No teníamos muy claro el destino de este año, solo sabíamos que tenía que ser un julio y que no teníamos mucho presupuesto (como viene siendo habitual en los últimos años). Budapest nos parecía un destino más que apetecible, y además barato. En abril miramos vuelos y finalmente reservamos Madrid – Budapest i/v con Ryanair. La duración del viaje iba a ser de una semana, y como nos parecía mucho tiempo solo para esta ciudad, nos planteamos hacer una escapada a Viena, que está a menos de 3 horas en tren. También queríamos hacer una excursión a algún pueblo húngaro.
Finalmente el plan quedó de la siguiente forma:
- Día 1: Madrid – Budapest
- Días 2 y 3: Budapest
- Días 4 y 5: Viena
- Día 6: Viena – Budapest
- Día 7: Esztergom y Szentendre
Reservamos parking y habitación en el Hotel Clements, en Barajas, puesto que nuestro vuelo salía a las 6:10 de la mañana.
Nos costó decidirnos con los alojamientos de Budapest, no por falta de oferta sino por todo lo contrario. Es una ciudad con muchos hoteles y apartamentos, de manera que te permite elegir zonas y encontrar sitios buenos, bonitos y baratos. Así que reservamos unos cuantos hoteles cancelables por booking.com, esperando a decidirnos.
En Viena los hoteles eran bastante más caros. Reservamos en el Kolping Wien Central, a buen precio, con tarifa cancelable, vía centraldereservas.
Las entradas para visitar el Parlamento húngaro se compran en la página jegymester.hu. Para julio no salieron a la venta hasta mediados de junio. El precio es de 2000 florines (unos 7 euros) para ciudadanos de la UE, con un recargo de 200 florines si se compran por internet.
Miramos la posibilidad de comprar el billete de tren a Viena por internet, en la página elvira.mav-start.hu/elvira.dll. Pero no teníamos claro si a la vuelta íbamos a pasar el día en Bratislava o si volveríamos a Budapest. Así que decidimos comprarlo allí mismo, para ver qué hacer en función de lo que nos hubieran cundido los tres primeros días en Budapest.
El cambio de moneda también lo dejamos para hacerlo en Budapest. Estaba aproximadamente a 310 florines/euro.
El traslado desde el aeropuerto decidimos hacerlo en transporte público, la opción más económica. Hay que coger el autobús 200E, que te deja en el final de la línea 3 del metro, y de allí ya el metro te deja en cualquier lugar de la ciudad. En total dos billetes sencillos. Hay varias opciones de transporte en Budapest: billetes sencillos, bonos de varios días, bloques de 10 billetes,…
www.bkk.hu/en/prices/
Un mes antes de la fecha de salida, surgió un imprevisto que hizo que el viaje quedara en el aire, sin posibilidades de saber si iríamos o no hasta el último momento. Anulamos las reservas de los hoteles, a excepción del de Viena, que era cancelable hasta el último día. Y los preparativos quedaron en standby. Sí que leí cosas, pero no me dediqué a preparar el viaje en profundidad, cuando había muchas posibilidades de que no lo realizáramos.
Hasta pocas horas antes del vuelo no decidimos que finalmente nos íbamos de viaje. Hicimos la maleta en tiempo record, y camino al aeropuerto reservamos los hoteles desde el móvil.
• K9 Residence en Budapest: 119 euros 3 noches
• Kolping Wien Central, en Viena: 115 euros 2 noches con desayuno
• Quality Point Apartments, en Budapest: 83 euros 2 noches
El hotel Clement está bien situado, en Barajas pueblo, cerca del aeropuerto y con una estación de metro a poca distancia. Y ofrece servicio de autobús al aeropuerto. La noche de hotel nos costó 46,5 euros, y las 7 noches de parking 35,50 euros. Sinceramente, no lo recomiendo, ya que el parking es demasiado estrecho, y nos costó mucho tanto entrar como sacar el coche, y eso que no es de los grandes. Además, a la vuelta tardaron media hora en ir a recogernos del aeropuerto.
Por fin, después de incertidumbres y prisas, comenzaba nuestro viaje a Budapest y a Viena. Estábamos preparados (o casi) para disfrutar de estas dos ciudades a orillas del Danubio.