Dormimos hasta muy tarde. Nos duchamos y salimos a comer. Comimos en un restaurante llamado Triana. La comida estuvo bien con una bandeja para dos con diferentes aperitivos griegos: hojas de parra rellenas de arroz, tzaziqui, salchichas, pimiento, diferentes purés… etc. Estaba todo bueno, nos atendieron rápido y fueron simpáticos. Todo por 32’50 euros por la bandeja el agua, vino y pan.
Después de comer intentamos dar un pequeño paseo ya que estaba deseando conocer Santorini pero fue imposible. Volvía a encontrarme mal así que decidimos volver al hotel y descansar otro ratito. Así que volvimos a la habitación, me tomé un par de pastillas y descansamos, dejando que hicieran efecto. Me empecé a encontrar mejor y salimos a pasear y conocer un poco de Santorini.
Fuimos andando hasta Fira, vimos atardecer en la caldera mientras paseábamos de Fira a Firestofani. Fuimos despacio disfrutando de las vistas, haciendo fotos, realmente el paseo es precioso, lleno de rincones preciosos y mágicos.