Nos levantamos el sábado y tras desayunar en la habitación nos dirigimos al Palazzo Vecchio, situado en la Piazza della Signoria, una plaza enorme donde sobresale este edificio junto con la torre di Arnolfo. Al palacio se puede entrar libremente en el patio central de acceso, y ya es de por sí una maravilla.
Tenemos reserva para las 9:45 (13,50€) y aunque llegamos 10' antes nos hacen esperar. Subimos y lo primero que nos encontramos es la sala del Cinquecento, muy grande y muy bonita, y aunque en ese momento casi media salón está ocupado por una conferencia no impiden el paso ni ello impide disfrutar del salón.
Teníamos pensada la posibilidad de subir a la torre de Arnolfo, más que por las vistas de la ciudad, ya contempladas desde el campanile y la cúpula del Duomo, por ver estos dos elementos juntos desde lo alto, estaba el día con lluvia a ratos y en el momento de acabar la visita al palacio no lo tenían abierto. Con lo que decidimos continuar a la siguiente visita.