Nuestro cuarto día en la isla por fin íbamos a disfrutar de la playa. Después del mal tiempo de los dos primeros días se había quedado un tiempo soleado, aunque con nubes por la tarde.
Primero fuimos a Puerto de Mogán. Aparcamos en zona azul, cerca del puerto, y fuimos caminando hasta la playa. Nos pareció un pueblo muy bonito, surcado por canales, y decoración de flores por todos lados.
La playa nos pareció muy bonita. Arena fina y agua cristalina. También hay una playa de rocas, pero nosotros nos quedamos en la de arena.
Cuando llegó la hora de poner más dinero en la zona azul, decidimos irnos y cambiar de playa. Fuimos a la playa de Amadores, muy cerca de allí. Aparcamos sin problema junto a la playa. También nos gustó mucho, no tiene la arena tan fina pero el agua estaba totalmente cristalina. Nos llevamos la máscara y el tubo de snorkel, y vimos bastantes pececillos. Nos sorprendió, siendo una playa artificial, pero había una zona de rocas y había peces de varios colores y algunos pequeños que se movían en bancos muy numerosos. Apenas tengo fotos porque no tuvimos la precaución de cargar la batería de la cámara acuática el día antes y se nos gastó la batería.
Compramos una cerveza en uno de los muchos chiringuitos de la playa, y nos la tomamos sentados en la arena, con vistas a la playa y al Teide.
Fuimos a comer a Arguineguín, a la Cofradía de Pescadores, restaurante muy recomendado en el foro. Pedimos sardinas fritas, muy fresas y buenas, chopa sancochada, muy tierna, y dos jarras grandes de Tropical. De postre una mousse de mango y una tarta de café, deliciosos ambos. El servicio un poco lento pero buena calidad de la comida, y bien de precio, 32 euros.
Después de comer fuimos a la playa de Anfi del Mar. Esta playa está en una urbanización a la que no se puede acceder con coche, hay que dejarlo fuera y toca caminar un poco. La playa no nos gustó mucho, ya que había mucha gente y el agua estaba muy turbia. He visto fotos de esta playa con el agua cristalina, pero nosotros no la vimos así, quizá por efecto de la marea. Nos pusimos las gafas pero debajo del agua no se veía absolutamente nada.
Después de nadar un rato y descansar, nos fuimos de vuelta a Arinaga. Por la noche habíamos quedado para tomar algo con el forero Ronh. Se nos fueron las horas charlando, bebiendo cerveza y probando algo de gastronomía local. Hablamos de lo que habíamos hecho, le pedimos consejo para los días que nos quedaban, y la conversación derivó a los viajes, como no podía ser de otra manera, y a las viandas culinarias de Gran Canaria. Fue un encuentro muy agradable, y tengo que volver a agradecer a Ronh, no solo por la ayuda en el viaje, sino también por acercarse a compartir este rato con nosotros.