DÍA 4 - PRIMERA PARTE - VISITA A HAUGESUND ✏️ Diarios de Viajes de Noruega

Martes por la mañana y amanece un nuevo día. El atraque del crucero ha sido tan limpio que no nos hemos enterado del mismo y cuando descorremos la cortina de la ventana ya estamos en Haugesund. Nos preparamos para ir a desayunar y al salir vemos a Mr. Chips en el pasillo haciendo habitaciones. Me acerco y le pregunto acerca de los Cruise Compass que no nos está dejando en la habitación. Le expongo que le solicitamos en español pero que si no había que, por lo menos, lo trajera en inglés. El hombre no dice nada y le pido que, por favor, nos lo haga llegar en inglés los días que restan del viaje. Quedamos así, el hombre asiente y no dice ni mú. Lo achaco a un malentendido en la medida en que se lo pedimos en español, no habría y se pensaría que si no estaba en español no lo querríamos en otro idioma y por eso no lo dejó en el camarote (cuando regresamos de desayunar, allí estaba el Cruise Compass del día y no volvió a faltar el resto de la semana).

Tras desayunar opíparamente en el Windjammer nos preparamos para bajar a tierra. Como para llegar allí lo hemos hecho por cubierta para ver qué tiempo hace podemos comprobar que hace solecito pero un frío de consideración (seis grados).

Desembarcamos en un periquete y nos disponemos a realizar el itinerario previsto cuyos puntos fueron los siguientes:

El paseo desde el muelle hasta el centro de Haugesund es muy cortito (diez minutos), se hace agradable y no tiene mayor complicación. Al llegar al puente de Risøy nos espera una buena ventolera pero las vistas son magníficas.

Hace frío, frío pero vamos bien abrigados. Por la carretera pasan los shuttles de pago que unen puerto e Iglesia de Nuestro Salvador (comienza a funcionar media hora después del atraque del barco y sale cada 15-20 minutos hasta una hora antes de que el barco abandone el puerto. El coste es de 70 NOK por el servicio (ida y vuelta/persona), además de un trenecito turístico que une los puntos más turísticos de la ciudad. Vemos también muchos tripulantes del barco, que deben tener el día libre, y que bajan a la ciudad a estirar las piernas.

El primer punto al que nos encaminamos es la estatura de Marilyn Monroe, en honor al padre de la actriz que, se dice, se comenta, era oriundo de Haugesund.

Tras ver la estatua, ubicada en la orilla, nos dirigimos al Ayuntamiento de Haugesund del cual se dice que es de lo más bonitos de Noruega (no quiero imaginar cómo será el más feo…). Por lo que tengo entendido lo más apreciado del mismo está en el interior, que no se puede visitar, con unos murales espectaculares, porque el exterior, con andamio de regalo, no tiene nada de particular. Junto al mismo hay una fuente con motivos marineros que tiene su aquél pero la cosa no da para más.

El siguiente punto es el Karmsund folkemuseum, el museo de historia cultural de Haugesund que tiene su sede en el antiguo edificio de la lechería de la ciudad. El museo cuenta con cuatro exposiciones permanentes: "Del campo a la comida: agricultura", sobre la agricultura de 1650 a 1900, "La ciudad que desembarcó", sobre el 150 aniversario de la ciudad de Haugesund en 2004, "Transporte marítimo y pesca” y “Hogar y entorno local”. El museo reúne una gran colección de artículos que presentan la historia de Haugesund e incluye utensilios de agricultura, artículos para el hogar y la recreación de una zapatería antigua, una tienda de ultramarinos, un aula y otros elementos de las industrias pesquera y marítima. Su coste es de 70 coronas y su horario, de martes a viernes, es de 11:00 a 15:00. Con la entrada también se pueden visitar más cosas, como el Dokken Museum, que es una recreación de casas tradicionales noruegas, pero sólo está abierto los meses de verano y no pudimos aprovecharlo. Más información: haugalandmuseet.no/en/.

Como el museo abría a las 11:00 había organizado el itinerario de manera que a las 11:10 estábamos entrando por la puerta. Al preguntarnos nuestra nacionalidad nos dieron una guía del museo en español y nos dieron unas breves explicaciones del orden de visita. La visita nos llevó una hora más o menos y la verdad es que estuvo entretenida. Como en la recreación del aula hay un encerado con tizas a disposición del visitante, mi lado gamberro me vuelve a abducir y dejo para la posteridad de lo que queda de día, hasta que los empleados limpien, un “tonto el que lo lea” (recuerdos infantiles…, qué queréis).

Es un museo de costumbres, de etnografía, de la vida en la Haugesund y Noruega, por extensión, de tiempos pretéritos. Los rótulos de las vitrinas están en noruego pero muchos están traducidos al inglés. Con esto y con la guía en español la verdad es que no nos supuso problema. Dependiendo de las horas de escala y teniendo en cuenta lo poco que tiene que ver la ciudad en su centro histórico, recomiendo su visita.

Salimos del museo y el siguiente punto era la Vår Frelsers Kirke (Iglesia de Nuestro Salvador). Se trata de una iglesia de ladrillo de 1901 y que, para variar, está cerrada. Se supone que está abierta los días de crucero de 11:00 a 13:00 y sólo en caso de entierro, nos dijeron de la Oficina de Turismo, podría estar cerrada aunque haya crucero y allí no se veía a nadie ese día. Como detalle los viernes a las 12:00 parece que hay concierto de carrillón, para aquellos viajeros que hagan escala ese día.

A la vuelta hemos visto un vídeo de su interior, por sacarnos la espinita, y es la típica iglesia protestante en la que prima lo funcional sobre lo decorativo.

A continuación y bajando la calle está el Fiskerne o estatua homenaje a los pescadores y, desde allí, se divisaba la parte central de nuestro crucero.

Pues esto es lo que da de sí la visita turística a Haugesund. Haber, hay más cosas, como el monumento nacional, pero tampoco quisimos estresarnos teniendo en cuenta que la semana es larga y hay que economizar fuerzas. Por ello, la siguiente parada era ir a un supermercado local, Kiwi, para ver lo que había y comprar alguna cosa para llevar de recuerdo alimentario no perecedero, dado que no aguantaría la semana, y con la idea de hacer la compra importante el último día de escala en Stavanger. Este supermercado Kiwi está un poco alejado del centro y vemos las calles de la ciudad tranquilamente hasta llegar allí. En el supermercado predomina la comida preparada y los congelados y todo ello con unos precios bastante elevados respecto a los que ahora mismo hay en España, que ya es decir.... Damos varias vueltas y no vemos nada de interés excepto mermelada de frutos rojos que parece que tiene buena fama en este país. Salimos un tanto desencantados…..

Puesto que ya erán más de las 13:00 y el barco salía a las 15:00 decidimos regresar al barco por la calle principal de la ciudad, Haraldsgata. Nos sentamos al solecito, llamamos a la familia y me conecto a internet para obtener información acerca del espectaculo del teatro esta noche a cargo de Jon Courtenay. Como en el Cruise Compass del día no da mucho información quiero saber si se trata de un espectáculo hablado, y entonces no iríamos, o combina más cosas. Como parece que se trata de un showman que combina canciones, música al piano y chascarrillos, pues decidimos darle una oportunidad aunque nos perdamos una parte del espectáculo por el idioma.

En Haraldsgata hay tiendas de recuerdos y pasamos por algunas para ver el género. En cuanto a precio, mucho más barato que en escalas posteriores, dentro de lo caro, pero en cuanto a calidad, algo regulero. Lo pensamos y decidimos no comprar por comprar por lo que continuamos camino por la ciudad dirección al crucero.

Una vez que llegamos al barco tras el paseíto por el puerto y dejamos los bártulos en el camarote nos acercamos al Windjammer y comemos tranquilamente. Como la tarde-noche se prevé intensa, nos echamos una siestecita tan ricamente…..

Los detalles de lo acontecido en la segunda parte del día será narrado en la siguiente etapa.