Despertamos bastante frescos el domingo los 2 integrantes del viaje que quedábamos. Al no salir el día anterior el cansancio era mucho menor que los días anteriores. En el Malecón nos habían recomendado las playas del este. Había 7 playas y no sabíamos a cual de ella ir. Nos habían dicho que cuanto más cerca de La Habana mas masificada está la playa y que cuanto más alejada menos gente hay. Según nuestras preguntas a la gente, desde enfrente al capitolio en La Habana Vieja salían almendrones por 1 CUC (0,93 €) a las playas. Así que cogimos un Almendrón en el Vedado y nos fuimos a desayunar a La Habana Vieja en un puesto callejero unos jugos y unos bocatas en moneda nacional. 3 veces más caro que en el resto de la isla pero mucho más barato que los sitios en CUC. Tras desayunar y hablar con la gente allí presente nos recomendaron ir a la playa de Santa María del Mar, también llamada Mar Azul o Tropicoco. Así que ojo si queréis ir a esta playa ya que la llaman de varias maneras y os podéis saltar la parada.
Nos pusimos en busca del almendrón a la playa, pero tras media hora no lo encontramos, así que cedimos y por 5 CUC (4,67 €) cada uno, compramos un billete de autobús de ida y vuelta de una empresa turística que recorre todas las playas y va haciendo paradas. Funciona muy bien el servicio, salen cada media hora y van parando en todos los puntos de interés y playas y para volver coges el que quieras cada media hora.
El autobús era nuevo, con aire acondicionado y ves lo que quiere el gobierno que veas. Llevan una azafata que explica todo en español e inglés. Obviamente todos los que están dentro del autobús son extranjeros. Arrancó el autobús y te van informando, a su manera de todo lo que ves, cuando se construyó el túnel de La Habana (un año antes del triunfo de la revolución) y que una empresa francesa lo reformó hace poco. Luego pasas por las instalaciones que se hicieron para los juegos Panamericanos de 1991, estadios, piscinas, etc. A continuación te llevan por unos refugios donde estuvo curándose gente que sufrió radiación en Chernóbil, etc. Comienzan a llegar las playas y nosotros bajamos en Santa María del Mar.
Lo primero que encuentras es el complejo hotelero, que lo tienes que cruzar andando, hay un supermercado donde puedes comprar agua, cerveza, refrescos, etc, para llevar a la playa. Desde la pasarela de entrada a la playa la imagen es esta:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Como podéis ver hay bastante gente. Al ser domingo en Agosto muchos cubanos aprovechan el día para ir a la playa. Hay policía con prismáticos y zona de hamacas para turistas y la zona especial del hotel. Todos los extranjeros se quedan ahí. Nosotros nos fuimos andando un rato por la playa y pusimos las toallas en un sitio de cubanos. Al rato estábamos tirados al sol y nos vino un policía preguntando de qué provincia cubana éramos. Le dijimos que éramos extranjeros y nos recomendó por “nuestra seguridad” ir a la zona donde estaban todos los turistas que era donde ellos garantizaban (había cámaras y policías vigilando con prismáticos) que no nos robasen nada ni nos molestasen los cubanos. Le dijimos que no, que allí estábamos bien, así que nos pusieron un policía vigilándonos a 15 metros mientras dormíamos la siesta. Nos pegamos un par de baños y te fijas que todos los esfuerzos de la policía es impedir que los cubanos se acerquen a intentar venderles cosas a los turistas. Tienen supercontrolado eso y quieren que el turista se gaste su dinero en los sitios oficiales. A 2 o 3 cubanos vi que les daba un toque de advertencia la policía. Esta es una imagen desde la orilla de la playa en la que se ve la masificación al ser domingo:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Aquí el agua, dentro de lo caliente que está en Cuba, estaba bastante más fría que en las playas del sur y occidente de la isla. Tras un último baño nos entró el hambre y nos dirigimos a comer. La mayoría de turistas suele comer en el complejo hotelero y los precios son como en Europa. Nosotros andamos unos 200 metros fuera del complejo y había como unos 20 puestos y un bar/restaurante en moneda nacional. Con alguna excepción los turistas extranjeros comen en el complejo hotelero y sus restaurantes, los cubanos con algo de dinero en los bares de los aledaños que tienen mesas y los que tienen menos dinero compran en alguno de estos puestos una cajitas con arroz o similares para comer y se buscan cualquier sombra para sentarse y comer. Nosotros primero tomamos en el bar/restaurante en moneda nacional unas cervezas y un coctel de gambas y después fuimos a los puestos y compramos unas cajitas de arroz con pollo en un puesto y carne a la parrilla en otro y nos fuimos a comer debajo de una de las palmeras de la siguiente foto:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras acabar de comer pasamos 15 minutos tirándole piedras a los cocos que estaban en lo alto del árbol a ver si caían ante la mirada incrédula de los cubanos allí presentes pero no tuvimos premio. Luego dimos un paseo por la zona, teníamos la piel bastante quemada y no era recomendable pasar más tiempo al sol. Y encontramos un bar que tenía duchas y taquillas. Osea, si vas con mochilas y llevas cosas está muy bien. Al llegar en el autobús vas al bar este y dejas las cosas en una taquilla y vas a la playa solo con la toalla sin llevar nada de valor y luego te duchas. Así que nos dimos una ducha para ahorrarnos el pasar por casa al volver a La Habana y tomamos un par de mojitos mientras dialogábamos con los camareros.
Al acabar nos fuimos a coger el bus, ya lo vimos camino de la parada así que nos metimos una buena carrera por no esperar media hora más. El bus estaba casi lleno y en la siguiente parada ya había más gente que asientos con lo que varios de los que iban en el bus iban de pie en el pasillo. Llegamos y salimos del bus enfrente al capitolio. Nos dirigimos a la calle Obispo a la tienda de recuerdos con el que estuvimos hablando el día anterior y le llevamos todas las cosas que teníamos de medicamentos, cremas solares, etc., que compramos para el viaje y no usamos, unos chubasqueros. Incluso le dimos hasta las toallas que llevamos a la playa. A cambio nos dio unos bolsitos con la bandera de Cuba, magnéticos de frigorífico y un cuadro. Estuvimos hablando con el y su mujer una hora. Nos dijo que todo lo que le dimos lo bajaría para Santiago de Cuba que es la zona más necesitada del país. Tras nuestro intercambio nos fuimos a tomar unos mojitos tranquilamente por la zona.
Después volvimos a casa a dejar las cosas y salimos a cenar a un mejicano, “el burrito habanero” que estaba en moneda nacional. La mayoría de los platos no llegaban a los 2 € al cambio y los más caros no llegaban a los 4 €. Comimos unos chilaquiles, nunca los había probado y la verdad es que estaban muy bien. Tras acabar nos fuimos a afrontar nuestra última noche en la isla, así que parada de rigor en el supermercado para comprar una botella de ron y al malecón. Pero por fin este día vi la luz, ya me cobraban como cubano sin decirles nada y sin querer estafarme, los vasos con hielo a 3 MN (0,12 €) en vez de 25 veces más como querían los días anteriores, la gente que nos venía a intentar pedir o vendernos algo nos decían, pufffff, estos son mas cubanos que nosotros, vamos a buscar a otra gente para estafar. Eran las 11 de la noche y mi compañero dijo que estaba mal del estómago y que se iba para casa, yo no quería desperdiciar la última noche así que decidí quedarme solo e integrarme con la fauna local. Así que botella de ron en mano me puse a hablar con la gente que allí estaba y la verdad que muy bien, serían las 3 de la mañana y hasta ese momento genial, pero uno de los que estaba allí me empezó a decir que el era policía pero no me podía enseñar su identificación y que fuese con el que así no me pasaría nada. Al final me acabó agobiando y “para tranquilizarme” y que no me fuese me dio su DNI cubano para que lo llevase yo y me fiase de el. El me decía que el DNI ese era la tarjeta de policía, y cogió me pidió al rato su DNI y se fue a junto 2 policías y les dijo, compañeros, a que esto es legal, díganselo a este chico. Y me vino la policía a decir si tenía algún problema con el. Y les dije que no, y le dije al otro que me iba, que no era estúpido y que no se para que ostias tiene que hacer esa tontería cuando el ni es policía ni nada y me marché y se quedó todo jodido el cubano. Pero bueno, era la última noche y pasaba de meterme en algún lío que ya bastantes líos tuvimos en el viaje, y subí contrariado para la casa pero tranquilo por no haber hecho ninguna estupidez. Y me pasó una de las mejores anécdotas del viaje, estafar a un cubano que quería estafarme. Paré en un local al lado de casa a tomar un jugo de piña, que valía 5 MN (0,19 €), y la camarera al verme extranjero pensó que creería que son 5 CUC (4,67 €). Y estuve hablando un rato con ella y me dijo, me has caído bien, en vez de 5 te voy a cobrar 1, pensando que le daría 1 CUC (0,93 €), 5 veces lo que valía. Y yo le di un billete de 5 MN (0,19 €) y le dije, ahora a ver si te he caído bien y me cobras 1 MN o me cobras lo que deberías cobrarme, y la chica se puso toda roja al darse cuenta de que le cacé el engaño y con resignación me devolvió 4 MN costándome el jugo 1 MN (0,04 €) y con una satisfacción personal tremenda. El timador timado, jajajajajaja. Me tomé el jugo con sensación de una gran victoria y me fui a dormir muy feliz.