La anteriormente conocida como ruta del sol, era el destino a recorrer durante los 2 próximos días.Esta vez los viajeros éramos sólo 3: mi cuñado,mi pareja y yo.
En realidad hicimos como media ruta del spondylus bordeando la costa ecuatoriana hasta Puerto Lopez(Manabí).
El spondylus es una concha sagrada para las culturas precolombinas y que representa la fertilidad entre otras cosas.
Camarones al ajillo sobre concha de spondylus
El paisaje transcurría entre cacao y banano transitando por la autopista que va hacia la costa.
Un punto muy curioso antes de llegar a nuestra primera parada técnica, Salinas, fue el pueblo de Anconcito.
Allí hay aún quedan vestigios de la explotación petrolifera que iniciaron los ingleses hace 40 años.
A 1 de hora de Guayaquil se encuentra el balneario donde acuden los guayaquileños a disfrutar de la playa, Salinas ( también acuden a Playas). Edificios altos, paseo marítimo, infraestructura hotelera me recordó a las ciudades que puedes encontrar en el levante español. Como era temporada baja ( en la costa las vacaciones y el verano son en enero, febrero y en la sierra agosto) no había demasiado movimiento así que sólo hicimos una vuelta de reconocimiento por la ciudad.
Zona pesquera de Salinas
salinas
Avanzamos más por la costa ecuatoriana hasta que llegó la hora de comer, y paramos en Ballenita para almorzar en el Farallón Dillon. Es un hotel espectacular decorado con piezas que ha ido consiguiendo el dueño desde el fondo del mar; hasta el baño tiene forma de camarote. Al parecer el dueño es un marino que ha atesorado en su viajes y en barcos hundidos todas estas obras.
Comimos muy bien, unos entrantes a base de patacones y luegoun plato cada uno: una dorada menier,pez espada con salsa de marisco y camarones al ajillo (que te lo sirven en una concha de spondylus). Decir que camarones se refiere a las gambas. Y hay infinidad de gambas por toda la costa ( frescas, ricas y baratas) de hecho por la carretera se ven las camaroneras,
No fue nada caro,y tanto al comida como las vistas merecían los 10 dolares por barba.
Vistas desde el farallón
Decoración farallon dillon
Tras bordear el mal llamado Pacífico ,de pacífico no tiene nada, llegamos a Montañita.
Explicar lo que es Montañita es dificil. Imaginaros un pueblo de pescadores del sur donde no había nada, de pronto comienzan a llegar surfistas, hippies, gente bohmeia con buena onda y se empiezan a establecer en el lugar. El pueblo de pronto comienza a ser atractivo a los turistas tanto nacionales como internacionales. Empiezan a proliferar hosterías y bares con una estetica reggae pero muy cuidada con bambú y techos de paja.
Puedes encontrar todo tipo de bebida y de comida, familias paseando,surfistas, snobs,artesanos,malabaristas turistas de todo el mundo, pero todo con muy buen rollo... eso es montañita.
Montañita
Ni el tiempo acompañaba, ni la época del año era la propicia pero, aún así, siempre hay ambiente en Montañita. Después de instalarnos en una hostería a unos metros del centro del pueblo ( mejor para descansar a la noche) y cambiarnos de ropa, nos dejamos perder por las 4 calles de montañita entre sus numerosos puestos callejeros, tomando unos cocktailes y picando unos camarones apanados en uno de los bares céntricos. Mojitos a 2,5$!!! y cervezas a 1 $, no hace falta que os diga más. La cena la hicimos en el Ola Ola uno de los iconos del lugar, discoteca, restaurante, hotel... abundante y rico. Decir que es algo más caro que el resto del país debido a que es muy turístico pero aún así Montañita es barato, e imprescindible pues es un sitio único en el mundo.
No hicimos mucha farra porque tocaba madrugar y proseguir con la ruta.