin al cabo no son más que eso unas montañas cubiertas de hierba.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez se pasa la entrada del parque Tumuli, todo el recorrido está preparado para ir por caminos peatonales perfectamente señalizados, se nota que tienen muchísimo turismo.
La siquiente atracción que vimos fue el Observatorio Cheomseongdae. Una pequeña torre muy curiosa y antigua de poco más de 9 metros. La entrada para pasear junto a ella cuesta 500 wons pero sinceramente creo que no tiene interés alguno, lo intersesante del observatorio está en su exterior y se puede ver desde muy cerca sin entrar al registro, de hecho yo no vi a casi nadie pagar la entrada, estábamos todos haciendo fotos desde fuera.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Seguimos caminando según nos indicaban las señales y no tardamos demasiado en llegar al Puente Anapji, os recomiendo firmemente hacer esta visita de noche porque estos templos ubicados sobre un lago e iluminados son preciosos. El coste de la entrada es de 1.000 wons y a mi fue lo que más me gustó de Gyeongju.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La idea era ir desde aquí al Museo Nacional de Gyeongju, era domingo y cerraba una hora más tarde, los lunes cierra y la entrada es gratuita, no obstante, cuando llegamos a él faltaban 15 minutos para el cierre así que no merecía la pena entrar, una pena.
Desde allí nos dirigimos paseando hasta el hotel, si bien cambiamos un poco el recorrido de vuelta y pasamos por la zona más comercial de Gyeongju con el fin de comprar algo para cenar.
Habiendo visto ya lo principal de la ciudad nos preparamos para seguir visitando Gyeongju al día siguiente.