Salimos muy pronto en dirección norte, pasando por la ciudad de Esmirna que vemos desde el autobus.
Qué decepción me llevé! Es una ciudad grande moderna y con poca gracia.
Y llegamos a a Pérgamo, la ciudad fortaleza consagrada a Atenea.
Es una enorme ruina de escaso valor ya que todo se lo llevaron los alemanes y está expuesto en el museo Pergamonmuseum de Berlín. Mosaicos, esculturas, columnas, el altar... otra de las muchas muestras de expolio de los europeos.
Un gran teatro en ángulo de 45º nos recibe al entrar (Vigilad a los niños que puede ser peligroso)
Aquí estaba la gran biblioteca de Pérgamo que llegó a reunir 200.000 libros y que rivalizaba en importancia con la de Alejandría y también una escuela de médicos.
Se cree que aquí se inventó el pergamino tratando finamente pieles de animales y por eso lleva ese nombre. Lo cierto es que el pergamino se conoce desde mucho antes de la fundación de esta ciudad aunque sí es cierto que se utilizaba.
En lo alto de esta colina están los restos de la acrópolis con un tempo dórico dedicado a Atenea Niké, la que conduce a la victoria.
El calor es insoportable y acabamos la visita rápido para ir a comer y refrescarnos. Tenemos unos cuantos kilómetros antes de llegar a la ciudad de Bursa.
Llegamos al atardecer y nos alojaron a las afueras de la ciudad en el www.holidayinnbursa.com/ con piscina y baños turcos pero nos fastidió porque queríamos conocer un poco la ciudad. Bueno, mañana será otro día.
Bursa es una gran ciudad de más de dos millones de habitantes. Aquí acabada realmente la ruta de la seda y no en Estambul.
Desde los antiguos caravansares y bazares hasta la industria de hoy en día ha sufrido grandes cambios, pero la esencia sigue siendo la misma: el comercio y la industria textil.
Aún siendo tan grande y dotada de universidades Bursa no es una ciudad turística y poca gente habla inglés, ni siquiera en hostelería. Como anécdota os cuento que en una tetería de la plaza junto al bazar no conseguíamos explicar qué era un cubito de hielo. Salió entonces el camarero a buscar a un jubilado que había trabajado en Alemania y él nos entendió.
Vamos a visitar el gran bazar cubierto que es interesante porque no es una "turistada". Se vende ropa de vestir, ropa de casa, telas, lonas, madejas de hilos, antigüedades, perfumes... y a muy buen precio, por lo que nos comentaron guía y conductor que adquirieron sábanas de franela para su familia.
Visitaremos dos importantes mezquitas. Primero la mezquita verde, así llamada por los azulejos que recubren las paredes. Junto a ella está la tumba verde de uno de los fundadores del Imperio Otomano.
Y la más importante: Ulu Cami, la gran mezquita de Bursa.
Construida en el siglo XV tiene la particularidad de tener la fuente de abluciones en el interior.
Está en el centro de la ciudad, junto al bazar cubierto y digna de ver.
Vamos a cruzar el mar de Mármara en ferry para llegar, por fin, a La Gran Ciudad.