Nos levantamos pronto para recoger y cargar las cosas en el coche, y tras decir adiós a la casita que también nos ha servido y donde tan agusto hemos estado, nos encaminamos, otra vez, a nuestra ultima visita, y como ya lo hemos visto todo lo que traía programado, pues que mejor que acabar por donde empezamos, Colmar. Estuvimos dos veces de dia y dos de noche, pero es que volveria una tercera y una cuarta por que es un gusto admirar esta preciosas ciudad. Asi que dejamos el coche de nuevo en lacarre y volvemos a pasear por el centro, admirando todo a nuestro paso y con la penita de que nos tenemos que ir marchando.. aprovechamos para comprar unos adornos para el árbol y un gnomo para casa de los que vimos colgados de los arboles, y volvemos hacia el coche, pero antes paramos a desayunar algo en una boulangerie, que ricos croissants y demás, no me canso de decirlo, que rica pastelería tienen los franceses, y nuestra sorpresa, la ultima del viaje, está empezando a nevar, pero unos copos enormes, pero como esta todo mojado, pues no cuaja, vaya que no,! Madre mia que manera de empezar a cuajar en la carretera y en todos sitios, cuando quisimos llegar al coche llenos de nieve, estaba todo super blanco, unos copos tan grandes que se ve perfectamente la típica forma con la que dibujas un copo, parecía que lo estabas dibujando con un boli! Nos metemos en el coche, y nos disponemos a decir adiós a colmar y a la Alsacia, mientras la nieve nos acompaña durante mucho rato en nuestro trayecto, menos mal que según nos alejamos, deja de nevar, porque si hubiera seguido nevando, habriamos tenido un camino un poco complicado, porque en lo poco que estuvo nevando, madre como cuajo. Seguimos camino, y tras comer unos bocadillos que hemos comprado para el camino, llegamos por la tarde a Perigueaux de nuevo, para alojarnos de nuevo en el ibis y hacer noche para seguir mañana el camino a casa. Y como nos gustó tanto, volvemos a cenar de nuevo en el mismo restaurante del otro dia, otra vez de miedo! Hercule Poireau!